Capitulo 33

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Me siento ignorada por estos dos, ambos se miran sin decir nada, es como si sus ojos hablaran por ellos. El rostro de Chad es de dolor y rabia y el de Miranda de pena. Cada vez que ella intentar decir una palabra, Chad le hace callar.
Sin más que esperar, Chad sale de la oficina sin pronunciar una sola palabra, quiero ir detrás de él y preguntarle qué sucede pero Miranda me queda mirando, además sospecharía que tendríamos algo.
-Lo siento. -Dice Miranda saliendo de mi oficina con los ojos aguados. No entiendo nada. ¿De dónde se conocen?
Me quedo en sentada detrás del escritorio pensando en solo sucedido, la actitud de Chad jamás la había visto, sus ojos grises oscurecidos transmitían pena, resentimiento, dolor.
Pienso. Pienso. Pienso.
Paso una hora tratando de entender lo sucedido pero aún no lo hago, decido de una vez marcar al teléfono de Chad, necesito que me diga de dónde conoce a Miranda y porque ese sentimiento de ira hacia ella.
Marco por primera vez y me envía al buzón de mensaje, marco nuevamente y nada. Cansada de tanta espera me dispongo a buscar a Chad; cuando salgo de mi oficina veo a Miranda en su despacho, la miro de reojo y la encuentro mirándome, bajo hasta la recepción y dejo un mensaje para Noah a Roger, el recepcionista.
Manejo hasta el único lugar donde debe estar Chad. Ni bien llego, bajo del auto pero lo primero que no veo es la moto de Chad, camino hacia el mirador y no hay nadie.
<<¿Dónde está?>> susurro preocupada y regreso al auto. Mis nervios empiezan a tomar más fuerzas y conduzco hasta el departamento de Chad, solo ahí puede estar sino se encuentra en su lugar favorito.
Toco su puerta y nadie contesta, llevo 2 minutos parada acá pero nada. Empiezo a golpear la puerta con mucho más fuerza y es ahí cuando veo a un Chad con los ojos hinchados y con un aspecto desastroso.
-¿Qué quieres? -su aliento a licor me marea por unos segundos. El tono de voz que utiliza me estruja el corazón.
-Quería saber cómo estabas. -Digo nerviosa; Chad camina hacia su sala dejándome en la puerta.
Entro y cierro la puerta detrás de mí; entra a la cocina y yo me quedo de pie en su sala esperando a que me diga algo.
Sale de la cocina con un vaso lleno de licor, por el color del líquido intuyo que es vodka, Chad da sorbos muy largos a su trago y yo no para de mirarlo a los ojos buscando su mirada.
-¿Por qué te has puesto así cuando viste a Miranda? ¿La conoces? ¿Ha pasado...?
-Puedes dejar de hacer tantas preguntas, estoy cansado que siempre trates de meterte en mi vida. -Chad me interrumpe gritándome de la peor manera que nadie alguna vez lo haya hecho.
Los ojos se me llenan de lágrimas, me muerdo el labio para evitar que las lágrimas se deslicen por mis mejillas; no quiero que vea que sus palabras me han causado dolor aunque por dentro me siento fatal-. Y para que sepas, no pienso regresar a trabajar a la puta empresa de Noah Miller, ya no soporto recibir órdenes de ese idiota.
-Está bien, creo que es lo mejor para ambos -digo fingiendo que no me importa; el nudo que se me forma en la garganta me impide seguir hablando pero tomo fuerzas de adentro y trató de seguir hablando-. Sabes... yo estoy cansada de toda esta mierda, estoy cansada de tus cambios de humor, estoy cansada de no conocerte lo suficiente, estoy cansada de engañar a la persona que me ama, estoy cansada de...
-Entonces lárgate si estás cansada de todo esto -tira el vaso vacío que estaba en su mano contra el piso, el sonido me asusta tanto que doy un grito agudo-. Yo solo quería disfrutar de como se siente follarse a la mujer de uno de los hombres más poderosos de esta ciudad. -Me acerco a él y lo abofeteo, no puedo contener más las lágrimas que tengo en los ojos y estos se deslizan por todo mi rostro.
Nunca me había sentido tan humillada, el corazón se me encoge tanto que es como si mi pecho estuviera vacío; es el peor sentimiento que había sentido nunca. El hombre del cual siento que me he enamorado me ha utilizado solo por diversión y placer.
Algo de mi pequeño corazón ruega que solo sea el efecto del alcohol y que Chad no esté hablando enserio pero creo que eso es imposible.
Salgo corriendo del apartamento de Chad y subo escaleras arriba para llorar en los hombros de mi mejor amiga, solo ella podrá entender todo lo que estoy sintiendo en estos momentos.
Toco la puerta de Lauren desesperadamente, espero solo segundos cuando Lauren abre los ojos como plato viendo como yo lloro desconsoladamente acercándome a ella.
-No puedo creer lo idiota que es -dice Lauren acariciándome los hombros y con rabia en su tono de voz tras haberle contado todo lo que ha pasado con Chad ahí abajo.
Mi llanto desconsolado casi ha terminado; agradezco a Lauren por apoyarme en estos momentos ya que es la única en la cual podría confiar.
-No tienes que agradecerme nada. Eres mi mejor amiga, casi hermanas y siempre estaré para ti cuando me necesites. -Yo la vuelvo a abrazar unas pequeñas lágrimas pero de felicidad por tenerla siempre conmigo corren por mis mejillas.
-¿Qué debo hacer Lauren? Contarle todo a Noah como merecido por haber sido tan estúpida o guardar todo lo sucedido con Chad para siempre.
Por primera vez el rostro que pone Lauren ante esta situación es de preocupación, sé que ahora todo se ha complicado y es por ello que mi mejor amiga trata de darle el mejor de los consejos.
-Es mejor que olvides todo lo sucedido. No puedes decirle a Noah la verdad Allie, el dolor que causarías en él...
-Lo sé. Y créeme, me odio por eso.
-Allie, te vuelvo a preguntar. ¿Estas enamorada de Chad? -su pregunta me toma por sorpresa por segunda vez. Por qué será tan difícil aceptar para mí aceptar lo que siento por Chad.
-No lo sé. Estoy tan confundida. Quiero muchísimo a Noah pero ya no como pensé que lo hacía, pero desde que conozco a Chad mis sentimientos son como una montaña rusa. Es todo muy complicado.
-Y ¿si te tomas un tiempo para ti misma? Será mejor que órdenes tus ideas y tus sentimientos.
-No puedo hacerle eso a Noah, llevamos recién un mes de casados, no podría soportar el dolor de ver a Noah destrozado. -Lo que merezco es que siga con Noah a pesar que ya no sienta lo mismo por él. Noah se merece toda la felicidad en este mundo por ser el hombre más bueno y que realmente me ama y no solo me utiliza por diversión.
Definitivamente hoy he descubierto que no me puedo dejar llevar por el placer, he sido tan desconsiderada con Noah que merezco todo lo que me está pasando ahora.

Un Placer Haberte ConocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora