El sonido de mi teléfono vibrando dentro de mi bolso me despierta. Me tardo segundos en recordar dónde estoy y me sobresalto al darme cuenta que aún sigo en el apartamento de Chad. Me levanto rápidamente del sofá despertando a Chad que estaba durmiendo con su cabeza recostada sobre mi pecho desnudo.
-¿Qué pasa? -gruñe sin abrir lo ojos y yo lo aparto de mi.
Recojo mi bolso y busco mi teléfono, tengo 10 llamadas perdidas de Noah y 12 mensajes de texto.
<<Debe estar muerto de la preocupación>> me digo sintiéndome mal por no avisar a Noah donde estoy.
Veo en mi teléfono y marca las 3:20 de la madrugada, leo todos los mensajes de Noah y me dispongo a llamarlo, cuando estoy por marcar su número, el nombre de Noah es anunciado por mi teléfono, me está llamando por onceava vez, tengo que responderle.
-Maldita sea Allie, ¿donde estás? ¿Ya has visto la hora que es? -grita con tono preocupado. Jamás lo había oído maldecir lo cual me sorprende bastante pero a la vez es entendible.
-Lo siento. Me he quedado dormida en el sofá de Lauren, ahora mismo salgo para el apartamento. Enserio lo siento por no avisar. -Digo tranquila para que Noah se sienta mejor.
-Creía que te había sucedido algo. No te muevas de ahí cariño, yo paso a recogerte, no quiero que vengas sola.
-No. -grito y veo que Chad se levanta del sofá sobándose los ojos-. Digo... lo mejor será que me quede aquí con ella. Además, no se siente muy bien y necesita que le acompañe.
-¿Segura? ¿No prefieres que vaya y traerte a casa?
-No te preocupes, será mejor así. Nos vemos más tarde en casa ¿si? -digo colocándome mi ropa.
-Está bien cariño, nos vemos. -dice Noah con un tono triste que me hace sentir mal.
-Nos vemos. Y de verdad lo siento. Besos.
Cuelgo el teléfono y empiezo a cepillar mi cabello todo desordenado.
Chad se acerca a mí tomando un vaso con agua y me entrega uno a mí también. Se ha colocado unos pantalones de chandal y está sin camiseta, se le ve condenadamente bien.
-¿Qué quería? -pregunta utilizando un tono frío y seco.
-Estaba preocupado porque no le avisé donde estaba. -respondo dejando el vaso en la cómoda de la
sala.
-¿Así que el idiota de Noah piensa que estás en casa de Lauren? -pregunta divertido rodeándome los brazos en mi cintura.
-No le digas así por favor, ya me siento pésimo por no haberle avisado donde estaba y por haberle mentido. -digo soltándome de su agarre.
-No te sientas mal. Es normal que las mujeres engañen a sus esposos cuando este no es bueno en la cama -dice burlándose.
Su comentario tan arrogante me enfurece por lo que empiezo a colocarme los zapatos para salir de su apartamento.
-¿A dónde vas? -pregunta Chad cuando estoy abriendo la puerta de su casa.
-Me voy donde Lauren. -digo fríamente sin mirarlo, tiro la puerta de un porrazo y subo escaleras arriba para buscar a Lauren, suplicando para que me abra la puerta.
Estoy por tocar la puerta de Lauren, pero una mano grande y gruesa toma mi cintura y me gira.
-¿Qué hace una muñeca tan linda afuera de su casa? -un hombre con aliento a trago me habla cerca al oído y el corazón se me detiene al no saber qué hacer-. ¿Por qué no vienes conmigo preciosa?, podemos pasarlo muy bien. -sus manos asquerosas empiezan a sobar mi espalda y las lágrimas empiezan a salir de la ojos.
-Señor, por favor aléjese. -digo con la voz entrecortada y tratando de soltarme pero es en vano ya que el hombre me agarra con mucha más fuerza.
-No temas muñeca, yo no te voy a hacer daño -empieza a pegar su rostro al mío.
Cierro mis ojos fuertemente cuando siento que las manos de ese hombre se alejan de mi cuerpo, abro los ojos y veo a Chad golpeando al hombre contra la pared.
-Hijo de perra, no vuelvas a tocarla en tu puta vida -grita Chad pateando y golpeando al hombre bruscamente.
El sonido de los golpes me pone nerviosa, le pido a Chad que se detenga pero esta cegado por la ira y continúa golpeándolo.
Lauren y otros residentes más del edificio salen y al ver a Chad a punto de matar a ese hombre lo separan de él.
Yo le agarro con fuerza de los hombros para evitar que vuelva a golpear al hombre que tiene la cara casi desfigurada.
-Chad, para por favor. -lo giro para que me vea directamente a los ojos y tratar de calmarlo.
-¿Estas bien? -pregunta Chad preocupado acaricandome la mejilla con sus dedos llenos de sangre y de heridas.
-Si. Por favor vamos a dentro. -Miro a Lauren para que nos deje entrar a su apartamento y ella se aparta de la puerta para que podamos pasar.
Chad y yo nos sentamos en el sofá y la cara de Lauren es un poema al ver cómo acaricio las manos de Chad toda maltratada.
-Me pueden decir, ¿qué carajos acaba de pasar? -pregunta Lauren pasando su mano por su cabello.
-Ese hombre trató de... -me pongo a llorar de solo recordar cómo sus asquerosas manos tomaban mi cintura.
-Ese hombre intentó besarla a la fuerza. -dice Chad con rabia y abrazándome.
Lauren se acerca y también me abraza, me siento tan protegida gracias a ellos y dejo de llorar.
-Tienes algodón y alcohol, tengo que curar esas heridas en los nudillos de Chad -le digo a Lauren poniéndome de pie.
Lauren asiente y se va a buscar lo que le he pedido.
-Gracias por haberme ayudado. -Digo cabizbaja y él se pone de pie tomando mi barbilla y levantándola para mirarlo a los ojos.
-No tienes que agradecerme nada. No pienso dejar que nada ni nadie te haga daño. -dice tiernamente tomando mi rostro con ambas manos.
Yo sonrío ante su comentario y lo abrazo, apoyo mi rostro en su pecho y le acarició la espalda. Estamos así por un buen tiempo hasta que la voz de Lauren nos interrumpe y hace que nos separemos.
-Bueno aquí está el algodón y el alcohol, no quiero interrumpirlos así que me voy a seguir durmiendo. Están en su casa, eso sí no hagan mucho ruido. -Dice Lauren divertida y Chad y yo nos reímos ante su comentario tan tonto.
-Dime si te arde, ¿está bien? -digo vertiendo el alcohol sobre el algodón.
Chad asiente y empiezo a sanar esas heridas qué hay en sus nudillos, veo su rostro y su expresión es muy divertida lo cual me hace sonreír.
-Deja de reírte de mí.
-Yo no me estoy riendo de ti -digo sonriendo y él me devuelve la sonrisa.
-No debiste golpear a ese hombre de esa manera -pronuncio tímida mirando a Chad y su rostro cambia de expresión.
-Ese hijo de puta se lo merecía. -Chad se levanta del sofá y retira el algodón de mis manos-. Cada vez que estés cerca a mí, te cuidaré y protegeré de todos, nadie te volverá a hacer daño, nadie.
Yo sonrío como una tonta ante esas palabras bellas que me dice y lo beso.
Nos besamos con pasión y con cariño, mi corazón vuelve dar ese latido que solo Chad hace que lo sienta.
Unos golpes en la puerta nos separan de nuestro beso, yo le sonrío y me dirijo a abrir la puerta, debe ser el de seguridad que viene a preguntar por lo sucedido. Abro la puerta y mis ojos se abren como plato al ver a Noah con un rostro de preocupación y desesperación.
-Cariño, sé que me dijiste que volverías en la mañana pero no me encontraba tranquilo al pensar que no estabas a mi lado. -Noah me abraza y yo me quedo fría al saber que Chad está atrás de nosotros observando todo.
-¿Chad? ¿Qué haces acá? -pregunta Noah confundido.
No puedo creer que me encuentre en esta situación con Noah y Chad. Esto es algo difícil de explicar y creo que ninguna excusa me salvará.
ESTÁS LEYENDO
Un Placer Haberte Conocido
Romance¿Qué sucede si encuentras al amor de tu vida en tu despedida de soltera? Allie Wilson, una joven muy segura de sí misma, con su vida muy bien organizada y sin problemas; estaba a un día de casarse con el que pensaba era el amor de su vida, el exito...