Agosto 1981.

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Capitulo 29: Agosto 1981.

La tensa relación que se había provocado entre los magos y sus amigos muggles al éstos darse cuenta de que había algo que ellos le ocultaban luego de la salvada de Mike en el cumpleaños, fue lo que llevó a los magos a reunirse a planear una estrategia de salida para cuando se les escapara algún indicio de su secreto frente a sus amigos muggles. Les habían tomado tanto cariño que alejarse de ellos no era una opción, además, para hacerlo Petunia debía mudarse o debían dejar de visitarla a su hogar y definitivamente no era justo para ella. Por lo que llegaron a un acuerdo de excusas coherentes que debían estudiarse por si la situación aparecía. Llevar una buena amistad cuando te la pasas mintiendo no era fácil y por eso la tensión era cada vez más difícil de sobrellevar.

Pero había algo para lo que no podían encontrar una excusa y ese algo estaba sucediendo en ese mismo instante aquel once de agosto.

Molly Weasley estaba dando a luz. En San Mungo, el hospital de magos. Y no sabían qué excusa poner para evitar que los Granger y Mike no acudieran a visitar a la pelirroja, no cuando los tres sabían que la gran familia siempre estaba presente en los partos de sus nuevos miembros.

Petunia ya no sabía qué decirles y no podía salir de su casa para encontrarse con su cuñado, quien la llevaría en su auto al hospital, ya que sus vecinos justo se encontraban allí para tomar el té cuando recibió la noticia. Había intentado con todo y los nervios la estaban matando, deseaba contarles el secreto de su familia, pero sabía que no podía y aunque Jean, Hugo y Mike fueran sus mejores amigos, era le era leal a su familia más que a nada en el mundo.

-Por favor, no me presionen más. No puedo decírselos.-

-Pero Tuney, solo queremos saber en qué hospital está Molly. Queremos ir a visitarla y conocer a su bebé.-Dijo Jean confundida por la actitud de su amiga, quien miraba insistentemente a la chimenea, pidiendo con todas sus fuerzas que a ninguno de sus amigos se le ocurriera hacer una mágica aparición.

-Es que ustedes no se dan una idea de lo dificil que es para mí no poder decírselos pero enserio, no me presionen porque realmente no puedo.- Su rostro denotaba real tristeza mientras hablaba y Mike pudo notarlo fácilmente, lo que lo llevó a tratar de salvar a su vecina nuevamente, aunque le doliera que no confiara en él, no cuando habían pasado el último año tan cercanos.

-Esta bien, no te presionaremos más. Jean, Hugo, posiblemente Molly quiera estar con sus amigos más cercanos hoy, nosotros apenas hace un año que los conocemos y no podemos exigir más de lo que nos dan. Debemos respetar su decisión.-Los Granger notaron la seriedad en sus palabras y asintieron, comprendiendo que no había nada que pudieran hacer para hacer cambiar de opinión a su vecina.

-Esta bien, entonces nos iremos para nuestra casa.-Jean se levantó mirando con tristeza a su amiga, quien le devolvió una mirada llena de lágrimas.- Espero que algún día puedas confiar en nosotros.-Dijo antes de salir de la casa, seguida de su esposo. Mike se quedó en la sala, pasando su mirada de la puerta a Petunia.

-Mike, yo...-

-No.- La interrumpió levantando la mano al ver que se levantaba de su asiento.- No importa. Sea lo que sea que tu familia y vos no nos quieran decir, comprendo que debe ser muy importante mantenerlo en secreto, por eso te ayudo, porque sé lo que es tener que mentir para proteger a alguien.- Petunia lo miró llena de tristeza, mientras él daba un gran suspiro y se levantaba, caminando hacia la puerta, deteniéndose a unos pasos de llegar, girándose hacia ella con nerviosismo.- Sobre el sábado...-Se detuvo sin saber bien qué decir, frunciendo el ceño.

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