Capitulo 30

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El sonido de mi teléfono vibrando dentro de mi bolso me despierta. Me tardo segundos en recordar dónde estoy y me sobresalto al darme cuenta que aún sigo en el apartamento de Chad. Me levanto rápidamente del sofá despertando a Chad que estaba durmiendo con su cabeza recostada sobre mi pecho desnudo.
-¿Qué pasa? -gruñe sin abrir lo ojos y yo lo aparto de mi.
Recojo mi bolso y busco mi teléfono, tengo 10 llamadas perdidas de Noah y 12 mensajes de texto.
<<Debe estar muerto de la preocupación>> me digo sintiéndome mal por no avisar a Noah donde estoy.
Veo en mi teléfono y marca las 3:20 de la madrugada, leo todos los mensajes de Noah y me dispongo a llamarlo, cuando estoy por marcar su número, el nombre de Noah es anunciado por mi teléfono, me está llamando por onceava vez, tengo que responderle.
-Maldita sea Allie, ¿donde estás? ¿Ya has visto la hora que es? -grita con tono preocupado. Jamás lo había oído maldecir lo cual me sorprende bastante pero a la vez es entendible.
-Lo siento. Me he quedado dormida en el sofá de Lauren, ahora mismo salgo para el apartamento. Enserio lo siento por no avisar. -Digo tranquila para que Noah se sienta mejor.
-Creía que te había sucedido algo. No te muevas de ahí cariño, yo paso a recogerte, no quiero que vengas sola.
-No. -grito y veo que Chad se levanta del sofá sobándose los ojos-. Digo... lo mejor será que me quede aquí con ella. Además, no se siente muy bien y necesita que le acompañe.
-¿Segura? ¿No prefieres que vaya y traerte a casa?
-No te preocupes, será mejor así. Nos vemos más tarde en casa ¿si? -digo colocándome mi ropa.
-Está bien cariño, nos vemos. -dice Noah con un tono triste que me hace sentir mal.
-Nos vemos. Y de verdad lo siento. Besos.
Cuelgo el teléfono y empiezo a cepillar mi cabello todo desordenado.
Chad se acerca a mí tomando un vaso con agua y me entrega uno a mí también. Se ha colocado unos pantalones de chandal y está sin camiseta, se le ve condenadamente bien.
-¿Qué quería? -pregunta utilizando un tono frío y seco.
-Estaba preocupado porque no le avisé donde estaba. -respondo dejando el vaso en la cómoda de la
sala.
-¿Así que el idiota de Noah piensa que estás en casa de Lauren? -pregunta divertido rodeándome los brazos en mi cintura.
-No le digas así por favor, ya me siento pésimo por no haberle avisado donde estaba y por haberle mentido. -digo soltándome de su agarre.
-No te sientas mal. Es normal que las mujeres engañen a sus esposos cuando este no es bueno en la cama -dice burlándose.
Su comentario tan arrogante me enfurece por lo que empiezo a colocarme los zapatos para salir de su apartamento.
-¿A dónde vas? -pregunta Chad cuando estoy abriendo la puerta de su casa.
-Me voy donde Lauren. -digo fríamente sin mirarlo, tiro la puerta de un porrazo y subo escaleras arriba para buscar a Lauren, suplicando para que me abra la puerta.
Estoy por tocar la puerta de Lauren, pero una mano grande y gruesa toma mi cintura y me gira.
-¿Qué hace una muñeca tan linda afuera de su casa? -un hombre con aliento a trago me habla cerca al oído y el corazón se me detiene al no saber qué hacer-. ¿Por qué no vienes conmigo preciosa?, podemos pasarlo muy bien. -sus manos asquerosas empiezan a sobar mi espalda y las lágrimas empiezan a salir de la ojos.
-Señor, por favor aléjese. -digo con la voz entrecortada y tratando de soltarme pero es en vano ya que el hombre me agarra con mucha más fuerza.
-No temas muñeca, yo no te voy a hacer daño -empieza a pegar su rostro al mío.
Cierro mis ojos fuertemente cuando siento que las manos de ese hombre se alejan de mi cuerpo, abro los ojos y veo a Chad golpeando al hombre contra la pared.
-Hijo de perra, no vuelvas a tocarla en tu puta vida -grita Chad pateando y golpeando al hombre bruscamente.
El sonido de los golpes me pone nerviosa, le pido a Chad que se detenga pero esta cegado por la ira y continúa golpeándolo.
Lauren y otros residentes más del edificio salen y al ver a Chad a punto de matar a ese hombre lo separan de él.
Yo le agarro con fuerza de los hombros para evitar que vuelva a golpear al hombre que tiene la cara casi desfigurada.
-Chad, para por favor. -lo giro para que me vea directamente a los ojos y tratar de calmarlo.
-¿Estas bien? -pregunta Chad preocupado acaricandome la mejilla con sus dedos llenos de sangre y de heridas.
-Si. Por favor vamos a dentro. -Miro a Lauren para que nos deje entrar a su apartamento y ella se aparta de la puerta para que podamos pasar.
Chad y yo nos sentamos en el sofá y la cara de Lauren es un poema al ver cómo acaricio las manos de Chad toda maltratada.
-Me pueden decir, ¿qué carajos acaba de pasar? -pregunta Lauren pasando su mano por su cabello.
-Ese hombre trató de... -me pongo a llorar de solo recordar cómo sus asquerosas manos tomaban mi cintura.
-Ese hombre intentó besarla a la fuerza. -dice Chad con rabia y abrazándome.
Lauren se acerca y también me abraza, me siento tan protegida gracias a ellos y dejo de llorar.
-Tienes algodón y alcohol, tengo que curar esas heridas en los nudillos de Chad -le digo a Lauren poniéndome de pie.
Lauren asiente y se va a buscar lo que le he pedido.
-Gracias por haberme ayudado. -Digo cabizbaja y él se pone de pie tomando mi barbilla y levantándola para mirarlo a los ojos.
-No tienes que agradecerme nada. No pienso dejar que nada ni nadie te haga daño. -dice tiernamente tomando mi rostro con ambas manos.
Yo sonrío ante su comentario y lo abrazo, apoyo mi rostro en su pecho y le acarició la espalda. Estamos así por un buen tiempo hasta que la voz de Lauren nos interrumpe y hace que nos separemos.
-Bueno aquí está el algodón y el alcohol, no quiero interrumpirlos así que me voy a seguir durmiendo. Están en su casa, eso sí no hagan mucho ruido. -Dice Lauren divertida y Chad y yo nos reímos ante su comentario tan tonto.
-Dime si te arde, ¿está bien? -digo vertiendo el alcohol sobre el algodón.
Chad asiente y empiezo a sanar esas heridas qué hay en sus nudillos, veo su rostro y su expresión es muy divertida lo cual me hace sonreír.
-Deja de reírte de mí.
-Yo no me estoy riendo de ti -digo sonriendo y él me devuelve la sonrisa.
-No debiste golpear a ese hombre de esa manera -pronuncio tímida mirando a Chad y su rostro cambia de expresión.
-Ese hijo de puta se lo merecía. -Chad se levanta del sofá y retira el algodón de mis manos-. Cada vez que estés cerca a mí, te cuidaré y protegeré de todos, nadie te volverá a hacer daño, nadie.
Yo sonrío como una tonta ante esas palabras bellas que me dice y lo beso.
Nos besamos con pasión y con cariño, mi corazón vuelve dar ese latido que solo Chad hace que lo sienta.
Unos golpes en la puerta nos separan de nuestro beso, yo le sonrío y me dirijo a abrir la puerta, debe ser el de seguridad que viene a preguntar por lo sucedido. Abro la puerta y mis ojos se abren como plato al ver a Noah con un rostro de preocupación y desesperación.
-Cariño, sé que me dijiste que volverías en la mañana pero no me encontraba tranquilo al pensar que no estabas a mi lado. -Noah me abraza y yo me quedo fría al saber que Chad está atrás de nosotros observando todo.
-¿Chad? ¿Qué haces acá? -pregunta Noah confundido.
No puedo creer que me encuentre en esta situación con Noah y Chad. Esto es algo difícil de explicar y creo que ninguna excusa me salvará.

Un Placer Haberte ConocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora