Tiempo Hechizado

Misión: La Mujer Guerrera.

Capitulo 7: Misión: La Mujer Guerrera.

Bellatrix Lestrange, conocida por sus hermanas como Bella, no siempre fue esa horrible mujer que todos conocieron. De pequeña, ella fue una niña normal, amaba a sus hermanas menores como cualquier niña y las cuidaba como ella mejor podía.

Fueron los años y la ideología familiar la que la convirtieron en esa mujer fría, calculadora y obsesionada con Lord Voldemort.

Pero dentro de ella aún latía un corazón, lleno de sueños frustrados, amores no correspondidos y dolores incurables. Perder a Andrómeda y a Sirius había sido muy duro para ella, no fue sencillo, pero tuvo que hacerse fuerte, no quería pasar por lo mismo, no quería decepcionar a sus padres. Ella era una Black, una mujer fuerte y decidida en un mundo de hombres. Ella era, como su nombre lo indica, una mujer guerrera.

Bellatrix llegó a la casa Malfoy sin avisar, apareciéndose en la chimenea en medio de la sala principal, encontrándosela vacía. Normalmente, su hermana se encontraba allí, sentada en el sillón, leyendo algún libro o tejiendo una nueva prenda para su futuro heredero.

Preocupada, se encaminó hacia la habitación donde los Malfoy dormían, creyendo en lo que su cuñado le había informado, de que Cissy necesitaba de mucho reposo. Tocó la puerta y esperó, pero al no recibir respuesta, entró de todos modos, el vacío recibiéndola igual que el resto de la gran mansión.

Recorrió cada habitación, abriendo las puertas abruptamente, asustada y aturdida. Corrió hacia la cocina, encontrándose a todos los elfos del hogar trabajando con una sonrisa y ropa nueva. Confundida, se acercó al primer elfo que tenía junto a ella y lo tomó de los hombros con violencia.

-¿Dónde está mi hermana?- El elfo la miró asustado, volviéndose hacia sus compañeros, que habían dejado sus tareas al ver a la hermana de su jefa entrar a la habitación.

-La Señora Malfoy salió con el señor y Severus Snape muy temprano en la mañana.- Dijo con voz temblorosa.

-¿Snape? ¿Qué hacía Quejicus aquí?-Gruñó soltándolo asqueada.

-El señor Snape se ha quedado aquí desde hace algunos días.-Explicó otro elfo, que Bella reconoció como uno de los que trabajaba en su hogar familiar.

-¿Dónde han ido?-Preguntó confundida.

-No lo sabemos señora Bella. Los señores no nos han dicho.-

-Bien, los esperaré en la sala. Tráiganme algo para comer.- Ordenó dando una vuelta sobre su eje y saliendo de la habitación con actitud aireada.

Se sentó en el sillón donde su hermana solía recibirla y esperó por horas su llegada. Ya había anochecido cuando el fuego de la chimenea se volvió verde, revelando a unos sonrientes señores Malfoy. Sonrisa que se borró rápidamente al ver a Bella allí.

-¡NO!-Exclamó Narcissa cuando la chimenea volvió a iluminarse de color verde, sacando su varita y apuntando a su hermana.- Expelliermus.-La varita de Bellatrix salió volando por los aires hasta la mano de su hermana, mientras, detrás de ella, aparecieron Andrómeda y Sirius, dejando a la pelinegra estupefacta, más aún cuando Regulus apareció segundos después, sonriendo junto al esposo "sangre sucia" de su hermana.

-¿Qué está pasando aquí?-Gritó Madame Lestrange mirando a los miembros de su familia con sorpresa.

-Bella.- Susurraron todos pasando su mirada de la pelinegra a sus acompañantes.

-¡Agarrenla!-Exclamó Sirius al ver que su prima amenazaba con salir corriendo hacia la salida. Ted y Regulus la tomaron por los brazos, mientras ella gritaba desenfrenada.