Capitulo 6

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Pov Anastasia

Giré la esquina para entrar en la sala, y mis ojos se encontraron inmediatamente con los del señor Grey. Sentado en su silla, con las manos tendidas enfrente de mí, aparentemente seguía enfadado, por la expresión de su cara. Pero mi atención se volvió rápidamente hacia la persona que estaba detrás de mí.

-Déjame ayudarte con eso, Anastasia- dijo Carrick amablemente, con tono paternal mientras le daba a su hijo una mirada de reproche.

-Gracias, señor Grey- dije en agradecimiento, mientras cogía la pesada caja de mis manos.

- Anastasia - dijo, con una sincera sonrisa en su cara- ¿Cuántas veces tengo que pedirte que me llames Carrick?- Puso la caja en la mesa de la sala, y se sentó junto a su hijo.
Carrick era tan atractivo como sus dos hijos. Alto y delgado, compartían las mismas perfectas facciones. Tenía canas en las patillas, pero seguía siendo uno de los hombres más guapos que había conocido.

-Lo siento, Carrick- respondí alegremente. -¿Cómo está Grace?"- Una sonrisa iluminó su cara al pensar en su esposa.

-Bien, está bien. Sigue diciéndome que vengas a cenar- añadió con un guiño. No se me escapó que el señor Grey resopló y puso los ojos en blanco.

-Pronto. Lo prometo -añadí asintiendo con la cabeza.- Dale un abrazo- Escuché pasos detrás de mí, y no me sorprendí cuando sentí un cálido beso en mi mejilla, haciendo que me riera.

-Buenos días, Ana- dijo Elliot mientras entraba en la sala.-Siento llegar tarde, chicos. Supuse que la reunión sería en vuestra planta -Intercambié una mirada de suficiencia con el señor Grey. Miré hacia otro lado y sonreí abiertamente para Elliot, mientras colocaba los documentos sobre la mesa.

-Buenos días, señor Grey. ¿Cómo está su guapa mujer?"

-Anastasia- gruñó.- Por favor llámame Elliot. El señor Grey es mi padre. Y esa mula pedante de ahí -dijo señalando a su hermano, que se levantó y lo miró. Y Claus está perfecta, como siempre. Quiere que le presentes a esa amiga tuya que trabaja para esa casa de diseño- dijo cogiendo una silla.

-Oh, ¿Kate? Por supuesto, Elliot. Dile que la llamaré algún día de esta semana- añadí, pasándole sus documentos.
Me moví por la mesa y puse la carpeta de la presentación enfrente del idiota de mi jefe.

-Aquí tiene, señor Grey"- dije fríamente. Sin mirarme apenas, empezó a leer sus papeles.

-Señorita Steele -respondió - Asegúrese de que el equipo de proyección está preparado antes de tomarse su café- Bien, no iba a decir eso de "Llámame Christian". Gilipollas. Justo cuando iba a irme, la grave voz de Elliot me detuvo.

-Oh Ana, mientras estuve arriba esperando, encontré esto en el suelo- Miré hacia abajo, y vi dos botones de plata vieja en la palma de su mano.- ¿Podrías preguntar por ahí por si alguna de las otras secretarias los han perdido? Parecen muy caros. Y ¿cómo puede alguien perder dos botones de la camisa sin darse cuenta?" -dijo, riendo y sacudiendo la cabeza.

Igual era yo, pero juro que el aire se me escapó con un sonoro jadeo. Había olvidado por completo los botones.

-Umm... sí... claro, Elliot- dije, tartamudeando.

-Elliot, ¿puedo verlos un momento?- el idiota de repente se metió en la conversación, cogiendo los botones. -Pero, señorita Steele... -dijo, con su sonrisa petulante -¿No tiene usted una blusa con botones como estos? Me da la sensación, bueno, no soy un experto, pero parecen bastante caros- eché una ojeada a la sala; Elliot y Carrick parecían no estar atendiendo, inconscientes de la conversación que estaba teniendo lugar delante de ellos.

Mi SecretariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora