Lauren pensaba que tenía toda la vida por delante, incluso habiendo sido diagnosticada con un extraño tipo de cáncer.
Camila estaba en busca de algo que le diera sentido a la vida que tenía, que consideraba aburrida.
- ¿Por qué no me dijiste acerc...
Este capítulo está dedicado a PaulithaCastillo . Gracias por haber agregado mi historia a una de tus listas de lectura. Espero que me acompañes hasta el final y que la pases bien 🐣💜💁🏻.
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Lauren POV
Era casi un mes que venía saliendo con Camila y yo estaba viviendo mi propia versión de paraíso. No había cansancio o malestar que me detuviera a salir con ella, salvo ayer que habíamos quedado pero de verdad me era imposible mantenerme en pie sin sentirme mareada, entonces, lo habíamos dejado para hoy.
Sabía que ella había llegado hace un rato, porque mamá me había avisado, pero yo todavía me encontraba aplicando una ligera capa de maquillaje que cubriera mis ojeras y el aspecto un poco demacrado que había tenido esa semana.
En la consulta que habíamos tenido ayer el doctor nos había dicho que así como habíamos intensificado el tratamiento, la enfermedad se había intensificado también y que al paso que íbamos probablemente tendríamos que llevar a cabo la masectomía, pero yo prefería no pensar en eso y en cambio, pensar en mi Camzi bebé, que estaba con mis padres y Chris en el primer piso.
De pronto, un mensaje sonó en mi celular, y era uno en whatsapp, del número de Chris, lo que me parecía bastante extraño, considerando el hecho de que estaba abajo. Cuando lo abrí, tenía una fotografía y fue una agradable sorpresa la que encontré.
Chris: Laur, si te demoras más este par se va a poner a jugar en el jardín. Ellos dicen que están jugando a hacer caras, pero yo digo que te apures porque Camila seguramente ya debe estar aburrida de soportar a papá 😖
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Al ver la foto mi reacción fue... Dios! Amaba la manera en que Camila había encajado en mi familia. Mis padres sabían que la familia de Camila estaba en Estados Unidos y que ella no tenía a nadie acá, mas que a sus amigos de viaje, entonces siempre trataban de hacerla sentir como en casa.
Desde la vez que Camila había aceptado quedarse a cenar después de la primera cita que tuvimos, no había día en que nos viéramos y no se quedara a cenar o domingo en que no estuviéramos juntas casi todo el día, ahora ella era parte de nuestros domingos familiares. Y era bueno, porque a veces venía Normani también, entonces, podía tener en un solo sitio a las personas que más quería.
Incluso era adorable cómo luego de cenar, ella se ofrecía a ayudar a mi madre y a mi padre a recoger todo. Mi madre al principio no la dejaba siquiera poner una servilleta porque era nuestra invitada. Pero a la segunda semana la cosa fue cediendo y ya la dejaba recoger los platos, lo que a mí me daba buena alerta, pues eso significaba que mi madre ya no la sentía una lejana y extranjera visita, sino alguien más de nosotros.
