Capitulo 43

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Los nervios me ponen los pelos de punta. Pensar que Noah ha visto el beso que le he dado a Chad me dan ganas de vomitar.
-Noah..., -digo nerviosa- has venido más temprano.
-He venido a la misma hora de siempre -contesta Noah acercándose a mi para darme un beso en los labios.
-Chad, que gusto verte. Hace tanto que no sé nada de ti -dice Noah dándole la mano a Chad.
-Igualmente Noah -responde Chad con sarcasmo que obviamente Noah no descifra.
-Chad ha venido ha conversar pero... ya se va, ¿verdad? - lo miro a los ojos a Chad para que se apiade de mí y se vaya lo más antes posible ya que está situación es bastante incómoda.
-Si, ya me voy.
Chad me mira complice y yo le agradezco mentalmente por haber aceptado irse en vez de darme la contra.
-Está bien. Ya nos veremos pronto -dice Noah despidiéndose de él.
Acompaño a Chad hasta la puerta y él me jala hasta afuera del apartamento solamente para darme un beso. Lo regalo por lo que ha hecho ya que Noah podría vernos pero por suerte eso no sucede.
Cuando Chad se va, camino hacia la cocina y sirvo la cena para Noah. Él empieza a contarme cómo le ha ido en la oficina hoy. Pasa una hora y el gran sueño que siento hace que mis ojos poco a poco se vayan cerrando.

Al día siguiente decido no ir a trabajar, prefiero llamar a Chad para avisarle que iré a su casa para pasar un rato con él.
Llego a la puerta de su apartamento y él abre apenas toco el timbre. Sin decir nada empieza a besarme y cierra a mis espaldas la puerta.
Mientras nos besamos caminamos hasta su dormitorio. Empieza a sacarme la ropa y yo a él. La felicidad que siento en estos momentos es inexplicable.
-¿Por qué me botaste de tu casa anoche? -pregunta Chad mientras acaricia mi cabeza con su mano.
-No te bote. -alzo la mirada para verlo a los ojos- Era un momento tan incómodo que quería que acabara, nada más.
-Tenías miedo que Noah nos viera juntos. Se te veía tan nerviosa -dice Chad riéndose de mí.
Le golpeó suavemente el pecho desnudo y hago pucheros de niñita triste.
-No te burles. Es normal que me sienta así. Sabes que todo esto es tan raro para mí.
-Y ¿por qué no te divorcias?
Abro los ojos como platos cuando lo escucho preguntarme eso. Jamás había pensado separarme de Noah por otro hombre pero ahora creo que es lo mejor para ambos. Tengo tanto miedo de perder a un hombre tan bueno como Noah pero el amor que siento por Chad me hacer cosas que jamás imaginé que haría.
-No tengo una razón exacta para decirle a Noah que quiero separarme de él.
-Dile que ya no te gusta como hombre y que ahora prefieres otras cosas para sentirte plena.
El tono burlón que utiliza Chad para decir eso me fastidia mucho. Él no sabe lo que Noah y yo hemos pasado para que nuestra relación funcione, terminar con él en estos momentos que tan solo llevamos casi tres meses de casados lo destrozaría.
Pongo los ojos en blanco y me levanto de la cama, prefiero no decir nada a él para que se de cuenta que sus palabras me han enfurecido.
-¿Por qué te has levantado? -pregunta.
-Porque ya me tengo que ir -respondo sin mirarlo y con un tono de molestia.
-¿Te has molestado por lo que te he dicho?
Se acerca a mi con su cuerpo desnudo y me abraza por la cintura.
-¿Tú que crees? -contesto quitando sus manos de su cintura.
Cuando termino de vestirme voy hasta la sala para recoger mi bolso y arreglar mi cabello.
Chad entra a la sala de estar ya con unos pantalones de chandal puestos pero continúa sin polo.
-Disculpa ¿si? No quiero que te vayas así -dice Chad tiernamente.
Se acerca a mí y me acaricia las mejillas con sus pulgares.
Tener esos ojos grises mirándome fijamente hacen que olvide todo y que acepte sus disculpas. Sin decir nada sonrío y le doy un beso.
Nos abrazamos por unos minutos para después caminar hasta la puerta.
-Te llevo a tu casa -dice y antes de contestarle corre hasta su dormitorio.
Sale de este con una camiseta azul puesta y con las llaves de la moto en la mano.
-Chad, he traído mi auto -digo quitándole las llaves.
-Pues entonces dame tus llaves que hoy manejo yo.
Sin darme cuenta Chad ya tiene en sus manos mi bolso buscando mis llaves del auto.
-Y ¿como te vas a regresar tú? -le contesto mientras salimos de su apartamento.
-Tomaré un taxi.
-Pensé que solo te movías por la cuidad en tu moto.
Chad se ríe ante mi comentario y pone su brazo encima de mis hombros.
-Si, es cierto. Pero en esta oportunidad quiero ser yo quien te lleve a casa para asegurarme que llegues bien.
Sus palabras tan tiernas hacen que mi corazón salte de felicidad. Alzo la barbilla y junto mis labios a los suyos en señal de agradecimiento.
Cuando ya estamos frente a mí edificio, Chad se baja del auto y pasa por delante de esta para abrirme la puerta. Su caballerosidad me enamora mucho más y me hace sentirme especial. Tener por varios minutos a Chad frente al volante me ha hecho conocerlo un poco más. Es bien intolerante, cada vez que un auto se le cruzaba maldecía y se tensaba, pero lograba calmarlo acariciando su rostro. A veces siento que Chad también siente lo mismo que yo pero luego recuerdo que aún no he logrado tener toda su confianza lo que hace que no sea alguien tan importante como lo es él para mí.
-Lo he pasado bien contigo hoy -dice Chad agarrando mis manos.
-Yo también lo he pasado muy bien -digo con una sonrisa tonta en la cara.
-¿Nos vemos mañana?
-Claro -le contesto.
Chad se acerca y me besa. Es un beso lleno de pasión, y deseo. Jamás pensé sentir esto por alguien más que no sea Noah. Cada vez que ambos nos besábamos era la misma sensación, jamás lograba que volviera a sentir cosas distintas. Pero con Chad es diferente, él hace que pequeñas mariposas revoloteen dentro de mí estomago, que la respiración se me acelere y que tenga el corazón apunto de salirme del pecho.
Entro a mi casa y me voy al baño para darme una ducha. Empiezo a imaginarme a Chad conmigo, duchándonos juntos y haciendo el amor bajo el agua. Sensaciones nuevas es lo que me hace sentir este hombre y quiero seguir sintiéndolas así termine sufriendo por él.

Un Placer Haberte ConocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora