Tomo mi teléfono de la cómoda y miro si Chad me ha llamado o mandado un mensaje. Nada.
Llevo una semana sin saber de Chad, no pensé que no verlo sería tan difícil ahora.
<<¿No estarás enamorada de Chad?>> las palabras de Lauren preguntándome que si estoy o no enamorada de Chad ha hecho que toda esta semana sea sincera conmigo misma y me de cuenta qué tal vez si sienta algo más que atracción por él pero no estoy segura aún.Otra semana más pasa y sigo sin saber de Chad, en un momento de debilidad marque su número y lo llame pero simplemente no contesto, eso me enfureció e hizo que siga pensando por qué no puedo dejar de pensar en él.
Esta semana Noah y yo estamos de aniversario, llevamos ya un mes de casados y él ha preparado una celebración en casa, algo íntimo. Sin embargo, yo estoy sin ganas de celebrar tengo a Chad metido en mi cabeza las veinticuatro horas al días, no dejó de pensar en que estará pasando en Georgia, si su madre está bien o si ya se olvido de mí y no volverá más.
-Amor, ¿donde estás? -la voz de Noah que viene desde la sala interrumpe mis pensamientos y cambio mi rostro, finjo una sonrisa cuando Noah se acerca al umbral de la puerta y me da una sonrisa gigante.
-Tengo una sorpresa para ti, ven. -estira su brazo para tomarlo de la mano.
Me lleva hasta la sala y veo una cajita plateada encima de la mesa.
-Feliz Aniversario. -dice Noah entregándome la cajita y dejándolo en entre mis manos.- Quería hacerte este regalo después que nos casamos pero quería que fuera una sorpresa de aniversario. Espero que te guste.
Abro la cajita y encuentro un brazalete dorado que lleva nuestras iniciales y la fecha de nuestro matrimonio, sonrió ante tan bonito detalle de su parte y lo abrazo, agradezco y él me da un beso en los labios.
-He comprado todo lo necesario para cocinar juntos esa lasagna que tanto me encanta. -dice Noah llevándome a la cocina.
Cuando empezamos a cocinar juntos las risas invaden nuestro apartamento, gracias a las ocurrencias de Noah en la cocina hace que me olvide por un momento del hombre que ha ocupado mi mente por dos semanas.
-Está cien por ciento confirmado que la cocina no es lo tuyo -digo divertida cuando veo a Noah cortando los tomates desastrosamente.
-¿Tanto se nota? -responde Noah riéndose a carcajadas.- Te juro que he intentado dar lo mejor de mí. Pero... -se acerca detrás de mí y rodea con sus brazos mi cintura - por suerte tengo a una experta en cocina como mi esposa.
-No exageres. Solo sé preparar lasagna y un pastel de naranja así que no puedes decir que tienes una experta en la cocina. -Digo divertida y acariciando sus manos que siguen alrededor de mi.
-Si por mí fuera, comería tu lasagna y tu pastel de naranja el resto de mi vida.
Las palabras de Noah me enternece y me giro para darle un beso en la mejilla.
Nos dirigimos al comedor y empezamos con nuestra celebración, Noah saca un vino tinto del bar y lo abre para servirme una copa completa.
-Por muchos meses y años más. -dice Noah alzando su copa y Chad vuelve a mi mente por enésima vez.
Alzo mi copa fingiendo una sonrisa y brindamos.
Comemos y bebemos, hablamos de cómo comenzó todo y sobre haber tomado la decisión correcta de habernos casado.
Después de una velada linda, Noah me lleva hacia el cuarto y yo me pongo nerviosa al saber que es lo que viene.
Noah empieza a besarme el cuello, yo coloco mis manos en su cintura y lo abrazo.
Sus manos de Noah empiezan a acariciar mi muslo por encima de mi pantalón y me siento un poco incómoda al ver que no es Chad quien está tocándome.
Pero tengo que dejar de pensar en él y concentrarme en el hombre que si esta conmigo en estos momentos, mi esposo.
Empiezo a desabotonar la camisa de Noah y le acarició el pecho. Extraño ver ese tatuaje que esta debajo del ombligo de Chad.
<<Deja de pensar en él>> mi voz interior me lo ordena y vuelvo a prestar toda mi atención en Noah.
Le quitó la camisa y lo beso desesperadamente, él me quita la camiseta y se dirige hacia los pantalones y los baja, acaricia mis piernas cuando lo hace.
Lo acerco a mí y giro para tirarlo a la cama, empiezo a besar su abdomen y bajo hasta llegar a la cinturilla de su bóxer, él me quita el brasier y yo empiezo a bajarle el bóxer, veo su miembro duro, me excita verlo así pero no tanto cuando veo el de Chad.
Me quito las bragas y me siento a horcajadas de él, empiezo a moverme pero no me da el placer que deseo, intento moverme mucho más rápido pero nada.
A mi mente llega las veces que Chad me poseía contra la pared, la vez que lo hicimos en la oficina y es ahí cuando empiezo a excitarme mucho más, llego al climax y siento las manos de Noah acariciando mis pechos, a pesar que querer mantener mi mente alejada de él, no lo conseguí y volví a correrme penando en él.
Me recuesto al lado Noah y este me besa la frente.
-Te quiero mucho cariño -dice acariciandome la cabeza y yo el doy una sonrisa.
-Yo también -respondo y lo abrazo.
Nos acariciamos mutuamente hasta que empiezo a sentir demasiado calor y empiezo a levantarme para ir al baño a refrescarme.
-Tengo que ir al baño -digo soltándome de su agarre y me sonríe.
-Está bien -dice Noah.
Entro al baño y me lavo el rostro, me siento mal por no dejar de pensar en Chad. ¿Por qué Noah no me puede hacer sentir el mismo placer que me hace sentir Chad? Esa pregunta aún no me lo puedo responder, estoy tan confundida, siento que quiero a Noah pero cuando empiezo a pensar en Chad, él pasa a un segundo plano.
Cuando me acerco a puerta escucho que Noah está hablando con alguien, abro la puerta y lo veo conversando por teléfono.
-Acaba de salir, te paso con ella -dice Noah acercándome mi teléfono.
-¿Quién es? -pregunto tomando mi teléfono.
-Chad.
Escuchar el nombre de Chad me pone nerviosa pero a la vez feliz. Pero la idea de que Noah haya contestado la llamada me hace pensar que Chad está echando humo por las orejas.
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Un Placer Haberte Conocido
Romance¿Qué sucede si encuentras al amor de tu vida en tu despedida de soltera? Allie Wilson, una joven muy segura de sí misma, con su vida muy bien organizada y sin problemas; estaba a un día de casarse con el que pensaba era el amor de su vida, el exito...