Capitulo 32

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Llego a la oficina y entro primera que Chad. Me acerco a la oficina de Noah pero esta se abre antes que entre.
-¿Qué pasó? -le pregunto a Noah preocupada.
-Ericka apareció inconsciente en el baño desangrada.
Lo que me dice Noah es terrible, abro mis ojos como platos y el corazón se me detiene por unos instantes-. Tenía los brazos cortados y estaba muy pálida, fue una escena muy tenebrosa.
-¿Cómo está? ¿Donde está? -los nervios entran en mi y la piel se me eriza al escuchar cómo se encontraba Ericka.
-Los paramédicos ya se la llevaron al hospital, aún no nos han dado un diagnóstico pero ojalá todo vaya bien. -Noah me abraza y unas cuantas lagrimas recorren mis mejillas, a pesar de no ser tan amiga de Ericka, lo que le ha pasado es algo muy doloroso.
-¿Has visto a Chad? Lo estoy buscando desde hace rato pero no lo ubico.
-Lo vi en recepción -replico soltándome de Noah de su abrazo.
De su bolsillo saca su teléfono y empieza a llamarlo, cuando Chad le contesta pide que venga a la oficina.
A los 2 minutos Chad se encuentra en la puerta de la oficina, lo miro con mis ojos brillosos por las lágrimas que he derramado y él me mira preocupado.
-Chad, necesito que lleves unos papeles a la empresa de Ryan James, lamentablemente ha sucedido algo terrible con Ericka que nos ha retrasado con el envío.
-¿Qué le pasó a Ericka? -pregunta Chad confundido y a la vez preocupado.
-La encontraron desmayada en el baño desangrando, ha sido llevada al hospital de emergencia. -Noah le entrega unos 5 documentos a Chad y este lo recibe de mala gana, acción que yo reconozco pero que Noah no.
-Que lamentable hecho, espero se recupere pronto. -Chad sale de la oficina sin decir nada más y yo me siento un poco mal por todo lo que ha sucedido que decido por irme a casa.

Hace dos días, en la empresa se vivía un ambiente de tensión ya que lo sucedido con Ericka nos impactó a todos, por suerte ahora las cosas están mucho mejor ya que los doctores nos confirmaron que ya se encuentra mucho mejor pero que necesita reposo absoluto.
Ericka tomó esa terrible decisión de suicidarse por una gran depresión que llevaba, su hermano acababa de morir y su padre no se encontraba bien, no soportaba el hecho de que su familia se había destruido, me lleno de tristeza escuchar todo eso lo que hizo que fuera a verla al hospital y brindarle todo mi apoyo incondicional.
Chad también fue a verla, el ánimo de Ericka se levantó cuando vio a Chad, sé que a ella le gustaba pero no pensé que demasiado ya que casi le da un beso.
Digo esto porque yo estaba presente cuando Ericka y Chad se vieron, al salir del cuarto los celos aún recorrían por mis venas, él hizo de todo por acercarse a mí pero yo lo evite.
Después de esa situación Chad y yo no volvimos a hablar en varios días, al parecer a Chad no le importa que esté molesta con él lo que me hace pensar que no le importo, y por enésima vez pienso en terminar con lo que tenemos pero siendo sincera conmigo misma sé que volveré a los brazos de Chad.
Noah ha pedido una nueva secretaria ya que Ericka no podrá trabajar por unos meses, la chica que estamos a punto de contratar se llama Miranda, es muy bella, tiene casi el cuerpo perfecto, una piel muy blanca, un cabello rubio rizado muy cuidado y tiene los ojos de color verde. Me pareció muy agradable cuando la entrevisté lo cual me convenció para contratarla además que cuenta con mucha experiencia en oficio de secretaria.
-Bienvenida a la empresa Miller, Miranda. -Digo dandole la bienvenida a la nueva secretaria de Noah.
-Muchas gracias señora Miller. -Tiene una sonrisa de oreja a oreja cuando recibe la copia de su contrato y las normas de la empresa.
-El señor Miller te espera en su despacho, puedes iniciar desde el trabajo -le brindo sonrisa amable y ella sale de mi oficina.
A los segundos que ella desaparece de la oficina, me acerco a la puerta para ver si Chad está en su puesto pero no. Salgo hacia la cafetería con excusa de ir a tomar un café para buscarlo con la mirada pero nada, mis ganas de verlo es más fuerte que mi orgullo.
Saco mi teléfono y veo si hay alguna llamada de él, nada. Vuelvo a mi oficina resignada que hoy tampoco lo veré.
Al día siguiente cuando llego a la oficina con un vaso de café en la mano, veo a Chad sentado encima de la mesa, lleva una camisa azul y unos pantalones muy pegados que me dan ganas de sacárselos.
-Buenos días señora Miller -dice Chad acercándose a mi para darme un beso en la boca pero yo lo esquivo.
-¿Qué te pasa? -pregunta fríamente.
No respondo su pregunto y empiezo a hacer mi trabajo ignorando que se encuentra ahí mirándome confundido.
-Me puedes decir ¿qué demonios te pasa? -se acerca hacia dónde estoy sentada y me acorrala en la silla mirándome enfurecido.
-¿Crees que puedes venir aquí a mi oficina, queriendo darme un beso como si nada hubiera pasado? No has venido a la empresa por tres días y ni siquiera te has conmigo. -Digo también enfurecida; detesto cuando hace como si nada hubiera pasado, actúa siempre así, o él se molesta o yo me molesto, pasan unos días sin hablar ni vernos y de la nada viene y se comporta como si estuviéramos bien.
-Eres tú la que se comportó rara conmigo ese día en el hospital. Yo solo espere unos días para que me dijeras que te pasaba pero claro como siempre quieres que de yo el primer paso no hiciste nada para hablar conmigo. -el tono que utiliza Chad conmigo me enfurece aún más y trato de levantarme de la silla pero él no me deja.
Con un poco más de fuerza me suelto de su agarre y camino hacia el estante de madera que tengo en mi oficina, lo vuelvo a ignorar y él se acerca nuevamente a mí.
-¿Podrías dejar de comportarte como una niña engreída? -susurra en mi oído.
Chad se encuentra detrás de mi, sus manos acarician mi cintura y su barbilla lo coloca encima de mi hombro.
Una corriente pasa por todo mi cuerpo cuando este me gira y empieza a besar mi cuello, yo me apego más a su cuerpo y Chad se apodera de mis labios.
No me puedo controlar cada vez que Chad besa alguna parte de cuerpo, he escuchado que la pasión hace que te olvides de todo y eso mismo me pasa cada vez que Chad toma cada parte de mí.
-Señora Miller, necesito... -la voz aguda de Miranda nos aleja.
Su rostro es de sorpresa, mi rostro es de vergüenza y el rostro de Chad no expresa nada.
Miranda y Chad se miran fijamente, los ojos de Chad se oscurecen cuando observa a Miranda y ella coloca una cara de nostalgia.
La rubia se empieza a acercar donde Chad y este retrocede con un rostro lleno de ira y decepción.
-¿Qué estás haciendo aquí? -le grita a Miranda con un tono de voz muy grueso.
Su tono de voz me asusta, me siento incómoda frente a esta situación pero más me incomodo cuando Miranda se acerca a Chad y lo toma por los brazos, definitivamente estos dos se conocen de antes y la curiosidad me mata por saber de dónde.

Un Placer Haberte ConocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora