Capitulo 29

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Un olor muy fuerte entra por mis fosas nasales y siento que mi cerebro vuelve a trabajar gracias a ese olor. Abro mis ojos lentamente y lo primero que veo es un rostro borroso que no puedo descifrar. Empiezo a ver todo con claridad y descifro ese rostro, es Chad que me mira con preocupación pero que me brinda una sonrisa perfecta cuando estoy completamente despierta.
-¿Cómo te sientes? -pregunta Chad acariciandome la cabeza y colocando el pequeño trozo de algodón con alcohol en la cómoda.
-Bien. ¿Dónde estoy? -preguntó confundida ya que aún sigo mareada, la borrachera no me pasa pero ya me está pasando factura.
-En mi apartamento. ¿Segura que estás bien? -me alcanza un vaso de agua y yo se la recibo ya que tengo la garganta seca como si no hubiera tomando agua por días.
-Si. Pero... ¿cómo llegue acá? ¿Qué paso? Yo estaba en el apartamento de Lauren. -pregunto confundida y sin recordar nada de lo qué pasó. Mis últimos recuerdos son de mi saliendo del apartamento de Lauren y pasando por la puerta de Chad. Me sorprendo al darme cuenta que Chad está frente a mí y que estoy en su cuarto y en su cama-. ¿Qué haces aquí? Tú estabas en Georgia.
-Yo te he traído hasta acá. Te desmayaste. Llegue hace unas horas. -responde a cada una de mis preguntas.
-¿Por qué no me avisaste que ya estabas en Seattle? -pregunto decepcionada por no haberme dicho que regresaría.
-Estaba molesto contigo, ¿no recuerdas? -dice levantándose de la cama y alejándose de mí.
-No tenías por qué estarlo. -digo dejando el vaso vacío sobre la cómoda.
-¿Cómo quieres que no lo esté? Si cuando te llamo contesta el idiota de Noah y empieza a contarme todo lo que han hecho para celebrar su aniversario de mierda. -grita Chad mirándome molesto.
-¿Qué te dijo Noah? -pregunto nerviosa por temor a cómo va a reaccionar Chad.
-¿De verdad quieres que te diga? Me dijo que su linda esposa había preparado su mejor plato para tener una bonita velada en casa. Después que habían estado riendo recordando todo acerca de su relación y luego vino lo que tenía que pasar. -Dice Chad sarcásticamente mirándome pero yo evito su mirada.- Me voy por dos semanas y ya estás de amorosa con tu esposo cuando sé que no te importa lo que pase con él.
-Claro que me importa lo que pase con él, es mi esposo. Además no sé por qué te estás comportando como un idiota. -digo harta de que siempre me hable de esa manera cuando se trata de Noah.
-Sabes que detesto verte cerca de ese tipo. -empieza a levantar la voz por lo que la ira vuelve a entrar en mí.
-Es mi esposo, entiéndelo de una puta vez. -jamás pensé hablar de una manera tan vulgar, pero Chad hace que salga de mis casillas.
Él pone los ojos en blanco y sale de su cuarto, yo con toda la rabia que siento me levanto de su cama y me dispongo a irme de una vez. Aún sigo un poco borracha pero necesito salir de aquí ya que no soporto a Chad cuando se comporta como un idiota.
Paso por la cocina y él ve que me acerco a la puerta, estoy por abrirla pero él coloca su mano sobre la puerta y me acorrala contra ella.
-Quiero irme. -Digo mirándolo con rabia pero él no hace caso y se acerca a mis labios y los besa con desesperación, por unos segundos yo no sigo el beso pero Chad tiene un efecto único que en mí que hace que continúe todo lo que él empieza.
-No te vayas. -Jadea mientras empieza a bajar sus besos hasta mi cuello.
-Tengo que irme. No puedo llegar tarde a mi casa, me está esperando -respondo también excitada pero al parecer ese comentario mío le enfurece y me muerde el cuello y lo chupa.
-Chad por favor.
Ruego para que me deje ir ya que después será demasiado tarde, pero él continúa mordiéndome el cuello y coloca su mano en mi zona más sensible y empieza a masajearlo.
Al no poder resistirme a él empiezo a bajar mi mano hasta su miembro que lo siento duro contra mí, me excito demasiado sintiendo como lo pongo.
Le saco la camiseta gris que lleva puesta y él me saca la blusa de un tirón, masajea mis pechos por encima de mi brasier y me lo saca para chuparme los pezones. Yo le bajo el pantalón y toco su duro miembro por encima del bóxer, él jadea de placer y se baja el bóxer para quedar completamente desnudo ante mi. Lo deseo, deseo sus besos, deseo su cuerpo, deseo que esté dentro de mí.
Chad coloca sus manos en mi cadera y empieza a bajar mis pantalones, al momento de hacerlo él baja, me mira desde abajo y me sonríe descaradamente; sube sus manos por mis muslos y baja mis bragas. Al estar desnuda ante él, coloca su rostro entre mis piernas y empieza a dar besos a mi zona que está completamente mojada.
Me corro en sus labios y él continúa besándome.
Desesperada por que me haga suya lo levanto y coloco mis piernas alrededor de su cintura, él pega mi cuerpo al suyo y empieza a entrar en mí. Sale y entra varias veces y yo entierro mis uñas en su espalda por todo el placer que siento.
-¿Te gusta que te folle como nadie lo ha hecho? -dice excitado besándome la barbilla.
-Sí Chad... -gimo y él continúa con sus embestidas.
-Quiero que te corras Allie, córrete.
-Chad... -un orgasmo increíble invade mi cuerpo y lo abrazo por el cuello.
Me separo de él y le acaricio la mejilla con mi mano, le doy un tierno beso en los labios y él sonríe cuando lo hago.
-Eres maravillosa. -Dice llevándome hacia el sofá de su sala y colocándome encima de este, yo sonrío ante su comentario y lo beso.
Chad está encima de mí y empieza a acariciarme el rostro tiernamente, yo le sonrío y coloca su cabeza en mi pecho.
-No quiero que te vayas.
-Ni yo.
Vernos así hace que mi corazón comience a latir mucho más rápido. Estoy viendo a Chad con otros ojos, ya no es solo pasión lo que siento por él; ese vacío que sentí cuando se fue se esfumó cuando vi a Chad al despertarme.
Creo que me estoy enamorando de él pero no soy capaz de admitirlo por el simple hecho de estar casada con un hombre que no merece todo lo que le estoy haciendo.

Un Placer Haberte ConocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora