Capitulo 31

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Estoy literalmente con el corazón en la mano al ver cómo Noah no comprende que hacemos a solas Chad y yo en el apartamento de Lauren.
-Chad tuvo un accidente y vino a buscar a Lauren para que le ayude a curar las heridas que tiene -digo mirando a Chad para que me siga la corriente y no se atreva a decir otra cosa.
-¿Qué paso? ¿Estás bien? -pregunta Noah preocupado por como se encuentra Chad.
-Estoy bien. -El tono seco de Chad me pone en alerta ya que este podría reaccionar de cualquier manera ante Noah.
Por suerte mi esposo no nota el fastidio de Chad y le digo que será mejor que nos vayamos.
-Por cierto, ¿Lauren donde está? -pregunta Noah buscado con la mirada a Lauren.
-Está en su cuarto, voy por ella. -Salgo de la sala y me voy al cuarto de Lauren para que me ayude a salir de este incómodo momento.
-Lauren. Despierta -digo en voz baja moviéndola para que despierte.
-¿Qué pasa Allie?, ¿para qué me despiertas? -gruñe y bosteza tapándose la boca con sus manos.
-Noah ha venido y necesito que me ayudes para irme, no sabía qué decirle para que me creyera así que le dije que Chad tuvo un accidente y que ha venido a buscarte para que le cures las heridas -respondo rápidamente nerviosa.
Lauren empieza a burlarse de mí y se levanta de la cama.
-Ay, Allie. Eres bien mala mintiendo pero por suerte tienes a un hombre que te cree todo.
-Cállate Lauren y ayúdame a salir de esto.
Lauren tiene razón, soy pésima mintiendo pero tengo mucha suerte que Noah confíe en mí ciegamente lo cual me hace sentir de por sí demasiado mal.
Ambas nos dirigimos a la sala y veo que Noah y Chad conversan sentados en el sofá; el rostro de Chad es de impaciencia total y me hace reír.
-Noah, ¿qué haces por aquí a estas horas? -pregunta Lauren sonriéndole a Noah y dándole un abrazo.
-No podía dormir sin mi esposa a lado, así que vine a buscarla. -Noah se acerca a mí, rodea sus brazos en mi cintura y me da un beso en la mejilla-. Allie me dijo que te sentías mal y que querías que se quedara pero no pude evitar no extrañarla.
Lauren me mira confundida pero a la vez divertida y yo le ruego con los ojos que le siga la corriente a Noah por lo que acaba de decir.
-Si, si, si. Me sentía súper mal pero ya estoy mejor; pero no te preocupes ya no la necesito -se ríe de su propio comentario y yo le agradezco moviendo la boca por haberme ayudado.
-Bueno, es demasiado tarde y no he dormido nada. Que bueno que ya te encuentres mejor Lauren y lamento mucho lo de tu mano Chad, espero se sane pronto. -Dice Noah amablemente y caminamos hacia la puerta-. Te espero el lunes Chad, me alegra saber que retomaras el puesto en la empresa.
Eso último dicho por Noah me sorprende demasiado. ¿Chad volverá a trabajar en Miller? Pensé que después de lo que había pasado no volvería jamás.
-Estaré ahí. -Pronuncia Chad mirándome con una sonrisa de oreja a oreja.

La semana empieza nuevamente y estoy muy emocionada ya que veré a Chad después de dos días. El fin de semana no nos hemos comunicado porque Noah y yo hemos ido a casa de sus padres, ha sido unos días de relajo alucinante aunque no podía dejar de pensar en qué estaría haciendo Chad en esos momentos.
Llego a la oficina y saludo a Ericka, tiene el rostro con una expresión decaída, le preguntó si se encuentra bien y ella me asegura que no tiene nada.
Pasan dos horas de trabajo y Chad no se ha acercado a mi oficina, lo cual me parece extraño.
El vibrador de mi teléfono me aparta de mis pensamientos y veo que tengo un nuevo mensaje, es de él.
               Te invito a comer.
El mensaje me hace sonreír y le respondo rápidamente.
                Está bien.
Le envío el mensaje y espero su respuesta la cual no tarda ni dos segundos.
                 Te espero abajo a la  una.
Eso quiere decir que Chad se encuentra en la empresa, pero por qué no se ha acercado a mi oficina.
                  Nos vemos entonces.
Salgo de mi oficina y cuando abro la puerta veo a Chad sentado en su escritorio al lado de Ericka. Yo le sonrió y el me guiña el ojo.
Las horas parecen eternas cuando deseas que llegue el momento que tanto esperas, miro el reloj cada cinco minutos esperando que marque de una buena vez la una.
Son las doce y cincuenta cuando empiezo a arreglarme el cabello y el vestido para bajar y encontrarme con Chad.
Paso por la oficina de Noah para avisarle que saldré un momento y él asiente. Cuando llego a la entrada de Miller, me parece extraño no ver la moto de Chad aparcada afuera de la empresa.
Recorro la calle tres veces y nada; empiezo a desesperarme cuando escucho el sonido del motor de la moto y giro para ver a Chad aparcando cerca de la acera.
-Lo siento por haberte hecho esperar, pero Elle no quería encender. -dice Chad bajando de la moto y dándome un beso en la mejilla.
-¿Elle? -pregunto confundida al no saber de quién me está hablando.
-Mi moto. Se llama Elle.
-¿Le colocas nombre a tus cosas? -pregunto divertida.
-No. Solo cuando es algo muy especial para mí -me ofrece el casco y me ayuda a subir a la moto o mejor dicho a Elle-. Esta moto es lo mejor que tengo en la vida.
El sentimiento con el que habla de su moto me enternece.
-¿A dónde me vas a llevar a comer?
-¿Dónde quieres ir? -me pregunta Chad girando su rostro hacia el mío para mirarme a los ojos.
-Se me antoja comida rápida. -respondo riéndome de la cara se coloca Chad al escucharme decir que es lo que quiero comer.
-¿En serio? Pensé que querías ir a uno de esos lugares qué sueles ir con tu esposito.
-Estoy cansada de ir a esos lugares. Noah me lleva casi todo los días.
-Es dueño de una de las mejores empresas de Seattle, puede darse esos lujos.
-Si, pero ya no me agrada tanto.
-Entonces, ¿comida rápida?
-Siii... -digo como una niñita feliz.
Chad y yo nos vamos hacia un establecimiento de comida rápida y cuando llegamos se me hace agua a la boca al sentir el olor de las papas fritas.
Pedimos hamburguesas con queso, mis favoritas y al parece el de él también, y nos sentamos en una esquina del restaurante para estar más cómodos.
-Si que tenías hambre. -Dice Chad divertido mientras entra la hamburguesa a mi boca.
-Mucha, respondo riéndome y él me brinda una sonrisa espectacular.
Nos quedamos sin charlar por 5 minutos; hecho que evito empezando a preguntarle sobre su viaje a Georgia.
-¿Qué tal estuvo tu viaje? -pregunto mientras como las papas fritas de la hamburguesa.
-Bien -responde Chad fríamente.
-Y... ¿tu madre ya está mejor? -digo nerviosa mirándolo a los ojos.
Chad asiente y sigue comiendo sin mirarme, creo que le ha incomodado que le haya preguntado sobre su viaje.
Me limpio las manos y me acerco a él, le toco el hombro y lo observo tiernamente.
-¿Estás molesto conmigo? -pregunto con una voz tímida.
Chad se gira y me mira a los ojos, acerca sus labios a los míos y me besa.
Cuando termina el beso, él niega con la cabeza y yo sonrío como una idiota.
-Gracias por la comida, estuvo muy buena. -Agradezco saliendo del restaurante.
Chad me sonríe y me entrega el casco para subir a la moto.
-¿Quieres ir a otro lado? -pregunta Chad encendiendo la moto.
Antes que le responda mi teléfono empieza a sonar, cuando leo la pantalla el nombre de Noah me incomoda un poco pero igualmente contesto.
-Cariño, ¿donde estás? Necesito que regreses a la oficina, ha sucedido algo con Ericka -la voz de Noah es de preocupación lo cual me pone nerviosa.
-¿Qué le pasa a Ericka?
-Ven por favor, te necesito aquí.
Termino de hablar con Noah y el rostro de Chad también es de preocupación.
-¿Pasa algo malo? -se gira para verme a los ojos.
-Si, tengo que regresar a la oficina.
Chad coloca un rostro de fastidio y acelera para ir hacia la oficina. Noah no me llama por los empleados así nomas, debe ser algo muy grave, espero que Ericka se encuentre bien ya que hoy en la mañana la vi muy mal.

Un Placer Haberte ConocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora