Turbación II

1.3K 215 15
                                    

—Tenés que venir.

Ordena Ian por teléfono y me doy cuenta de que está hablando en serio. También concluyo que es una situación complicada y que es mejor para sacarme mis dudas.

Nos encontramos en el antro todos a la misma hora, Ian ya estaba cuando yo entré por la puerta, pero no llegamos a cruzar palabras porque lo primero que hago es pedir un trago cuando Andy ya está pasando por la puerta acompañado de Teo.

—¡Andy!

Grita Ian y Andy me mira para después mirar por todo el lugar dándome una mala señal.

Cuando se sienta lo hace perdido, sin entender qué hago acá. En mi cabeza ya me empiezo a hacer idea de los peores escenarios posibles

—¿Qué? ¿Ustedes salen?

Pregunta Andy mientras se sienta en la mesa de la nada y algo se me atora en la garganta.

—¡No!

Respondo a la vez con Ian.

—Se lo siguen negando.

Susurra Teo y creo que en este momento podría devorarlo por completo de un bocado para que cierre la boca.

—¿Qué pasa entonces?

Andy mira a su amigo y otra vez a mí sin saber qué mierda hago acá, supongo.

—Somos amigos.

Dice Ian secamente y yo niego con la cabeza porque no somos amigos.

—¿Y bien?

Pregunta el morocho y entiendo que es momento de terminar con esto de una vez. Golpeo a Ian para que empiece e intento mantener la compostura para no hacer de esta una situación de puros nervios.

—¿A qué viniste?

Pregunta Ian dándole pie.

—Quiero que se termine de una vez... no dejé nada cerrado.

Ian me mira preocupado y entiendo por qué quería que viniera.

—Cora se fue a buscarte.— Digo al fin tranquila por saber que por lo menos Esteban habla con ella y está viva. —La misma noche que te fuiste de su casa.

Andy se desespera y se frota la cabeza con fuerza.

—No la encontré... es decir, nunca vino a mi casa, yo no sabía que venía y... ¡Mierda! Yo no tenía celular.

Cuando veo su desesperación empiezo a sentir un leve cosquilleo de incomodidad en mis piernas. ¿Dónde está Cora?

—El papá de Cora me dijo que estaba en una especie de convento y Jimena se enteró de que se había ido atrás de un chico sin futuro y enseguida supimos que se trataba de vos... también supuse que estaba bien.— Intento resumir la historia lo mejor que puedo. —Pero después de meses me reencontré con Ian y me dijo que no estaba con vos.

Ian se queda callado y Teo pide otra ronda.

—¿Y dónde está ahora?

Andy pregunta lo que todos queremos saber, me encantaría tener una respuesta, pero me encuentro tan perdida como él, sorpresivamente es Ian quien responde.

—No sé, yo sabía que te habías ido y que ella no había querido irse con vos, eso fue lo último que me contaste. Cuando me encontré con Berni y me preguntó por Cora no sabía qué mierda responderle, o qué decirte a vos. Por un tiempo creí que vivía con vos y no le querías contar a nadie para que su viejo no fuera a buscarla y que por eso no me preguntabas de ella... pero ahora que viniste...

—¡¿Está desaparecida?! ¿Y si la secuestraron? ¿O le pasó algo?

La cara de Andy se deforma de preocupación a horror y todos podemos sentir cómo lentamente sus muslos se tensan como si estuviera por salir corriendo en cualquier momento.

—Está bien.

Interrumpo, calmada, intentando a la vez armar este puzzle en mi cabeza.

—¿Dónde?

Los ojos de Andy buscan desesperadamente alguna respuesta en los gestos de Ian.

—No sé.

Respondo y Andy se levanta para golpear la mesa con desesperación.

—¡¿Cómo que no sabés?!

—Felix dijo que se iba de la casa. Tenía ahorros y se llevaba una valija, después de eso no supe más de ella. Creo que está viviendo en la ciudad, te fue a buscar no te encontró y se quedó ahí.

Termino de explicarle.

—Su papá no la iba a recibir de vuelta después de que se fuera atrás tuyo.

Concluye Teo y no puedo creer que tenga cerebro.

—¿A qué viniste?

Pregunta Ian a Andy.

—A cerrar el capítulo.

Dice él frustrado, deprimido y enojado, nunca hubiera pensado que Cora le iba a llegar a importar tanto, es una chica con suerte. Aunque sean opuestos totales y a veces parece que Andy la está secuestrando, tienen un lado entre ellos que los ata más allá.

—Está cerrado.

Digo.

—¿Qué significa eso?

—Que ya está, ni siquiera yo sé bien dónde vive. Se fue, dejó todo atrás.

—¿Cómo que no sabés? ¿Cómo hablaste con ella?

Andy ya como subido a una moto, está listo para salir disparado del bar en cualquier momento.

—Yo no hablé con ella.

Miro a Ian que está siempre con la mirada clavada en su amigo casi ignorando mi presencia.

—¡¿Cómo mierda saben todos que está bien?! ¡¿Quién habló con ella?!

—Esteban.

Escupe Ian.

—Esteban es el único que tiene contacto con Cora.

Confieso con algo de dolor. Nunca pensé que Cora me iba a cortar de algo tan importante, pensé que en el fondo siempre iba a acudir a nosotras con sus problemas patéticos de chica tonta y ahora de la nada está en medio de una fuga romántica sin siquiera mandarnos un mensaje a nosotras.

—Ahora vienen las chicas.

Dice Ian guardando su celular.

Me giro bruscamente, esta es mi salida. Creo que ya cumplí con mi parte, esto es lo que Ian necesitaba de mí, que lo ayude con Andy y ahora que está todo resuelto puede llamar a Rocío para encamarse con ella toda la noche.

—Entonces yo me voy.

Digo parándome y acomodando mi cartera en mi hombro para que no haya forma de que alguien me quiera detener.

Leo en los ojos de Ian algo de decepción, la cual elijo ignorar porque lo creo inteligente y espero que no haya pensado que me iba a quedar si estaba Rocío. Todo bien con ella, pero está todo bien con ella cuando tiene a Ian a 50 km de distancia, no a 5 cm y teniendo la oportunidad de meterle la lengua cuando quiera.

Ian me deja pasar por encima de él y noto que evita todo contacto físico. En un movimiento acomodo mi celular y llamo. Él se pone en alerta y se tranquiliza cuando hablo.

—Hola Jimena, sí, estoy saliendo... ok.

Dejo un billete sobre la mesa e intento alejarme, pero Ian me detiene tirando de mi muñeca dramáticamente

—¿Te llamo después?

Pregunta incómodo.

—Sí, como quieras...

Me zafo de su agarre y me voy del bar. Él puede llamar todo lo que quiera, no significa que yo tenga que contestar.

CínicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora