Capitulo 42: Marzo 1989
Los últimos meses habían sido demasiado difíciles para la joven Nymphadora, desde que habían comenzado el año escolar, Remus apenas le prestaba atención, la trataba como a otra alumna más y no como a su consentida y no había nada que la entristeciera más que tenerlo tan cerca y a la misma vez tan lejos.
Charlie había hecho hasta lo imposible para animarla, pero al estar en casas separadas le costaba bastante lograr que saliera de su Sala Común. Por suerte contaba con las compañeras y amigas de la metamorfaga, Claire y Phoebe, quienes la sacaban a rastras de la habitación y la colocaban frente al Gryffindor que todas las mañanas la esperaba en la puerta, dándole un gran abrazo y un trozo cada día más grande de chocolate mixto, su favorito.
Era fin de semana y todos se dirigían a Hogsmade, Audrey se había enojado por no poder ir con ellos, pero se había tranquilizado al darse cuenta que Percy tampoco podía ir y que se podrían quedar juntos. Esto había sido un gran alivio para Charlie, quien aún seguía enojado con ella, sobre todo al ver que luego de esa noche Remus había cambiado con Nymph.
-Y entonces Nymph se tropezó con... no sabemos muy bien con qué, pero cayó de cara al suelo y los libros volaron por los aires y uno golpeó a Filch justo en la cabeza.-La risa de Phoebe fue contagiada por Charlie y Claire, quienes vieron cómo la metamorfaga se sonrojaba violentamente ante la anécdota, sonriendo tímidamente, para felicidad de los tres.
-¿A dónde iremos?-Preguntó Claire al darse cuenta que ya se encontraban en la curva anterior al pueblo.
-Necesito ir a Moda Tiros Largos, hace bastante calor y quiero comprarme algunas polleras para debajo de la túnica- Dijo Phoebe feliz de no tener que usar las túnicas ese día que precisamente hacia más calor que nunca, y eso que faltaba aun para el verano.
-Yo te acompaño.- Se ofreció Claire con una sonrisa.- Así puedo ver qué comprarme con el dinero que mis padres me enviaron por mi cumpleaños.- Explicó al ver la mirada confundida de sus amigos, normalmente la rubia evitaba las tiendas de ropa.
-Bueno, yo no pienso entrar a ser torturado por Madame Ferguson y sus manos aprieta cachetes, asique las esperaré en Honeydukes, ¿Me acompañas Nym?-La metamorfaga asintió rápidamente, debía reabastecer su rincón de chocolates ya que últimamente estaba comiendo más de los que podía guardar. De despidieron con la promesa de encontrarse en una hora y cada grupo siguió su camino. Tonks iba abrazada al brazo de su mejor amigo, con su cabeza apoyada en el hombro de él y sus ojos perdidos camino frente a ella, mientras el pelirrojo repasaba la lista de dulces que iba a comprar en voz alta.
De repente, Tonks se detuvo, haciendo que Charlie lo hiciera con ella. No necesitó preguntarle qué sucedía ya que al levantar la cabeza se encontró con que Remus había aparecido en la esquina frente a ellos. Su mirada se cruzó con la de ella y Charlie vio cómo el cuerpo de su tío y profesor se tensaba y su ceño se fruncía en enojo. Tuvo la intención de separarse de su amiga para evitar confusiones pero no tuvo tiempo antes de que todo se complicara.
-¡Remy!-Tanto los jóvenes cómo Remus se giraron hacia la voz femenina, encontrándose con una chica de unos veinte años con el pelo marrón oscuro y corto, enmarcando su rostro, que corrió hacia el profesor y saltó sobre él, enroscando sus brazos alrededor del cuello de él. -Te extrañé mucho, nene.-Susurró contra su boca antes de besarlo.
Nymphadora sintió cómo su pecho comenzaba a estrujarse y las lágrimas llenaban sus ojos.
-Sácame de aquí Char.-Le pidió con voz quebrada y no tuvo que pedirlo dos veces antes que el pelirrojo la tomara del brazo y corriera lejos de allí, sin darse cuenta que Remus se había alejado de la muchacha y los miraba con preocupación.
-¿Qué pasa Remy?-Preguntó la chica cruzándose de brazos.
-Thea, mis alumnos están aquí.-Respondió mirándola enojado. Thea rodó los ojos y liberó sus brazos.
-Querrás decir que ELLA está aquí.-Lo corrigió mirándolo seriamente.- Mira Remus, hace dos semanas que estoy esperando que respondas a mis cartas o que nos veamos, si realmente estamos saliendo, no tendría por qué estarme escondiendo porque la chiquilla de la que crees estar enamorado pueda o no estar viéndonos. No quiero hacerte tomar una decisión porque sé en lo que me metí cuando empezamos esta "relación", pero si realmente quieres olvidarte de ella, comienza a tomarme enserio, porque no voy a dejar que juegues conmigo.-Sin decir ni una palabra más, se dio la vuelta y se alejó de él, dejándolo desconcertado. Minutos después, salió corriendo detrás de ella, y no se detuvo hasta que caminó a su lago.
-Tienes razón, no podemos tener una relación si no te doy tu lugar. ¿Te parece si vamos a Madame Pudifoot a tomar un té?-Le preguntó con su mejor sonrisa, la castaña se la devolvió y enredó su brazo con el de él.
-Claro, me encantaría.-Aceptó entusiasmada.
Mientras tanto, Charlie llevaba a Nymphadora a su lugar favorito en Hogwarts, la cabaña de Hagrid. No existía nadie en el mundo que pudiera seguir deprimido luego de visitar al semigigante, menos aún desde que Madame Maxime le había enseñado a cocinar y sus dulces eran, al fin, masticables. El pelirrojo tocó fuerte y repetidamente la puerta, hasta que Hagrid les abrió sorprendido por la forma en la que habían aporreado su puerta, pero al ver las lágrimas en el rostro de la metamorfomaga, simplemente se corrió de su camino y los dejó entrar, apresurándose hacia la chimenea para colocar la tetera, sacando tres grandes tazas de té y su tarro de galletas de manteca con vainilla y chispas de chocolate.
-Sea lo que sea que te haga hecho llorar, no vale la pena cariño.-Sonrió el semigigante entregándole una galleta, Dora la tomó entre sus manos y la vio mientras las lágrimas caían sin detenerse.
-Hagrid tiene razón Nym, él no se merece tus lágrimas, no se merece que sufras por su culpa. Tú eres una maravillosa mujer, sí, mujer, no una niña.-Aseguró al ver cómo ella levantaba la mirada viéndolo con el ceño fruncido.
-Claro que no eres una niña. Ya tienes 16 años, todo de ti demuestra más madurez que cualquier mujer de cuarenta, eres inteligente, amable, graciosa, buena, hábil con la magia, bonita, todo lo que cualquier hombre podría desear. Y si él no se dio cuenta de lo maravillosa que eres, realmente es un ciego y no vale ni un centavo. Confía en mis palabras, sé lo que digo.- La joven sonrió agradecida con ambos, limpiándose sus lágrimas y asintiendo, ella aún era joven para estar sufriendo por un hombre que ni siquiera la miraba de la misma forma en la que ella lo veía. Estaba segura de que estaba enamorada de Remus Lupin, pero, por Merlín, que haría hasta lo imposible para borrar ese sentimiento de su pecho.
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Tiempo Hechizado
FanfictionDespués de haber leído el futuro de su hijo, Lily y James Potter vuelven a su tiempo junto a sus amigos, Sirius Black, Remus Lupin, Severus Snape, Narcissa Malfoy, Frank y Alice Longbottom y los gemelos Fabian y Gideon Prewett, con la misión de cam...