Donghae disfrutó de la actuación como si fuese el hermano mayor de Jisung. Aunque ni por asomo estaba tan orgulloso como Hyukjae cuando todo acabó y el pequeño corrió hacia ellos por el pasillo que había tras el escenario. Él no fue quien levantó al niño en brazos ni quien le repitió lo bien que lo había hecho hasta la saciedad. Él no fue quien recibió un fuertísimo abrazo de ojos cerrados.
Era enternecedor ver a alguien como Hyukjae comportándose así.
Por lo poco que sabía se su relación, había logrado entender dos cosas, que Hyukjae llevaba mucho tiempo cuidando de él y que sus padres, el señor y la señora Park, aunque pareciera muy simpática, no pasaban demasiado tiempo con su hijo. ¿Qué padres se perdían, ambos, a su pequeño siendo el protagonista de una obra? ¿Qué padres, a parte de los suyos? Ojalá Donghae hubiese tenido un niñero...
—¡Ey, baja de las nubes!
Con un salto, miró a su izquierda. Ni Hyukjae ni Jisung estaban allí. Extrañado, giró sobre sí mismo y los encontró llegando a la puerta que salía del salón de actos. Mientras el pequeño andaba con uno de sus compañeros, Hyukjae le hacía gestos con la mano para que fuese.
Chasqueó la lengua, sonrió nervioso y echó a correr.
—Perdón —dijo al llegar.
La mirada oscura lo atravesó de forma estremecedora, como si compensara toda esa dulzura que mostraba con Jisung siendo brusco con él.
—No te disculpes y camina.
Obedeció sin rechistar. En silencio, apretó las manos en las asas de la mochila, pasó por su lado y siguió a Jisung hasta la puerta y luego por los pasillos hasta estar fuera del colegio. Dejó de verlo cuando el grupo de niños con los que había actuado se lo llevó corriendo, así que se detuvo junto a los adultos que charlaban despreocupadamente y esperó a Hyukjae.
Una escalofrío lo recorrió de repente. Sintió una respiración caliente contra su oreja, algo que tiraba de su mochila hacia abajo, atrayéndolo hacia atrás. Deseó no tenerla colgando de sus hombros para poder sentir ese fornido cuerpo contra su espalda.
—Hola, Culo bonito.
Su libido descendió como si le hubieran tirado un cubo de agua helada por encima. Lo único que reconoció de esa voz es que no era de Hyukjae, así que el color en sus mejillas cambió de rojo a blanco en décimas de segundos. Tragó saliva y dio media vuelta sin prisa.
Sus mayores temores se hicieron realidad en cuanto vio al chico que tenía delante de él. Era alto, de espalda ancha, de ojos azules y ropa informal. Era joven, y su sonrisa ladina le recordó a Donghae una de las tantas citas que su madre había planeado el año anterior para él. Le recordó al espejo de un baño público empañado por sus gemidos.
¿Y ahora qué? Se ruborizó completamente. ¿Cómo debía afrontar al camarero? Ni siquiera recordaba su nombre. ¿Y si hacía como si no hubiese ocurrido nada?
—Ho-hola —titubeó.
El chico lo recorrió de arriba abajo con la mirada y se mordió el labio inferior, asintiendo repetidas veces.
—Estás más bueno de lo que recordaba.
Donghae miró a ambos lados, asegurándose de que nadie estaba fijándose en ellos, de que nadie oía su conversación. También buscó a Hyukjae, pero el fotógrafo estaba ocupado hablando con la profesora de Jisung. Justo cuando más necesitaba que fuese un imbécil.
—Gracias —murmuró—. Tú... eh... ¿has venido a ver la actuación?
—No. Estaba dando una vuelta, te he visto y he decido pasarme a saludar.
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Inefable [EunHae +18]
FanfictionHyukjae es fotógrafo y sarcástico a tiempo completo. Donghae estudia para heredar la empresa de su padre. No se odian. No se quieren. No hay palabras para describir lo que sienten. Sencillamente inefable. ▶Queda prohibida la copia total o parcial de...