Capítulo 13

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Hyukjae no podía ser más imbécil. ¿Quién se había creído que era? Mirándolo de esa manera. Diciéndole que no sabía fingir una risa. ¡Que no le daba su aprobación para salir con Jessica! ¡Como si la necesitara! Donghae sabía perfectamente lo que quería y no hacer. Sabía que no le gustaba estar en la playa con Jessica pero que debía hacerlo. Sabía que tenía ganas de ver la satisfacción en los rasgos de su madre cuando supiera que no la había fastiadiado, que Jessica estaba encantada con él y su padre iba a cerrar el trato con la empresa. Sabía también que de no haber estado con Jessica pegada a su brazo se habría levantado y habría corrido tras Hyukjae al verle salir del restaurante. Pero eso era otra historia. No podía rebajarse de esa manera.  Si Hyukjae se había enfadado, era problema suyo, no de él.

Ya tenía suficiente con soportar la irritante voz que le llegaba desde la izquierda. Con un largo suspiro, guió su mirada a través de la preciosa playa en calma. La gente estaba silenciosamente sentada en los bancos de piedra lejanos, algunas parejas paseaban cogidas de la mano o simplemente se abrazaban tumbados sobre las toallas. Era tan tarde que no había niños jugando, pero no lo suficiente para que el mar estuviese vacío. Deseó que Kyuhyun estuviera allí para lanzarse con él a nadar.

Sus ojos se encontraron finalmente con Jessica. La chica llevaba horas hablando sin parar. Solo el detenerse a masticar o beber la había hecho callar unos segundos. En ese momento, mientras le arrugaba la chaqueta del traje con los dedos, como si temiera que escapara o que alguien pudiese arrebatárselo, se mantenía contándole sus superficiales expectativas de futuro.

—... broncearme dos veces a la semana. Con un marido tan atractivo como tú y una esposa tan bonita como yo seguro que seremos la envidia del barrio. Y en el club de golf tú irás con papá y yo os veré jugar desde la tumbona con las chicas. ¡Oh! Podrías dejarte bigote como él —tironeó emocionada de su brazo, dando pequeños saltos que le llenaron los bajos de los pantalones de arena— Te quedaría muy bien. Serías más masculino. Como un hombre de negocios hecho y derecho...

Una risita se extendió por toda la playa, haciendo eco en el mar. Jessica estiró un brazo y le acarició la zona sobre el labio superior con un dedo, como si le acariciase un bigote imaginario. Donghae intentó abrir la boca para darle de forma suave, simpática y educada su más sincera opinión: ni de coña iba a dejarse un matojo de pelo bajo la nariz.

—O mejor no —interrumpió ella antes de que sonido alguno escapara de su boca—. Mejor toda la barba. Pero de esa de tres días, no muy larga. Tienes que parecer más hombre, cariño.

¿Cariño? Giró la cara para poder poner los ojos en blanco sin que ella se diese cuenta. Luego la volvió a mirar con una pequeña sonrisa. Cómo se disfrutaba el silencio en ese momento.

—Prefiero​ afeitarme, Jessica —dijo, recalcando su nombre completo y esperando que ella entendiese la indirecta.

—Pero cariño —jadeó. Donghae bufó en silencio, listo para otra hora de palabras y palabras que soportar— a mí me gustan los hombres con barba.

—Pensaba que te gustaba así —se atrevió a decir, antes de que fuese demasiado tarde. Una cosa era soportarla y otra arriesgar su piel suave por ella.

—Sí, pero —alargó su labio en un mohín— me gustarías aún más con barba.

—Tarda mucho en crecerme —siguió excusándose.

Ella le sacudió el brazo infantilmente. Su ceño había empezado a fruncirse y sus ojos brillaban contra la luz de la luna. Donghae pensó que, si ella hubiese sido un chico, posiblemente habría encontrado aquello de lo más bonito. Quizás ese resplandeciente punto blanco quedaba bien en los oscuros ojos de Hyukjae.

Inefable [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora