El Gobernador Vampiro

Odio

Desperté con mi cuerpo adolorido...para variar Jack no está,
me metí a la ducha para refrescarme.
Me puse ropa deportiva y cómoda, moría de hambre así que me dispuse a bajar hacia la cocina, ahí estaba Eloisa mi salvadora!!!!.

-Buen día, tome asiento en el comedor señorita, le servire un banquete para usted en unos momentos-.

-Gracias- ya lloraba de la emoción..parece que no hubiese comido en una semana..rayos ese vampiro me quitó toda mi energía y ahora tendría que comer mucho, je je.

Devore todo lo que la buena de Eloisa me sirvió..que rico estuvo todo.

Me retire y me dispuse a ir al despacho de mi gobernador..si ya es mío, que no?...ojalá este de buen humor aunque con el nunca se que esperar, el es un misterio, un enigma de la vida, esto de filosofar se me da bien...
Toco la puerta..-Soy Dafne, puedo pasar?-
- Adelante-...otra vez este loco corazón  empieza a latir muy rápido..quieto..me vas a provocar una taquicardia.

Aspire profundo y entre...el se encontraba sentado en un gran sillón apoyado en un escritorio de madera, lucia demasiado atractivo, su mirada era penetrante, en una guerra para saber quien pestañea primero seguro el gana..ademas de que perderías, porque fijo y se te estuviera cayendo la baba.

- Cómo te sientes, hermosa?, ven aquí pequeña- me acerque a él y me sorprendió al hacerme sentar en su regazo, para besarme...yo puse mis brazos alrededor de su cuello, detuvo el beso y acarició mi rosto- has estado fantástica anoche mi amor- sonreí..- gracias mi gobernador- le dije.

- Hoy en la noche saldremos a una fiesta importante, quiero que vengas conmigo-
-Jack pero habrá muchos vampiros ahí, y si intentan comerme?-
- Tranquila eso no pasará, habrán otras esclavas ahi, además que estarás conmigo, pequeña-

No me gustaba eso de ser esclava de alguien, digo, yo siempre he sido un alma libre..nunca se me paso por la que cabeza  que yo tendría un "dueño", a lo mucho un novio ya que eso del matrimonio no iba conmigo.

-Puedo preguntarte algo Jack?..-
-Claro que puedes..-
-Porque nos odias tanto a nosotros los humanos?- bajó mis piernas de su regazo y me hizo poner de pie para luego levantarse y caminar hacia la botella de wisky para servirse un vaso, al verlo de espaldas pude fijarme en su trasero bien formado, me mordi los labios..que bueno esta este jodido vampiro, pensé.

- A ti no te odio- me dijo para girarse hacia mi- tu eres especial, eres especial para mi-
-Por qué ?-
-A parte de que tu sangre y tu cuerpo son apetitosos, creo que eres bastante interesante-
-Ahh pero esa no fue mi pregunta inicial, vampiro-.

-Conformaté con saber que los considero inferiores a nosotros, por tanto no los puedo tratar como a un igual, ya que aquí están en condición de esclavos, humana mia-

- Será mejor que me vaya gobernador, no creo que iré a la fiesta me siento indispuesta- le dije para salir de su despacho sin darle tiempo a que me respondiera algo- maldito...lo odio colma mi paciencia, aveces olvido en calidad de que me encuentro en este lugar y el siempre está ahí para recordarme lo poca cosa que soy en esté horrible lugar.