Un Placer Haberte Conocido

Capitulo 61

Nos dedicamos a admirar el mar desde este mirador tan perfecto. El brazo de Chad rodea mis hombros y yo apoyo mi cabeza al lado de él.
Sentir esta tranquilidad me encanta y rogaría que nunca acabe.
-Todo esto es perfecto -pienso en voz alta y me sonrojo cuando Chad voltea a verme con una sonrisa en los labios-. Lo siento no debí decir eso -añado rápidamente.
-No lo sientas. Yo también creo que todo esto es perfecto -me mira fijamente a los ojos y presiona sus labios contra los míos.
-¿Realmente lo crees? -pregunto nerviosa mientras mis manos juguetean entre sí.
-De todas maneras -afirma.- Este lugar me ha entregado la paz que siempre deseé en mi vida y tenerte aquí al lado mío me hace sentir, tranquilo. Tranquilo por primera vez en toda mi vida.
No hago más que sonreír por todas esas bellas palabras. Chad puede ser el hombre más romántico cuando lo desea y quisiera que sea así conmigo siempre que estemos juntos.
-¿Y cuando regresa a Seattle tu querido esposo? -dice sarcásticamente y la calma que sentía hace tan solo unos segundos se va.
-Regresa mañana -contesto sin mirarlo.
-Nos la pasamos mejor cada vez que él no está -bromea.
Yo coloco los ojos en blanco y me desconecto de ese momento que estábamos pasando.
-No digas algo así -digo fastidiada-, él no merece que le haga esto.
Chad no responde a lo que he dicho y se levanta rápidamente para caminar hacia su moto.
Aun no entiendo porque hago esto a Noah.
Lo tengo demasiado claro . Él no merece todo lo que le estoy haciendo pero soy incapaz de dejar a Chad y peor aún cuando él lucha contra sus propios demonios para continuar con su vida.
Cada vez que Chad menciona a Noah en nuestras conversaciones, siento como la ira y la decepción entran en mí. Quiero a Noah y mucho pero no en la forma como quiero a Chad. Antes pensaba que Noah era el hombre de mi vida, el hombre que toda mujer desea tener sin embargo, eso cambió cuando vi por primera vez a Chad y todos esos pensamientos desaparecieron.
Me desgarra el corazón tan solo pensar que Noah algún día se entere que lo estuve engañando por meses con un hombre que conocí un día antes de nuestro matrimonio y que fingí conocerlo de toda la vida.

Me levanto del jardín y veo a Chad apoyado en su moto mirando hacia mí.
Yo me acerco a él y lo miro fijamente a los ojos.
-No debí mencionar ese tema, lo siento -pronuncia Chad.
-Es un tema muy difícil para mí Chad -miro hacia el suelo-, necesito que lo entiendas - le pido tomándolo de las manos.
Chad asiente moviendo la cabeza y me rodea el cuello con sus brazos para abrazarme.
Yo acepto gustosa su abrazo y suspiro sobre su pecho.
-¿Quieres ir a mi casa o prefieres ir a la tuya? -me pregunta cariñosamente.
-Quiero ir a mi casa -respondo y camino hacia mi auto.
Lo miro a la distancia y le hago una señal para que me siga con su moto hasta casa.
Él sube a su moto, se coloca el casco y avanza a mi delante.
Sin darme cuenta, me encuentro pensando en todos los momentos que he pasado con el hombre que tengo adelante de mí sobre su moto.
Los buenos y malos momentos pasan por delante de mis ojos. Quiero creer que las cosas que Chad y yo hemos pasado realmente valgan la pena, quiero creer que estar con Chad es mi mayor felicidad, quiero creer que algún día las palabras: Te quiero saldrán de los labios del hombre que quiero y deseo tener para siempre.