El tiempo pasó más rápido de lo que a Hyukjae le hubiera gustado.
Pasaron la Nochebuena en su casa, como cada año, con Kyuhyun y Ryeowook y Sora y el novio que tuviera en ese momento (su hermana cambiaba de chico como de ropa interior). Fue divertido. Siempre lo era. Le gustaba emborracharse, cantar, bailar con Donghae e incluso discutir con el perdedor. Después de tanto tiempo cualquiera podía decir que eran amigos. La verdad es que él no iba a admitirlo nunca en voz alta, pero le estaba tomando... cierto cariño a ese irritante chico.
El día 25, después de abrir los regalos con las otras parejas, se despidieron y corrieron a casa de Jisung antes de irse a trabajar. Éste los esperaba despierto en el rellano, vestido con un pijama navideño, y cargado con dos paquetes de regalos. Le dieron un abrazo y le llenaron los brazos con todos los regalos que habían comprado únicamente para él. Por lo que a ellos respectaba, ese adolescente era su sobrinito mimado.
Abrieron sus respectivos paquetes una vez llegaron a la oficina de una revista que les quería hacer una entrevista de pareja. No era ni la primera ni la última a la que asistían desde que se habían prometido.
Comieron juntos al terminar y entonces él se fue fotografiar un evento en el centro de Seúl y su corderito a casa de Jongwoon para ayudarlo con los preparativos para la fiesta que daba esa noche.
Fiesta a la que acudió más tarde, ya vestido de traje. Eso también fue divertido. Lo fue solo porque estaba Donghae allí, cosa que tampoco dijo en voz alta. El resto de las personas que vagaban por el enorme salón del cantante le importaba tan poco que, llegada la medianoche, decidió llevarse a su prometido a una habitación y arrancarle el sabor del champagne de los labios a besos.
Acabaron teniendo sexo en un baño de azulejos azules.
Otra vez.
La Nochevieja fue, sin duda, lo mejor de todas las vacaciones. Adoraba México. Adoraba a Rose. Adoraba a Donghae Junior. Adoraba a Lily (a Donghwa no tanto). Adoraba a Ángela y adoraba a toda la familia de ésta que siempre intentaba hablarle en una mezcla de inglés, coreano y español que nadie entendía. Adoraba dar la bienvenida al Año Nuevo con montones de niños pidiéndole que los levantara y siendo incapaz de besar a su futuro marido.
A veces soñaba que llevaban años casados. Que despertaba bajo el peso de un niño de ocho años, que miraba a su izquierda y veía a Donghae dormido con una niña entre los brazos, que ella se acurrucaba junto a Aguafiestas y él junto a Maery. Que la puerta se abría y un Golden Retriever se subía al colchón y los despertaba a todos a lametones.
Sí, a veces soñaba con un futuro perfecto, pero eso no significaba que su presente no lo fuera. Por eso, aunque quería oír cómo dos (o seis, como quería Donghae) mocosos lo llamaban "papá", no tenía prisa. Iba a disfrutar mucho del proceso. Todo lo que le fuera posible.
Pero esto tampoco se lo dijo a Donghae.
Qué vergüenza.
Así fue como acabó otro año más. Tanta gente apenas cabía en la fotografía que se sacaron después de brindar, pero la hicieron de todas formas y Donghae y él la guardaron junto a las demás en el álbum familiar.
Tenían un álbum familiar. Nunca iba a terminar de creerse que aquella fuese realmente su vida.
Cuatro meses después llegó su cumpleaños. El número 32. No tenía nada planeado y normalmente estaban todos demasiado ocupados como para celebrarlo, así que se sintió feliz solo con los mensajes de admiradores que acribillaron su teléfono mientras hacía las fotografías de una campaña de publicidad veraniega. Habló con Sora a la hora de comer. Habló con su madre (sí, con su madre; a él también le resultaba extraño) de camino a casa. Y, por fin, después de todo el día esperando ese momento, llegó. Entró en la cocina y abrazó por la espalda a su corderito.
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Inefable [EunHae +18]
FanfictionHyukjae es fotógrafo y sarcástico a tiempo completo. Donghae estudia para heredar la empresa de su padre. No se odian. No se quieren. No hay palabras para describir lo que sienten. Sencillamente inefable. ▶Queda prohibida la copia total o parcial de...