Donghae se enfundó en el conjunto que Hyukjae había elegido, pantalón y americana rojos, camisa blanca y zapatos de vestir que brillaban contra la luz sobre el probador. Se abrochó los gemelos y se peinó un poco con los dedos antes de meter ambas manos en los bolsillos. Era bastante diferente a lo que solía vestir. No tenía nada que ver con su ropa de fiesta. No se parecía a los trajes de Donghwa. Su madre jamás habría aceptado verle con algo así. Era tan llamativo, tan poco elegante, tan distinto a lo que Donghwa se pondría.
Le gustaba.
Dio media vuelta y abrió la puerta. Hyukjae estaba coqueteando con una dependienta, sentado en un sillón de piel justo frente a él, a pocos metros. La chica reía complacida porque el fotógrafo parecía saber muy bien como conquistar a una mujer.
Quizás por eso su relación era tan extraña. Ya le habían avisado muchas veces, antes de aceptar a sí mismo como gay incluso; liarse con un heterosexual no era precisamente aconsejable. Pero de momento no estaba tan sumamente mal como lo describían. No era como si él quisiera a Hyukjae solo para sí mismo.
Aunque si podía llamar su atención y ocupar el lugar de aquella chica, mejor.
Carraspeó, relajándose en el umbral a la espera de recibir una mirada de esas gafas de sol. La chica alzó la cabeza primero, pero su expresión avergonzada no cambió. Donghae le sonrió. Que no se fiase de la opinión de las dependientas, no quería decir que tuviese que ser un capullo con ellas. Solo hacían su trabajo: vender. Pero ella solo se quedó ahí, callada, ruborizada, mirándolo.
Donghae bajó su mirada hasta Hyukjae, que se quitó las gafas de sol para observarlo de arriba abajo.
—¿Y bien?
—Bien —asintió, apoyando una de las patillas en su labio inferior.
—Le... le queda muy bien —añadió ella—. Super bien... P-podría ser modelo...
—En eso estamos —Hyukjae movió una mano hacia ella para decirle que se fuera, aunque sus ojos seguían fijos en él y su lengua había empezado a lamer la patilla de las gafas de sol.
—Gracias —le hizo una reverencia con la cabeza, educada y simpáticamente.
La chica le respondió el gesto con una sonrisa tímida y abrió la boca para decir algo, pero Hyukjae alzó la mano antes, haciéndola callar.
—Lárgate —con un asentimiento, ella se fue corriendo. Entonces Hyukjae dejó caer el brazo y cruzó las piernas— Date la vuelta.
Antes que hacerle caso, Donghae frunció el ceño, cruzándose de brazos. Primero lo veía intentando conquistarla y quizás habría conseguido llevársela a la cama si él hubiese tardado un poco más, o si no hubiese sido un capullo en ese momento.
—Podrías haber sido un poquito más amable con ella.
—¿Para qué? No iba a conseguir nada —se encogió de hombros—. La has deslumbrado con tu belleza.
Si no hubiese sido Hyukjae, él sabía que se habría ruborizado, reído y continuado con el juego de halagos. Pero tratándose del fotógrafo sarcástico, simplemente resopló y se aguantó las ganas de poner los ojos en blanco.
—Ella tampoco iba a lograr demasiado conmigo.
—¿No? —rió, apoyando la mejilla en una mano— Yo creo que deberías practicar un poco. Ya sabes, para cuando tengas que follarte a tu novia.
Aquel simple pensamiento le hizo estremecer. Lidiar con Jessica ya iba a ser lo suficientemente difícil, tenía que pensar en planear otra cita con ella, en la forma de darle el álbum, en cómo debería comportarse para no hacerla sentir mal pero tampoco demasiado bien. Tenía que salir con ella, hacer feliz a sus padres y demostrar que no todo lo que hacía estaba mal. ¿Y Hyukjae quería que además tuviera sexo con ella?
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Inefable [EunHae +18]
FanfictionHyukjae es fotógrafo y sarcástico a tiempo completo. Donghae estudia para heredar la empresa de su padre. No se odian. No se quieren. No hay palabras para describir lo que sienten. Sencillamente inefable. ▶Queda prohibida la copia total o parcial de...