Capítulo 8

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Donghae hizo todo lo posible por no reírse, pero las tonterías que Kyuhyun soltaba sobre su relación con Jessica le causaban tanta gracia que sus carcajadas se escuchaban por toda la calle. Normalmente no estaba muy transitada. Ese día, sin embargo, la gente paseaba, los niños corrían y los perros ladraban desde el parque que había cerca de allí. Era sábado por la tarde, al fin y al cabo.

—Yo solo digo que se va a enamorar más de ti si sigues regalándole cosas. Deberías, no sé... llevarla a la partida de paintball del domingo.

—Tú no la has visto —su voz tranquila y su expresión seria no duraron más de un par de segundos. Tanto él como Kyuhyun comenzaron a reír mientras imaginaban a la chica de gestos delicados con una pistola de paintball en la mano, gritando para que su padre fuese a buscarla.

Quizás no era tan mala idea.

—Lo sé, soy un genio.

—Malvado —añadió, mirándolo con una media sonrisa.

Su mejor amigo fingió sentirse indignado, se llevó una mano al pecho y gritó que él era, como mínimo, un ángel. Donghae rió de nuevo. Se burlaron el uno del otro durante varios minutos antes de que el menor terminase pasando un brazo sobre sus hombros en una llave que había visto jugando a Mortal Kombat. A veces Donghae odiaba que Kyuhyun fuese más alto que él.

—¿Por qué no me sorprende que seas tú el causante de todo este escándalo? —la voz de Hyukjae resonó por fin dentro de sus oídos.

Kyuhyun lo soltó rápidamente, dejando que se levantara y se colocara bien la camiseta. No sabía exactamente cuánto tiempo habían estado esperando a que el fotógrafo les abriera la puerta, pero estaba seguro de que no había sido poco.

Se cruzó de brazos, dispuesto a echárselo en cara, pero se quedó mudo al ver la hastiada expresión en el lívido rostro. Normalmente no era amable y no lo miraba con simpatía, pero en aquel momento simplemente comenzaba a sentir que debía ponerse de rodillas y suplicar perdón por algo que desconocía.

—Ya era hora —dijo Kyuhyun en su lugar, mostrando su característica sonrisa. Hyukjae lo miró entonces, como si acabase de darse cuenta de su presencia— Soy Ky...

—Me da igual —movió una mano con desgana, indicándole a Kyuhyun que se callara. Donghae notó cómo, al instante, volvía a tener la oscura mirada fija en él— Espero que no hayas venido solo para molestarme.

—Vengo por lo del álbum.

Alzó la cabeza, seguro. Él no era quien se comportaba como un imbécil todo el tiempo. Él no era quien había tenido la idea de sacar las fotografías del álbum con Kyuhyun a su lado. Él sí era quien no entendía por qué Hyukjae estaba tan molesto de que estuviera allí cuando habían quedado por teléfono hacía pocas horas.

El fotógrafo chasqueó la lengua con un asentimiento y giró sobre sus talones para adentrarse en el estudio. Donghae le hizo un gesto a Kyuhyun para entrase con él y cerró la puerta a su espalda. Su mejor amigo lo tomó de la cadera con un brazo.

—Me habías dicho que era un imbécil, pero esto super mis expectativas —susurró contra su oído, medio riendo.

—A lo mejor tiene un mal día —se excusó. No sabía qué diablos hacía intentando defender su mala actitud.

—O puede que le moleste verme aquí.

Donghae negó rápidamente con la cabeza, enrojeciendo de solo imaginar que eso podía estar pasando. Era imposible. Hyukjae le había dejado bien claro que solo era un polvo. Nada más que eso. Y él estaba satisfecho con ello. Se había quitado un peso de encima, se había relajado lo suficiente para ignorar durante todo el viernes a la profesora de empresariales, se había arrancado las ganas de tener el cuerpo del fotógrafo contra el suyo de cuajo.

Inefable [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora