Pov Christian
Volví a la realidad en cuanto mi móvil sonó. Salté ligeramente, buscándolo en el fondo de mi bolsa. Mi madre. Ahora no, la llamaría más tarde. Bajé la vista a mi regazo y me di cuenta de que tenía otro problema; la tenía dura como una piedra. Esta es exactamente la razón por la que intentaba evitar pensar en la pasada noche. Dejé el móvil en la cama y miré el encaje que todavía estaba en mis manos. Ese era el último par. Esa parte de nuestra relación estaba terminada y teníamos que continuar viéndonos cada día y mantener las distancias. Sin problemas, podía hacer eso. Caminé hasta el armario, abrí el cajón y guardé allí las bragas. Se uniría a las demás y me desharía de ellas de una vez.
Lo que admito, no me hacía gracia, porque realmente me gustaba tenerlas.
Me quité el resto de la ropa y me dirigí a la ducha. Tenía un problema del que ocuparme antes de cenar con mi familia.
Estaba dispuesto a pasar una noche relajada, sin entrometidos pensamientos sobre la señorita Steele. Entré en casa de mi hermano.
-¿Hola? ¿Hay alguien?- llamé mientras cerraba la puerta. Una pequeña risa me dio la bienvenida desde el salón, mientras miraba a Mia ponerse de pie, y caminado hacia mí.- Ah, am petate chérie- sentí como una sonrisa cruzaba mi cara, mientras los rizos de sus coletas saltaban. Se movió rápido y la cogí en brazos.
-Mo ancle bou-respondió chillando mientras ponía sus bracitos alrededor de mi cuello.
Me reí y besé su pelo.
-¡Mamá!
Me dirigí hacia la cocina, y Claus salió antes de que yo llegara, dándole un beso a Mia en la mejilla, y a mi otro.
-¿Es que nunca llamas a la puerta, Christian?- preguntó, golpeando ligeramente mi mano con la espátula.- ¿Y qué demonios le estás enseñando a mi hija? Ni siquiera es capaz de hablar bien el inglés.
- Vous aimeriez savoir, fui - respondí, tocando la punta de su nariz con mi dedo, haciendo que frunciera los labios. Pude ver que estaba pensando en una lista de insultos para dedicarme, y sonreí al saber que no lo haría delante de Mia.- Por si lo quieres saber, le estoy enseñando a decir mon once set beau, que significa, mi tío es guapo
-Te lo tienes muy creído, Grey- contestó, fulminándome con la mirada, pero pude ver que estaba sonriendo.- Venga, ya has alargado la hora del té lo suficiente
Me reí y llevé a Mia de vuelta al salón, donde ya estaba puesto el juego de té sobre la mesita. Me senté en el suelo, la senté entre mis piernas y comencé a señalar los diferentes objetos sobre la mesa.
-Osito, ¿qué es esto?
Agarró mi dedo mientras señalaba la tetera
-Tete, dijo despacio, mientras nuestras manos se movían hacia el siguiente objeto. -Copa -Tuve que aguantarme la risa por la forma en que ponía los labios al decir la "o", y volví a mover la mano.- Galleta
-No- le dije con suavidad, sacudiendo mi cabeza y mirando como arrugaba la frente, concentrándose en el plato. -Cra...
Su cara de repente se iluminó y puso los brazos en el aire.
-¡Bitz!"- balbuceó excitada mientras cogía su galleta Ritz y escalaba por mi pierna para darme un beso en la mejilla.
-¿Ya está mamá ahorrando en galletas otra vez?"- le susurré, haciendo que se riera y mirando por encima de mi hombro, saqué una bolsa de galletas de chocolate del bolsillo de mi chaqueta.
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Mi Secretaria
FanfictionLa historia original es de Bere Pico, adaptada por mi Christian Grey es un capullo HERMOSO, con clase. En este punto de su vida lo tiene todo; dinero, coches y mujeres. Anastasia Steele es su guapísima secretaria, y durante nueve meses, él ha he...