Parte 12

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Este capítulo está dedicado a ClaudiaSandovalChava y a MariaIsabelCardonaAg . Gracias por darle una oportunidad a mi historia. Y no espero que sea lo que esperaban, espero que sea mucho mejor 😉. Espero también que me acompañen todo el camino con su lectura y con sus votos 💜👩🏻👩🏻.

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Lauren POV's

Habían pasado tres días desde que mi Pink Princess y yo habíamos coincido en el Starbucks en el que trabajaba la chica que le gustaba a Mani y yo estaba fascinada. Nunca antes me había aferrado más a la vida como ahora. Nunca antes me había alegrado tanto animar a alguien a que hiciera algo, porque claro, recordemos que casi que tuve que sacar a la fuerza el trasero Mani de mi auto para que por fin se animara a bajar, y sin contar las veces que le serví de modelo para que practicara lo que le diría- lo que al final me comentó que olvidó, por cierto-.

Desde siempre fui muy optimista, no me dejaba derrotar por nada y mucho menos sin dar batalla y estar a la altura de la situación. Cuando me enteré de que tenía cáncer, contrariamente a lo que la mayoría podía pensar, no me pasé esa tarde llorando - lo que sí hicieron mis padres, Chris y Taylor- sino que resolví que tenía que ser fuerte por mí y por ellos, sobre todo por ellos, que eran lo que más amaba y lo más valioso que tenía en la vida, esa que ahora me decía que iba a ser un camino un poco más difícil que recorrer, pero no imposible. No había nada que no pudiera hacerse con determinación, constancia y sobre todo, fe. Y de ésta última tenía de sobra, porque era todo a lo que podía aferrarme.

Cuando inicié el tratamiento, el médico nos dijo que era lo mejor que podía haber, y aún así no se mostraba muy optimista, pero con que yo lo estuviera, a mí me bastaba. Nos dijo que incluso si funcionaba, tal vez llegaría el momento en que tuvieran que someterme a una masectomía del seno derecho, pero me dijo también que antes de que nos diéramos cuenta, el cancer podía avanzar y expandirse a otras partes del cuerpo, porque por una condición genética, este cáncer era en extremo agresivo, y que las células cancerígenas o podían hacerse más débiles y desaparecer o podían contribuir a formar una especie de cóctel genético con la radiación y convertirse en un cáncer más fuerte. Nos dijo también que en Estados Unidos venían desarrollándose algunas pruebas que habían funcionado en en dos de los cinco pacientes en los que de habían probado, pero que intentaríamos de todo para que el cáncer se redujera y sólo con mucha pero mucha suerte, se fuera de mí.

Sin embargo, al conocer a Camila, supe que había agotado toda la cuota de buena suerte que tenía asignada una persona para toda la vida. Y si era así, yo no estaba ni una pizca de arrepentida, pues no cambiaría el haberla conocido por nada del mundo, incluso si viniera un genio de los deseos como el de Aladino y me propusiera estar sana con tal de anular el haberla conocido.

El día en que habíamos coincido en Starbucks, llegué a mi casa feliz como no lo estaba hacía mucho tiempo. Después de pasar por el interrogatorio de Mani - que por cierto fue mutuo, pues no me habría perdido el desenlace de ella y la dependienta- ella había entendido por fin de lo que yo le hablaba cuando íbamos camino a ese café.

- Entonces Laur, es así como se define la conexión de la que me hablabas antes de entrar a esa cafetería?- me preguntó con un aire más que de pregunta, de afirmación.

- Sí Mani, nunca hubiera podido encontrar nada más que se ajuste a la definición que eso- le dije sonriendo al recordarla- Es curioso, sabes? Porque nada más verla se sintió como un reencuentro, como si por fin encontrara algo que había sido para mí y que había estado esperado por mí. Ese día conversamos por horas y fue mágico. Tú sabes lo mucho que me gusta hablar y que muchas veces dices que en vez de conversaciones lo que tenemos son monólogos de Lauren y Mani escuchando, pero con ella... cambiaría todas mis palabras sólo para escucharla, podría escucharla toda la vida, que ahora más que nunca espero que sea mucha la que me quede... - suspiré pero no con tristeza, sino con esperanza.

Que me alcance la vida | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora