Cruda verdad

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- Eso no es verdad..me estas mintiendo maldito desgraciado!!!-

Sí era eso, Mauren me estaba engañando para quedarse con mi mujer, pero estaba equivocado si pensaba que yo iba a permitírselo.

- Dime donde esta o te juro que voy a acabar con todo este maldito lugar en cuestión de segundos- grité alterado.

- Sabes ya no me importa si acabas conmigo o con todo esto...ya no me importa nada!!!! sin ella a mi lado-

El imbécil éste sabia fingir bien ya que hasta lágrimas botaba el muy maricon.

- Te tomaré la palabra entonces- dije sonriente para acercarme a él y poner mi mano en su pecho, justo en donde debería encontrarse su asqueroso corazón.

- Detente Jack!!..dejame ir a comprobar si lo que dice es cierto, yo tampoco le creo pero hay que darle el benéficio de la duda no crees?-

Cómo siempre el estúpido de mi hermano metiéndose donde no lo llaman.

- Igual lo mataré- dije con firmeza en mis palabras.

Odio a éste maldito desgraciado, no podía evitar mirarlo con ganas de querer molerlo a golpes.

Vi desaparecer a mi hermano, por lo que empecé a golpear al estúpido de Mauren, decidí que seria mejor matarlo lento y dolorosamente.

El mal herido vampiro tenía una estúpida sonrisa en la cara, pero yo no entendía que era lo que le causaba gracia.

- Por qué te ríes idiota?-
Pregunté furioso.

- Porque al final, ninguno de los dos se quedó con ella-

- Jack!!..es..es Dafne ella..-

La mirada atónita de Adam me descompuso por completo, entonces era verdad..pero yo debía verla con mis propios ojos.

- Necesito verla- exclamé mientras sentía que algo dentro de mi se rompía.

- No..sabes yo..creo que.. lo mejor será que..que la recuerdes como era ella cuando estaba viva-

Mi hermano se interpuso en mi camino evitando mi salida hacia la habitación continúa, en donde supongo se encontraba Dafne.

- Quítate- dije seco.

Quien era él para prohibirme ver a mi mujer?

Caminé unos cuantos metros hasta llegar a la puerta de dicha habitación,  pero no pude avanzar al notar un cuerpo parecido al de ella, éste yacía inerte en una cama.

Nunca había sentido lo que sentía en este momento, era por eso que nunca quize querer a nadie, porque sabía que tarde o temprano me dejarían y yo no lo soportaría, tal como ahora ocurría.

Mi miedo más grande se hacía realidad y yo detestaba sentir miedo.

Me dirigí a mi castillo y luego de varios vasos de wisky me fui directo a la parte trasera del patio, y ya encontrándome en la piscina  me sumergi hasta el fondo y me quede ahí,  récordandola..esperando a que aparezca ahí..



El Gobernador VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora