La feria

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Mientras desayunaba vi a Jack bajar las escaleras con una maleta, lucia hermoso, se había puesto ropa de humano moderna, que hombre..era un adonis y ayer me ha follado, pensé para luego sonrojarme. Le vi sonreír.

- Qué pensamientos lujuriosos pasan por tu cabeza, pequeña?- me preguntó para luego acercarse a la mesa de comedor, exactamente donde yo estaba- vamos dime?-
-Ah, no, no nada de eso, usted no provoca tales pensamientos en mi, se equivoca totalmente porque a mi me gustan los de mi especie- vi desaparecer la sonrisa de su rostro lentamente,ahora podía notar un poco de decepción, en él, ups..creo que me pase con ese último comentario pero ya ni modo.

Vi aparecer a dos fornidos vampiros en el interior de sala- Ellos estarán pendientes de ti, ya que se que con los otros pues....no tienes los mejores recuerdos, además quiero evitar que algo suceda en mi ausencia-.
- Esta bien, gracias-
- Cuidate pequeña, volveré pronto-
me dijo para irse..- también tu..-le grité desde donde me encontraba ya que el ya casi llegaba a la puerta de salida.

Mas tarde fui al cuarto de música con Amy e intentaba tocar la flauta pero realmente lo hacía muy mal.

Y así pasaron los días hasta que llegó el día martes, si ese día escaparía o eso creo..porque me reuniría con las chicas en el bosque. Como escaparía de los guardias que me puso Jack?, pues me las había arreglado para conseguir pastillas para dormirlos, mejor dicho Amy me había ayudado a conseguirlas.

Me comentaron que no sabían si en vampiros funcionarían porque eran pastillas para humanos, pero me dijeron que duplique la dosis para asi obtener un mejor resultado y así lo hice.

Empaque una maleta con ropa necesaria y algo de víveres, me despedí de Amy para luego salir cuidadosamente del castillo. Mientras que a los guardaespaldas vampiros solo les faltaba roncar, habían caído rendidos, la verdad pensé que no sería fácil dormirlos, pero al parecer mi plan funcionó mejor de lo que pensaba.

Estaba feliz, al fin iría a mi mundo con mi familia y amigos, estaba segura que yo si podría escapar al no encontrarse ninguno de mis dueños, nadie me seguiría.

Me adentre en el bosque lo que no sabia era en donde iba a encontrarlas, este era un bosque que parecía no tener fin, que boba pensé, nunca pregunté en que lugar específicamente nos encontraríamos.

Luego de horas de caminar,ya me dolían las piernas, escuché un sonido entre unos arbustos a mi alrededor..asustada intenté correr, pero alguien se abalanzó sobre mi y caí de golpe al suelo.

Aturdida pude observar a un vampiro sobre mi, mientras junto a el estaba una mujer..y esa mujer era Luisa.

-Hola Dafne..me alegra que hayas venido, pero lamento decirte que hubo un ligero cambio de planes-
- De que estas hablando?- pregunté..mientras la veía acercarse a mi.
- Ya lo veras con tus propios ojos, querida-.

Vi sonreír al vampiro que me mantenía sujetada y que estaba sobre mi,para luego sentir un golpe seco en mi rostro, el cual me provocó cerrar los ojos debido al dolor que sentía, pero luego ya no pude abrirlos, porque estaba cansada y lo único que quería era dormir o morirme de una vez por todas.

Me desperté en un cuartucho lleno de húmedad y que tenia un olor horrible, estaba acostada en una colchoneta sucia. Intenté levantarme, pero un dolor en mi ojo izquierdo, me hizo perder el equilibrio y caí sentada nuevamente en el sucio colchón.

Alguien se acercó a mi, y pude ver que era una chica llena de moretones y cicatrices. - Quien eres tú?..donde estoy?-le pregunté..- Me llamo Cleo..y estas en la FERIA...-

El Gobernador VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora