Parte 7

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Este capítulo está dedicado a renata_cc . Gracias por incluir mi historia en una de tus listas de lectura. Espero que me acompañes todo el camino que ésta dure y sobre todo, espero no decepcionarte 💜👸🏻.

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Habían pasado algunos días cuando una adolorida Lauren se encontraba en el auto de su padre, regresando del centro neoplasico, rumbo a casa.

Su madre se hallaba con ella en el asiento de atrás, y Chris iba en el asiento del copiloto. Taylor esa vez no había ido a con ellos, se encontraba en clases de baile, ensayando para una presentación. Clara casi le prohíbe que fuera a su clase para que todos fueran con Lauren, pero esta se negó rotundamente, pues no quería generar enemistades con su hermana y que todo girara en torno a ella y a su enfermedad. Sabía lo mucho que Taylor amaba el baile y no iba a ser ella quien se interpusiera entre Taylor y sus clases o sus ensayos.

- Te amo, Laur. Gracias!- le había dicho Taylor al salir de la casa a toda prisa, habiendo ganado la discusión con su mamá gracias a Lauren. Taylor amaba a Lauren, pero odiaba el instituto oncológico, pues a pesar de lo que todos dijeran, ella sentía que una parte de su hermana se iba quedando en ese centro médico, después de cada control. Prefería engreírla y mimarla después, cuando ella volviera a casa.

- Papá, a esta hora el tráfico siempre es terrible y debemos llegar rápido para que Laur se recueste y descanse- dijo un preocupado Chris a su padre, mientras estiraba el cuello para ver cómo estaba de autos el resto del camino, mientras esperaban el cambio del semáforo, que en la intersección de esa avenida era eterno.

- Pero es el único camino que conozco, tal vez...- continuó hablando Mike, pero para Lauren, su voz se silenció en su cabeza.

Al mirar por la ventana, volvió a ver al grupo de chicos que había visto días atrás mientras se dirigía a uno de sus controles. Ahora los pudo ver con más detenimiento, pues los cuatro caminaban dirigiéndose a la pista para aprovechar el cambio del semáforo y trabajar.

De los cuatro, una de ellos le llamó la atención especialmente. Mientras uno de los chicos tocaba la guitarra y el otro montaba el monociclo simulando un baile con la chica del vestido que simulaba un tutú, la otra parecía no tener ninguna de las habilidades de sus compañeros puesto que al principio sólo se limitaba a observarlos, sosteniendo un bote, el que luego ofreció por las ventanas de los autos, para recoger unas monedas.

Lauren la miró y la vio tan pequeña y tan frágil, que incluso dentro de su propia fragilidad, deseó protegerla.

- Chris, tienes unas monedas?- le preguntó Lauren a su hermano, tocándole levemente el hombro.

Al escucharla, Chris volteó a mirarla, levantándose levemente del asiento para sacar su billetera del bolsillo de su pantalón.

- A ver, déjame ver, Laur- le dijo Chris mientras abría La billetera que ya tenía en sus manos.

- No, Laur, sólo tengo billetes - le dijo con algo de frustración, puesto que le hubiera gustado dar a su hermana lo que le pedía.

- No importa, dame dos de los billetes que tienes- le dijo, estirando el brazo y extendiendo la mano casi a la altura de la de Chris. Él se encogió de hombros y simplemente le dio lo que ella le pedía. Ahora se sentía un poco más aliviado al saber que finalmente sí pudo dar gusto a su hermana en lo que le pedía.

- Toma- le dijo poniendo los billetes en su mano.

Al ver que la pequeña chica se acercaba al auto justo para el lado de su ventana, bajó del todo la luna, sacando el brazo para que la chica viera que ahí sí iba a obtener dinero. Una cosa más le impactó de ella, su maravillosa sonrisa. Ella la ofrecía a todos, independientemente de que le dieran dinero o no, y Lauren pensó que si todos los que estaban ahí tuvieran que pagar por ver aquella sonrisa, esa chica probablemente tendría mucho dinero ahora mismo.

Al llegar a su lado del auto, Lauren no supo si era parte de las contraindicaciones de su tratamiento, pero habría jurado que esa chica era un ángel al que sólo le faltaban las alas. Sí, debía ser el tratamiento, seguro.

Lauren sintió su cuerpo paralizarse y con mucho esfuerzo esbozó una sonrisa al tener a la chica frente a ella. Casi en automático depositó en el bote los billetes que le dio Chris, lo que lógicamente causó sorpresa en la chica pues, de todos los autos que habían transitado ese día, ni el resto de días, ninguno le había ofrecido tal cantidad.

- Gracias, bonita- fueron las palabras que pronunció Camila, y que a Lauren le parecieron sacadas de coro de ángeles. Esa chica definitivamente no era de ese país, pues no tenía el típico acento de los colombianos al hablar.

Y la sonrisa que Lauren había conseguido esbozar con esfuerzo unos segundos antes, no hizo más que ensancharse ahora: la chica sin habilidades para el monociclo, ni el baile ni la guitarra -o al menos eso pensaba-, le había dicho bonita.

A lo largo - o más bien corto- de los años que Lauren había vivido, había escuchado muchas veces muchos halagos, pero ninguno nunca se le hizo más sincero que ese. Sobre todo considerando el hecho que, la chica que le había dicho bonita, era preciosa.

Y cuando Lauren por fin se sintió capaz de articular palabras, sintió el auto ponerse en marcha lentamente, pues sin que ella se hubiera dado cuenta, el semáforo había cambiado hacía unos segundos, no quedándole a Mike otra alternativa que no fuera avanzar.

Maldijo internamente al semáforo, al cambio, a los segundos tan cortos - que en realidad eran alrededor de un par de minutos porque era un semáforo inteligente y de acuerdo al tráfico su tiempo era irregular dependiendo de el número de carros que hubiera- y al color verde, que había hecho que su padre tuviera que avanzar.

- Esa chica te dijo bonita, Laur, pero tú eres preciosa- le dijo Chris sonriéndole, sacándola un poco de sus maldiciones internas.

Lauren sonrió resbalándose del asiento simulando esconderse, se encogió de hombros y con una sonrisa que Chris no veía en ella hacía mucho tiempo, dijo:

- Nunca antes había preferido tanto la palabra bonita, a la palabra preciosa.-

Y en ese entonces, Chris deseó que el tráfico hubiera sido más intenso, pues hubiera deseado congelar la sonrisa que tenía su hermana en ese momento, y ponerla en un cuadro.

Y en ese entonces, Chris deseó que el tráfico hubiera sido más intenso, pues hubiera deseado congelar la sonrisa que tenía su hermana en ese momento, y ponerla en un cuadro

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Momento Camren! Yeiii!!! 👻

Y esto recién empieza :')

Que me alcance la vida | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora