Capitulo 45

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Después de dos botellas de vino, me despido de Lauren con un fuerte abrazo y prometiéndonos que nos veremos pronto.
Subo escaleras arriba en busca de Chad. Cuando llego a la puerta de su apartamento me sorprende verlo apoyado sobre el umbral de la puerta con los brazos cruzados.
-Hasta que por fin vienes -dice Chad con un tono molesto en manera de burla.
-Tenía varias cosas que hablar con mi mejor amiga -digo colocando mis manos sobre sus hombros.
Al parecer el vino que bebí con Lauren han causado efecto en mí porque empiezo a reírme sin razón alguna.
-¿Has bebido? -pregunta acercando su rostro al mío para oler mi aliento.
-Un poquito -respondo como una niñita inocente y haciendo con mis dedos una señal de medida de cuánto he bebido.
Chad coloca sus manos en mi cintura y me empuja levemente para entrar a su apartamento.
Camino tambaleándome hacia el sofá y me recuesto sobre este.
Él se sienta a mi lado y yo coloco mi cabeza sobre sus piernas. Chad empieza a acariciar mi cabeza muy cariñosamente y el efecto que tiene en mi esa acción hace que me relaje totalmente. Escucho murmullos por parte de él pero no logró entender ya que mis ojos lentamente se van cerrando.
Me despierto con una ligera capa de sudor en la frente, siento un ligero dolor en la cabeza pero cuando me levanto el dolor aumenta. Haber bebido con Lauren al parecer no fue una gran idea pero fue inevitable.
Coloco mi cabeza sobre la almohada y trato de que el dolor pase pero es imposible.
Empiezo a recordar que antes de quedarme dormida, Chad se encontraba conmigo y que acariciaba mi cabeza de una manera muy tierna. Intento levantarme para buscarlo pero no lo logró, el dolor incrementa y ya no puedo mantenerme sentada.
Antes de llamar a Chad, este sale de la cocina con un vaso de agua en la mano, se acerca a mí y se pone de rodillas para estar a mi altura.
-¿Cómo estás? -pregunta acariciándome el cabello sobre mi rostro.
-Pésimo. Tengo un dolor de cabeza insoportable -respondo.
-Eso te pasa por tomar demasiado con Lauren -me reprende Chad.
Coloco cara de arrepentimiento y acerco mi mano hacia su mejilla.
Él acerca su rostro y me da un ligero beso en los labios y yo sonrío ante su acción.
-Tómatelo -me ordena Chad entregándome una pastilla con el vaso de agua que dejo en la cómoda de la sala.
Después que Chad se comporte como mi enfermero personal me doy con la sorpresa que es demasiado tarde para seguir en su apartamento, Noah debe estar esperando por mí en casa.
-Espero que esto no se vuelva a repetir -dice abriendo la puerta de su casa.
-¿A qué te refieres? -pregunto divertida fingiendo no saber de qué habla.
-Ha beber sin control y quedarte dormida sin antes no haber tenido nada -responde Chad con una sonrisa en los labios.
Empiezo a reírme ante su comentario y me acerco hacia el para rodear mis manos en su cuello.
-No te preocupes, no sucederá otra vez. Aunque, no puedes evitar que beba con mi mejor amiga.
-Hazlo cuando no vayas a verme -contesta Chad acercando sus labios a los míos.
Subo a mi auto y manejo hasta mi casa. Al llegar, Noah me recibe con una gran sonrisa y me pregunta cómo me fue con Lauren.

Al día siguiente mi madre me sorprende en la puerta de mi casa diciéndome que se quedara conmigo por dos días. Noah al igual que yo queda sorprendido ante la inesperada noticia pero acepta encantado que mi madre se quede con nosotros en la casa. Noah adora a mí madre y por supuesto ella a él pero en estos momentos me pongo a pensar si Chad y mi madre podrían llevarse tan bien como lo hacen Noah y ella. Alejo esa loco pensamiento de mi mente y ayudo mi mamá con las maletas. Me alegro tanto que mi madre esté en Seattle junto a mí. Ambas quedamos en ir de compras juntas y luego a comer, pasaremos una tarde de chicas como ella lo llama y yo sonrío ante la emoción de la mujer que más amo en este mundo.
Chad empieza a llamarme mientras mi madre y yo almorzamos en un restaurante muy elegante, no contesto ninguna de sus llamadas lo cual mi madre se da cuenta y pide que conteste el teléfono.
-Ese timbre ya me está volviendo loca. ¿Por qué no contestas, hija? -pregunta mi madre mientras come.
-Porque estoy contigo y no quiero que nada nos interrumpa -contestó tomándole de la mano.
-Puede que sea importante, por favor contesta -me ordena.
Asiento y cuando Chad vuelve a llamar contesto nerviosa.
-Señora Miller al fin contesta -dice Chad en un tono de voz frío.
-No pude contestar, estoy con mi madre en estos momentos y no quería interrupciones, le devuelvo la llamada después -corto la llamada antes que Chad responda.
Me siento mal por haber hablado de esa manera pero la única solución para que mi madre no sospeche nada.
Continuamos conversando con mi mamá sobre mi trabajo, su trabajo y sobre mi padre que ahora está en California.
Recibo un mensaje de Noah pidiendo que regresando a casa nos alistemos para asistir a una reunión en la empresa. Le comentó sobre eso a mi mamá y ella acepta encantada.
Seguimos conversando cuando de repente alzo la mirada y el cabello desordenado y la casaca de cuero negro de Chad se hacen presente en el restaurante. No puedo creer que esté acá.
<<¿Cómo carajos sabía que me encontraba aquí?>> pienso para mis adentros.
-Buenas tardes Señora Wilson -se acerca a mi madre y le toma la mano para darle un pequeño beso en ella.
Mi madre coloca rostro de confusión y yo lo único que puedo hacer es sonreír.
-Hola Allie -se acerca a mí con una gran sonrisa en la boca y me besa la mejilla. No comprendo aún como Chad se encuentra frente a mi madre y a mí si hace unos minutos le corte la llamada para que no pudiera decir nada sobre mi comportamiento hacia él.

Un Placer Haberte ConocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora