Julio 1995

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Capitulo 53: Julio 1995

Al final, la despedida de solteros terminó siendo un desahogo para las tensiones de todos los miembros adultos de la familia, liberándose con ésta de todo el peso que sus tareas cotidianas y las de la boda les conllevaban.

Y por suerte para Berta, el único bebé en camino desde la fiesta era el futuro Black, que crecía plácidamente en el vientre de su ansiosa madre, y escuchando la voz de su padre a cada cinco minutos repitiéndole lo mucho que lo amaban y lo felices que estaban por su inminente llegada.

El único problema era que Marlene debía hacer reposo por lo avanzado de su embarazo, por lo que las tareas que ella se había ofrecido a hacer para la boda, debieron repartirse a otros, sumándoles más estrés a sus amigos y, al no poder desaparecerse ni usar un transportador, por recomendación médica, ella y Sirius debían viajar en los coches junto a los Granger y los Dickson, un viaje no muy placentero al tener que bajar a tierra cada media hora porque la embarazada debía ir al baño, y cuando no era ella, eran Alex o John, éste último había pedido viajar con su primo, de quien era inseparable.

Algo sorprendente que pasó mientras preparaban la boda fue la desaparición de Regulus y Marinette durante una semana en marzo. Habían tardado dos días en darse cuenta que no estaban en ningún lado, ni en su departamento en Londres ni en la casa de los padres de Marinette en Francia, habían faltado incluso a sus trabajos, aunque al averiguar allí se enteraron que habían pedido vacaciones, lo que logró relajar a los Black un poco.

Cuando al fin se dignaron a aparecer, fue el domingo de cena familiar en Grimmauld Place, abrazados y riendo como si no hubieran preocupado a todos con su extraña desaparición.

-¿Se puede saber dónde estaban?-Preguntó Walburga levantándose de la mesa furiosa con su hijo menor, pero al acercarse a él, éste la abrazó fuertemente, girándola en su lugar.

-Felicítame mamá, me he casado.- Susurró en su oído.

-¿QUÉ?-Gritó sorprendida, levantando la mirada hacia su nuera que le mostraba su dedo anular con cuatro anillos diferentes.- ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde?- Al ver que toda la familia los miraba confundidos, Regulus depositó a su madre en el suelo y se volvió a acercar a su esposa, abrazándola por la cintura.

-Mary y yo nos comprometimos hace una semana. –Todos se levantaron a felicitarlos pero ella los detuvo con la mano.

-Y en ésta semana nos hemos casado.- La habitación quedó en silencio, nadie se movía, solo los ojos de cada uno que observaban a la pareja atónitos.

-Como saben, organizar una boda en esta familia es más difícil que vencer al mismísimo Voldemort.- Bromeó haciendo que solo su esposa riera.- La inminente boda que estamos planeando es prueba de eso.-

-Y nosotros no queríamos nada muy grande ni ostentoso. – Continuó Marinette.

-Y como somos dos personas completamente impulsivas, en el mismo momento en el que ella aceptó casarse conmigo, armamos nuestras valijas y viajamos a las Vegas.-

-Y de ahí a Argentina.-

-Y luego a Francia.-

-Y hace unos...-Marinette revisó su reloj pensativa.- cuarenta y cinco minutos, nos casamos aquí.-

-Asique les presento a la nueva señora Black.- Sonrió Regulus señalando a su esposa que, nuevamente, mostraba sus cuatro anillos, uno por cada país en el que se habían casado.

-Digan algo.-Exclamó ansiosa por no recibir reacciones de su familia.

-No...-

-Lo...-

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