Tiempo Hechizado

Voldy se quedó sin su diario.

Capitulo 5: Misión: Voldy se quedó sin su diario.

Un diario personal es un cuaderno donde, normalmente, describes tu día a día, tu vida, tus secretos, todo aquello que necesitas sacar de tu mente y guardar en un lugar seguro, donde nadie más que tú mismo pueda verlo. En él depositas tus sueños, tus esperanzas... una parte de tu alma.

Bueno, parece que Tom Riddle se lo tomó esta última parte muy literalmente. Y es que convertir tu diario en un Horrocrux para ser inmortal, es una muy mala interpretación del concepto de diario. Realmente, él no comprende lo que es el punto medio. Todo tiene que ser blanco o negro.

Pero, si él no fuera así, no sería Lord Voldemort y ésta historia no tendría sentido. Por suerte, los Hogwartianos supieron aprovechar esta falta de imparcialidad del "Señor Tenebroso", y la utilizaron en su contra. Y así fue como nuestro Voldy, se quedó sin su diario...

Luego de que la reunión finalizara formalmente, los Malfoy habían decidido quedarse un tiempo más hablando con la línea fundadora de la agrupación: los que habían hecho el viaje. Narcissa tenía miedo de volver a su casa, temía que los mortífagos se hubieran enterado de la traición de su esposo y decidieran atacarlos, por lo que Severus decidió ir a hacer guardia en la Mansión Malfoy, acompañándolos.

Narcissa se aseguró de que su amigo se encontrara cómodo antes de ir hasta su habitación a descansar. Lucius la esperaba mirándola con ojos preocupados, haciéndole un lugar junto a él en la cama y acariciándola con dulzura una vez que estuvo a su lado.

-Tranquila. Todo estará bien.- Susurró besando su frente.- ¿Sabes qué es lo que hago cuando estoy nervioso?-Preguntó mirándola a los ojos, ella negó y él le sonrió.-Enumero mis momentos felices, esos que me hacen sonreír de solo rememorarlos.-Explicó apoyándose contra el respaldo de la cama, colocándola contra su pecho.- Primero, el día que nuestros padres nos presentaron.- Narcissa sonrió acariciando su pecho. –Cuando aceptaste ser mi novia. Nuestro primer beso. El día de nuestra boda. El día que me dijiste que estabas embarazada de nuestro pequeño Draco.-Murmuró acariciando su vientre con amor.- Recordar cada uno de esos momentos calma totalmente mis nervios. Tal vez a ti también te ayude.- Narcissa asintió, respirando lentamente, quedándose dormida debido a las caricias de su esposo. Lucius sonrió y la dejó dormir, siguiéndola al poco tiempo.

Un punzante dolor en el brazo lo hizo despertarse abruptamente. Todavía perdido en el sueño, se dio cuenta que aún era de noche y que el dolor provenía de la marca que descansaba en su brazo izquierdo. Asustado, se levantó de la cama, dejando a su esposa dormir tranquilamente. Salió de la habitación y caminó hacia donde había dejado a Severus, encontrándoselo a mitad de camino. Ambos se vieron el uno al otro con el pánico notable en sus ojos.

-Nos está llamando.-Susurró el pelinegro apretando su marca.

-Es demasiado tarde ¿Qué querrá a estas horas?-Preguntó Lucius preocupado.

-No lo sé, pero lo mejor será ir a ver. Están en lo de Bellatrix.- Volvieron a compartir una mirada cargada de miedo antes de caminar hacia la chimenea.- ¿No será mejor que le avises a Cissy que vas a salir?- Cuestionó Severus tomándolo del brazo al ver que el rubio estaba por comenzar su viaje por la red flu.

-¿Y preocuparla? No lo creo. Volveremos lo más rápido posible, antes de que se dé cuenta siquiera.- Explicó mirando hacia las escaleras con una mueca, el pelinegro asintió no muy convencido, pero aceptando que lo mejor era no preocupar a la rubia en su estado.

La Mansión Lestrange no tenía nada que envidiarle a la Malfoy, excepto tal vez, su ambiente. Caminar por el jardín de la entrada al hogar de los Lestrange les causaba un escalofrío tan terrible que no pudieron evitar sacudir su cuerpo ante tal sensación. Pero Severus y Lucius no podían detenerse, debían llegar al interior y enfrentarse a su peor miedo: Una reunión con Lord Voldemort.