El Gobernador Vampiro

Lobitos

Narra Dafne

Me encontraba con Jack en la piscina, ya habían pasado varios días de la visita de Mauren y hasta ahora todo marchaba bien o almenos eso parecía.

- Y dime Jack, como es que no te afecta el sol?-
- Porque debería afectarme?-
- No se supone que el sol quema tu piel y te quemas vivo..?-
- Eso es un mito-
- El ajo te afecta?- dije achinando mis ojos.
- Nop-
- Los crucifijos?-
-Nop-
-Estacas?-
-Nop-
- Qué coño te hace daño entonces?-me miró alzando una de sus cejas tras la pregunta que le hice.
- Nada, soy inmortal, nada me afecta, nada me hace daño-
- Debe haber algo...que si-
- Y tu para porque rayos que quieres saber eso?-
- Solo por puritia curiosidad- respondí.

Iba a seguir preguntándole a Jack más cosas pero, sin previo aviso aparecieron dos de los vampiros que trabajan para él.

- Gobernador, lamento interrumpirlo pero se encuentra aquí, el Alpha de la manada de lobos Black moon-
- Esta bien, dirigelo a mi despacho y dile que me espere un momento-
- Así lo haré-dijo el vampiro para luego desaparecer.
- Dijo lobos?- pregunté emocionada.
Vi a Jack salir de la piscina para luego ponerse una bata de baño.
- Ve a tu habitación en este momento y no salgas hasta que yo te lo diga-
- Pero yo..-
- No lo repetiré- dijo visiblemente exasperado.

Salí de la piscina tomé una toalla y me fui de ahí sin decirle nada.
La verdad es quería ver a un hombre lobo, moría de la curiosidad de saber como eran, maldito Jack eres un egoísta, pensé.

Me dirigí a la cocina por una manzana, ya que tenía un poco de hambre pero como no me gusta comerla con cáscara empecé a pelarla con un cuchillo.
Mientras lo hacía la toalla que tenía enrollada en mi cuerpo se aflojó y yo por querer agarrarla, terminé haciendome un corte en uno de mis dedos con el cuchillo con el que pelaba la manzana.

No me dolía, pero era impresionante la cantidad de sangre que brotaba de aquella pequeña herida, por lo que salí despedida en dirección a mi habitación.

Me dispuse a subir el primer escalón de las gradas para dirigirme hacia el segundo piso, pero algo bloqueo mi camino y no pude hacerlo.

- Pero que carajos..Jack?-
- Qué te paso, estas bien?..estas sangrando?-
- Ah si pero no es nada grave, solo un simple corte- le dije mientras ponía la toalla en mi dedo, esa con la que inicialmente cubría mi cuerpo.
- Vaya..que bonita vista..que acaso no vas a presentarme a la bella dama, Jack?- me moví un poco para poder observar quien era el dueño de esa voz tan sexy y ronca que le hablaba a Jack.

Wow...frente a mis ojos, habían dos especimens de hombres que lucian extremadamente calientes. Ver esos abdominales perfectos a la par de esos enormes brazos músculosos fueron suficientes para que de repente empezará a sudar sin razón alguna o bueno diría yo que..con mucha razón.

- Claro..claro- dijo carraspeando Jack.
-Joshua ella es Dafne invitada de Héctor-
- Es un honor para mi conocerla señorita, dejeme decirle que su belleza me ha cautivado- dijo el tal Joshua mientras se acercaba a mi y besaba mi mano.
-Eh..mucho gusto- le dije y volví mi mirada hacia Jack el cuál en cambió rodeó sus ojos.
El otro sujeto se quedo en su lugar y solo movió su cabeza para saludarme por lo que yo imite su acción.
- Bueno, bueno sube a curarte ese dedo Dafne y tu deja de entretenerte y regresemos a mi despacho para seguir con lo nuestro- Dijo Jack mirando al que creo era un lobito.
- Con su permiso me retiro- dijo el joven lobo para seguido de su acompañante retirarse en dirección al despacho de Jack, el cual desapareció al instante.

Subí a la habitación, me dirigi al baño en donde se encontraba el boutiquin, me puse un poco de alcohol en el corte, lo cual me ardió. Al final puse una bandita en la herida y listo.

Me acosté un rato y me puse a recordar a los lobitos que vi hace un momento. Que loco era todo esto, creo que ningun humano imaginaria que de verdad estas criaturas si existen...

foto de joshua en galería.