Capítulo 52

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La señora Cho le ayudó aplastar el fondant hasta que no fue más que una lámina roja. Donghae saltó ilusionado al verlo. Ahora solo tenían que cubrir la tarta con él y estaría lista para el día siguiente.

—Me parece encantador que estés haciendo esto por tu novio, cariño. Tiene que ser alguien muy especial para que te esfuerces tanto.

Miró a la madre de su mejor amigo con las mejillas enrojecidas. Ella tenía una sonrisa parecida a la de Kyuhyun, aunque sus comisuras arrugadas y las manchas sobre la piel denotaban su edad. Tenía un toque amable en los ojos que distaba demasiado de todo lo que él había podido ver alguna vez en los de su madre. Pero eso no importaba en aquel momento. Apartó todo pensamiento negativo y miró de reojo su obra maestra. A Hyukjae le iba a volver loco esa crema con sabor a fresas.

—Lo es —contestó feliz.

—Especialmente imbécil —irrumpió Kyuhyun.

Ambos se giraron a mirarlo. El menor les sonrió malicioso mientras cruzaba el umbral y se ganó un golpe en la nuca por parte de su madre antes de colocarse junto a él.

—No hables así, hombre.

—Es lo que pienso, mamá. Si Hae se ha enamorado de un imbécil, se dice y punto. ¿A que sí?

Donghae puso los ojos en blanco.

—Ya no es así —le repitió por millonésima vez. Kyuhyun soltó una carcajada como respuesta, pero él lo ignoró y se dirigió a la mujer que fulminaba a su hijo con la mirada— Déjalo, tía. Siempre están igual.

—Me da igual —ella se llevó las manos a las caderas—. Ahora Hyukjae es de la familia y deberías tenerle más respeto, cariño.

—¡Pero, mamá —Kyuhyun sonaba como un niño—, él me llama "perdedor"!

Ante la exclamación de su hijo, Cho Minyu se giró hacia Donghae con las cejas alzadas. Donghae supo que iba a recibir una larga reprimenda de su parte. Porque adoraba a la madre de Kyuhyun y a toda su familia, adoraba llamarla "tía" a ella y "tío" al señor Cho, adoraba a Ahra, adoraba que fuera tan sumamente buena cocinando. Y, sobre todo, adoraba que, pese a visitarla tan poco últimamente, ella no hubiese perdido esa manía de tratarlo como a un hijo más. Aunque esto último también tenía su lado malo.

Recordó lo que le había dicho Hyukjae aquel día, después de que le contara su relación con la familia Cho.

—Es como Molly Weasley —e inmediatamente después de decirlo, una mueca había cruzado su rostro—. Maldito perdedor con suerte...

Sí, pensó, Kyuhyun tenía muchísima suerte de contar con una madre como ella. Por eso y sin pensarlo antes de actuar, sin dejarla soltar palabra primero, avanzó los pocos pasos que los alejaban y la abrazó. El cuerpo de la mujer se relajó de golpe.

—¿Qué pasa, cariño?

—Gracias —susurró, apretando la cara contra su cuello.

Ella soltó una risa dulce, lo rodeó con sus finos brazos y lo apretó en un abrazo de lo más reconfortante. De pronto, algo se pegó a su espalda. Era Kyuhyun, que intentaba abrazarlos a los dos al mismo tiempo.

—De nada, cariño —susurró éste contra su nuca.

—Qué aguafiestas eres, hijo mío —se carcajeó ella.

Los tres se soltaron y Donghae se giró hacia él con un puchero que escondía sus ganas de reír.

—Eres peor que Hyuk —se burló.

El ser comparado con Hyukjae causó en el menor la reacción esperada. Kyuhyun frunció el ceño con molestia, cosa que se le pasó en cuanto su madre dijo que debían seguir con la tarta, y fue rápidamente a rodear sus hombros con un brazo mientras Donghae lo observaba.

Inefable [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora