Capítulo 66

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Hyukjae se cruzó de brazos mientras esperaba a que ese estúpido terminara de subirse los pantalones. Se recostó en la puerta cerrada del baño y se preguntó por milésima vez por qué tenía que estar ahí con él pudiendo esperarlo fuera con Donghae. ¿Cuántos años tenía Kyuhyun, cinco?

—¿Os falta mucho? —preguntó una voz más que conocida desde el otro lado.

Analizó la situación. Los estrechos pantalones rotos no subían por los muslos de Kyuhyun por mucho que éste lo intentara. Era el tercer par que se probaba y aún le quedaban unos cuántos apilados sobre la cisterna del retrete. Iban a tardar, sin duda, en salir de allí. Tenían suerte de que la camisa azul marino le quedara perfecta.

Vio cómo el menor desistía con un suspiro, se quitaba los pantalones y les daba una patada que los lanzaba contra el plato de ducha sin siquiera estirarlos primero. Frunció el ceño.

—Nos falta lo que el perdedor tarde en encontrar unos pantalones de su talla.

Cosa imposible, en realidad. Si todos eran suyos, era imposible que le quedaran bien a Kyuhyun. Se iban a pasar toda la noche allí metidos, no iban a conseguir nada y, encima, iba a perder la oportunidad de jugar con su corderito.

Joder, si él era la única razón por la que no había guardado toda su ropa y le había puesto un candado al armario.

—Ryeowook y yo os esperamos abajo. Te quiero, lobito.

Oyó el sonido de un beso y sintió cómo atravesaba la puerta para clavarse directamente en su mejilla. Todo su cuerpo se estremeció ante la maravillosa sensación que le causaban esas palabras y supo que se había puesto rojo cuando Kyuhyun empezó a reírse.

—Cállate —gruñó, clavando su mirada en el azulejo agrietado de la pared.

—Dime, Hyukkie...

Nada más oír ese sobrenombre, toda agradable sensación fue sustituida por irritación. Miró a Kyuhyun con el entrecejo fruncido, y solo se contuvo porque el menor ya estaba haciendo el ridículo lo suficiente al intentar ponerse los pantalones al revés.

—¿Qué? —lo instó a seguir, con sus ojos clavados en las piernas ajenas y una sonrisa incontenible en los labios.

Su idiota solo podía tener a otro idiota como mejor amigo. Estaba claro.

—¿Con cuántos hombres has salido?

La pregunta lo pilló tan desprevenido que no pudo reaccionar. Frunció el ceño y lo pensó de verdad hasta hallar la respuesta, pero se detuvo antes de responder.

—¿Y a ti qué te importa? —dijo al final, con el tono que siempre utilizaba al hablar con él.

Kyuhyun consiguió subirse los pantalones entonces y abrió una sonrisa para celebrarlo. Entonces, se dio cuenta de que tenía el cierre a la espalda y le dio una patada al suelo.

—Qué asco... —farfulló mientras se los volvía a bajar— Es curiosidad. Antes solo has hablado de mujeres y Hae me contó que eras hetero, así que me resulta extraño que hayas acabado enamorado de un hombre.

—Vaya estupidez —bufó—. Como si hubiera decidido yo acabar enamorado de él.

En cuanto la palabra "enamorado" salió de su boca, sintió los nervios fluir por sus venas, pero se las apañó para que el menor no lo notase. Pudo pasar los próximos minutos en silencio, con el corazón latiéndole a mil por hora, las mejillas ardiendo y la adorable vocecita de Donghae diciéndole "te quiero" una y otra vez en sus pensamientos. Su adorable sonrisita, sus carcajadas, sus "lobito", sus pucheros, su forma de pestañear y cómo sus deditos le acariciaban la mandíbula cada noche hasta quedarse dormido entre sus...

Inefable [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora