Capitulo 32

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Pov Anastasia

-Hola, Carrick- contesté, intentando sonar alegre.

-He escuchado que mi hijo no se siente nada bien hoy- no pude evitar sonreír ante el tono paternal de su voz.

-Sí, pero no te preocupes, me estoy ocupando de él. Christian está durmiendo ahora, y he salido a comprarle unas cosas que Grace me ha sugerido.- las palabras salieron de mi boca antes de que pudiera registrarlo.

-¿Ana? ¿Acabas de llamarlo Christian?- *******. Me quedé en silencio un momento, pensando de mi misma que era una mentirosa terrible.

-Sí, así es.

-Estoy tan orgullo de los dos, Anastasia. Sabía que obligarlos a pasar un tiempo junto sería beneficioso. ¿No te lo advertí? Si dejaran de pelearse durante cinco minutos, verían lo afines que en realidad son.- Dios. ¿Podía ponerse esto peor?

-Tú lo has dicho, Carrick. Y tenías razón. Nos lo hemos pasado genial esta semana. "
Respondí, esperando que mi voz no me traicionara.

-Bien. Esperemos que continúe así. Cuídalo y dile que lo llamaré pronto.

-Lo haré - dije tranquilamente.

-Adiós, Anastasia.- Colgué el teléfono, sintiéndome peor de lo que pensaba. Una mentira más.

Haciendo mi mejor esfuerzo para alegrar la expresión de mi cara, entré en la suite, contenta de escuchar la televisión en el dormitorio.

-Hola- dije, incapaz de esconder mi sonrisa cuando lo vi sentado en la cama.

-Hey.- respondió. No pude resistir inclinarme sobre la cama y darle un beso en el pelo, antes de dejar la bolsa y quitarme la chaqueta. Olía increíblemente bien, y el olor a su jabón y champú llenaba la habitación.

-Tienes mejor cara.- Obviamente se había duchado y llevaba puesto el pijama que le había traído de su suite.

-Me siento mejor. "- Levantó un brazo, y no pude resistir reírme mientras agarraba su camisa.- ¿Te acuerdas?

-¿Cómo olvidarlo? Toma, come algo mientras me cambio.- Dije mientras vaciaba la bolsa frente a él. Miró dentro y volvió a mirarme.- ¿Qué? ¿Me he olvidado de algo?

-¿Cómo supiste lo que me gustaba?"- Me preguntó, mirando las cosas que estaban frente a él, con expresión confusa.

-Hablé con tu madre esta mañana. Francamente, se sorprendió al saber que Superman estaba enfermo. Por cierto, me dijo que no la has llamado en dos semanas.- Empecé a sentirme incómoda mientras continuaba mirándome.- ¿No te parece bien?

-No puedo creerme que hayas llamado a mi madre.- me dijo lentamente.- Gracias

-No es nada.- Me encogí de hombros y cogí su camisa. Fui hasta el baño y me cambié, poniéndome su camisa de nuevo y preparándome para hablar con él. Volví a la habitación, y vi que había abierto el zumo y que estaba comiendo un polo. No estaba muy segura de que hacer cuando me hizo un sitio a su lado. Subí a la cama, y me senté, apoyándome en el cabecero y cogiendo el polo que me estaba ofreciendo.

-Bueno, ya he arreglado todo. Tenemos el vuelo esta noche a las 11 si te encuentras bien. Está todo arreglado menos tu reunión para firmar los documentos mañana por la tarde por JemCo. "- Asintió. Parecía estar pensando algo.- ¿Qué estás viendo?

-Clerks. Están en anuncios.- respondió sin mirarme.

-Genial. Es de mis películas favoritas.- Dije mientras me apoyaba en la almohada.

-Lo sé. La estabas citando el primer día que te conocí. "

-La verdad es que era Clerks 2.- Le dije y me detuve.- Espera, ¿te acuerdas de aquello?"

Me giré hacia él, sorprendida de que recordara nuestro horrible primer encuentro.

-Claro que me acuerdo. "

-Pero... - Me paré, incapaz de decir las palabras que quería.

-Lo sé, - dijo mientras me miraba, con expresión de remordimiento.- Sé que he sido un estúpido contigo, Anastasia - Alzando el brazo cogió mi mano, entrelazando sus dedos con los míos. Miró a nuestras manos, haciendo círculos con su pulgar sobre mi piel.- Yo... cuando pienso en como solía...- su voz se fue apagando, incapaz de terminar lo que estaba pensando. Yo continué mirándolo, conmovida por sus palabras. Era algo tan... inesperado.

-Los dos lo hemos sido, Chris.- Solo su familia le decía así pero todo había tomado un nuevo rumbo y me tranquilicé cuando sonrió al escuchar su nombre de esa manera.- Está bien. Es tanto mi culpa como la tuya.- Me miró y entonces la intensidad de sus ojos mandó un escalofrío por mi cuerpo.- De verdad.

Asintió y volvió a mirar la televisión. Sabía que teníamos que decirnos muchas más cosas, pero no pude evitar sentirme algo orgullosa de lo que, en mi opinión, era una enorme admisión. Caímos en un incómodo silencio mientras continuamos viendo la película. Nos reímos en las mismas escenas y poco a poco movimos nuestros cuerpos hasta que nuestros brazos se presionaban uno contra el otro. En un punto, mi cabeza cayó sobre su hombro y cerré los ojos, y después de unos minutos, apoyo la suya sobre la mía. Por el rabillo del ojo miré el reloj de la pared y suspiré mientras contaba mentalmente las horas que quedaban para estar con él.
Mi estómago gruñó, y me di cuenta de que todavía no había comido.

-¿Estás listo para comer algo más que polos?- Le pregunté y muy a mi pesar me aparté de él, cogiendo el menú del servicio de habitaciones.

-Creo que podré comer algo ligero.- respondió. -Ya han pasado horas así que estaré bien.- Miramos las diferentes opciones y encargué la cena; una ensalada de pollo para mí y sopa de pollo para él. Empezamos a ver otra película mientras esperábamos, alquilando Shaun of the dead en el menú de películas. Me sorprendió ver que, de nuevo, parecía que gravitaba a su alrededor cuando llamaron a la puerta, con mis pies entrelazados con los suyos bajo las sábanas.

Comimos en silencio y continuamos viendo la película. Una hora después me sorprendí al escuchar la voz de Christian.

-¿Ana? ¿Cuál es tu película favorita?- Me giré hacia él, sorprendida por su pregunta.

-Bueno- comencé -"Me suelen gustar las películas cómicas. Clerks, Tommy Boy, Shaun of the Dead, Clue; cosas así. Pero si tuviera que escoger una, probablemente sería La ventana indiscreta.

-¿Por Jimmy Stewart o por Grace Kelly?- Sonreí, sorprendida de que la conociera.

Mi SecretariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora