Capitulo 68

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-De nada... Solo no me siento bien. Tengo que irme.- Intento abrir la puerta pero Chad no me deja.
Quiero salir huyendo. En realidad no sé de qué, si de él o de mis sentimientos hacia él. Todo marchaba bien, había aceptado el gran amor que siento por Chad pero ahora con las palabras que me ha dicho ya no sé qué pensar.
Él me hace sentir estúpida. No, miento. Yo misma me hago sentir estúpida, por haberme enamorado de un hombre que lo último que quiere es amar a alguien más.
Habían momentos donde sabía que Chad sentía lo mismo que yo pero al parecer solo fueron ilusiones, ilusiones que solo se te forman en la cabeza y que jamás se harán realidad.
-¡Allie! -exclama Chad trayéndome devuelta a la realidad-. ¿Qué sucede? ¿Por qué te estás comportando así? -pregunta frunciendo el ceño.
-Debo irme. -Lo empujo y abro rápidamente la puerta para salir corriendo escaleras abajo.
Lágrimas salen de mis ojos sin pedir permiso. Desde que conozco a Chad lo único que he hecho es llorar. Jamás imaginé llorar tanto por alguien y creo que esa persona ya llego y se llama Chad Stone.
Llego a mi auto, subo y cuando estoy por avanzar Chad se pone adelante evitando que continúe mi huida.
-¿Qué te pasa? He podido hacerte daño -grito saliendo del carro.
-Necesito saber que te pasa por favor, quiero saberlo -dice ignorando mi comentario.
Tengo los ojos inundados de lágrimas. Tengo a Chad frente a mi pidiéndome que le diga que es lo que me pasa realmente y creo que ya no puedo más con este sentimiento.
-Te has comportado tan extraña, tan distante desde hace muchos días y realmente necesito saber porque. Eres la persona más cálida, más cariñosa, más tierna que he conocido pero ahora siento que me transmites todo lo contrario, dime qué pasó...
-Te quiero. Es eso lo que me pasa. Te quiero -lo interrumpo.
Las palabras salen sin antes analizarlas en mi cerebro.
Lo dije. Acabo de decirle a Chad que lo quiero y en parte me siento bien conmigo misma. Siento que ese gran peso que me evitaba ser feliz se ha ido y solo queda la calma en mi pero el tormento en él.
No tengo respuesta por parte de Chad. Solo me queda mirando fijamente a los ojos y sin avisar me pone sus labios sobre los míos.
No esperaba esto. Pensé en irme después de haberle dicho que lo quería. Sabía que esas palabras no quería escuchar y que lo mejor era dejar las cosas así. Pero ahora, tengo sus labios sobre los míos. El sabor de alcohol aún se siente, tiene los labios fríos y algo hinchados. Mi boca abre paso a su lengua y la intensidad del beso se hace aún más excitante.
Lo quiero joder. Lo quiero y quisiera tenerlo para toda la vida. Pero eso es algo que solo él me lo puede permitir.
Nos separamos y limpia mis húmedas mejillas con la yema de los pulgares.
-Tengo miedo... -susurra acercándose su rostro al mío.
Yo abro los ojos confundida y mirando el terror en esos ojos grises-. Tengo miedo de volver a enamorarme. No tienes una idea de lo que se siente perder a la persona que amas, el vacío en el corazón que te deja esa persona que se va y no te da una explicación por lo que hizo. Tengo miedo.
Veo y siento el miedo en él. Sé por lo qué pasó pero tiene razón, no tengo idea de cómo se habrá sentido. Siempre he tenido a alguien que me quiera, que me de amor en los momentos que siempre lo necesitaba. Pero él, sobrevivió a ese gran dolor solo y su mejor refugio fue el alcohol y desnudarse frente a otras mujeres.
-Jamás te haría daño. Jamás me iría sin antes decírtelo. Jamás dejaría que afrontes tus problemas solo. -Le digo todas estas palabras desde lo más profundo de mi corazón. Quiero cuidarlo, amarlo, apoyarlo. Quiero ser ese soporte que él necesita para ser feliz.
-Ven -dice Chad tomándome de las muñecas y jalándome a dentro del auto.
Me sienta al lado del copiloto y se va hacia el asiento del conductor para poner en marcha el auto.
No tengo idea de lo que quiere hacer. No dice nada en el auto. Lo miro de vez en cuando. Tiene la mirada al frente y por nada gira para verme.
Cuando el camino se me hace conocido se hacía donde nos dirigimos.
Chad detiene el auto, sale y camina hacia el único lugar donde consigue la tranquilidad en él.
Yo bajo del auto cuando veo que se detiene frente a la vista de un maravilloso océano.
Siente mi presencia y entonces empieza a hablar:
-Cuando Miranda se fue con Patrick, empecé a pensar que el amor era para idiotas y que yo jamás volvería a ser un idiota que ame a alguien más aparte de mí mismo.
Sus palabras me duelen.
-Pero tú no eres idiota y más bien el idiota he sido yo por haberte enrollado en todo el drama de mi vida. Me dijiste que me querías y yo no tengo ni puta idea de lo que siento por ti. Te necesito. Realmente te necesito pero no sé lo que siento por ti. Y necesito tiempo, tiempo para descubrirlo.
<<¿Necesita tiempo?>>
Qué demonios está diciendo. Me pide tiempo ¿para qué? ¿Para darse cuenta que jamás podrá amar a alguien?
-¿Me estás pidiendo que me aleje de ti? -pregunto con rabia.
-No -niega rotundamente-. Necesito tiempo pero contigo a lado. Sé que suena jodidamente extraño pero a estas alturas ya no quiero separarme de ti.
-¿Necesitas tiempo para darte cuenta de que es lo que sientes por mí pero que sigamos estando con esto? -río sarcásticamente-. Chad eso es algo tan egoísta de tu parte. Me estás pidiendo que siga contigo si pensar que yo seguiré enamorándome de ti a tal punto que ya no podría imaginar una vida sin ti.
-Soy egoísta Allie. Siempre lo he sido y de verdad intento no serlo contigo pero es inevitable.- Se acerca a mí me toma de las manos-. Quédate conmigo y descubre junto a mí que es lo que siento por ti. Sé que no está lejos del amor pero tengo que estar seguro de eso para no hacerte daño porque me dolería demasiado hacértelo.
No sé qué responder. Chad me pide algo tan difícil. Es como volver otra vez a lo mismo, al principio de este error. Tener algo sin ser nada y peor aun siendo yo una mierda con la única persona que jamás dudaría en decirme que me ama.

Un Placer Haberte ConocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora