Propuesta

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-Qué??..porque me pide eso??no lo entiendo..-
-Escucha, no hay nada que entender.. lo mio es simple curiosidad, yo no quiero forzarte a nada humana-

-De cierta forma lo está haciendo no lo cree?..
- Hector te tomará y dudo mucho que sea cuidadoso contigo al hacerlo.

-Piensalo con calma, cuando te decidas me avisas..pero te advierto que mucho tiempo, no tienes
- Esta bien acepto-dije sacando fuerzas de donde no tenía.

-Sabía que elegirías lo que te conviene, pequeña..-de inmediato pude ver una hilera de dientes blancos aparecer en su rostro, no había duda, esa sonrisa era la más hermosa que yo haya visto en mi vida.

-Bien, me encargaré de Héctor hasta entonces, ve a la que ha sido hasta ahora tu habitación antes de que él, te envié donde se encuentran sus demás esclavas.-

Tal vez si yo iba con ellas, no me sentiría tan sola aquí, pero tenía el presentimiento de que eso no era buena idea, así que solo asinti y me retiré del despacho del gobernador  hacia mi habitación.

Ya en mi cuarto bote los trozos de tela que quedaban de lo que en algún momento fue un hermoso y elegante vestido. Me metí a la ducha para luego asear mi cuerpo, aun me dolía mi pecho pero al menos ya había dejado de sagrar.

A mi mente venían recuerdos de lo que había ocurrido esta noche,no podía dejar de pensar en todo..mi cabeza iba a estallar, pasé lo que creo  fueron horas en ducha para luego salir de ella envuelta en una toalla.

Me puse una cómoda bata negra de seda, que se encontraba en el armario, me acosté y me metí dentro de las sabanas para luego, sin darme cuenta quedarme dormida.

El Gobernador VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora