PANSY Y GREG

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Capítulo 79: PANSY Y GREG.

ALERTA. ESTE CAPÍTULO ES OSCURO. SE HABLAN TEMAS SENSIBLES, MUCHO. LEER BAJO SU RESPONSABILIDAD. 

(He crecido, mi historia ya no es color de rosa, no se si será solo este capítulo, pero aviso.)

Mientras Jhon y Alpha volaban en la motocicleta de Sirius, la Casa Familiar era un verdadero caos, todos los invitados de Félix habían comenzado a gritar en contra de la familia de largo apellido, luego de que estos se levantaran a aplaudir emocionados por la huida de la feliz pareja.

El furioso novio aún era retenido por Sirius y Knut, quienes querían darle tiempo a la pareja para que estuvieran bien lejos y no pudieran ser encontrados fácilmente. Los insultos llovían por todos lados, y a pesar de que dieron todo de sí para impedirlo, Félix se escapó cinco minutos después que los hijos menores de los Potter y los Black.

- ¿Crees que los encuentre? – La voz de su, aún, esposo, tan cerca de su oído, hizo saltar a Pansy del susto, llevándose una mano al pecho mientras se giraba para observarlo, notando su sonrisa divertida por la reacción de ella.

-Espero que no, ellos se merecen ser felices. – Respondió bajando la mirada, tratando de ocultar lo que su cercanía la hacía sentir.

-Nadie se merece la infelicidad, Pan. – Ambos se observaron fijamente por largos minutos antes de que él agregara, en voz baja: - ¿Podríamos hablar? – preguntó dando un paso más hacia ella, tomándola de las manos.

- ¿Ahora? – Sus ojos se pasaron por todo el lugar, donde su familia se esforzaba por echar a la familia de Félix luego de que Harry, Lizzie, Ron y Knut, en su rol de Aurores, se fueran a perseguir al novio abandonado, dejando al resto de sus compañeros de trabajo poniendo orden en la casa.

- Necesito hablar de esto contigo y creo que es el mejor momento. – La firmeza en sus palabras la hizo tambalear, pero lo siguió mientras se adentraban a la casa, subiendo las escaleras hasta llegar al altillo, el lugar al que solo el cuarteto diabólico se atrevía a ir. Pansy se quedó de pie en la puerta, viéndolo caminar hacia el sillón del cuarteto, sentándose cómodamente e invitándola a acompañarlo con una sonrisa. Aceptó intimidada por lo que aún le hacía sentir, sentándose lo más lejos que el sillón le permitía.

-Entonces... - Amagó ella, queriendo comenzar de una vez la conversación que la había llevado a estar nuevamente a solas con él.

-Entonces, creo que es tiempo. –

- ¿Tiempo de qué? – Preguntó, mientras, sin saber por qué, en su cabeza, una melodía que había escuchado incansablemente en los últimos meses comenzaba a repetirse.

Listen to the song here in my heart.

A melody I've started.

But can't complete.

- Tiempo de firmar el divorcio. – Declaró mirándola con seriedad, haciendo que todo el nerviosismo que sentía se convirtiera en dolor, su pecho se estrujó con fuerza, pero no podía demostrárselo, no a él, no a quien le había prometido amor eterno, un mundo de felicidad y no había dudado en romper sus promesas destrozándole el corazón por segunda vez. Usando todas sus fuerzas, respiró profundo y levantó el mentón bien alto, como buena Slytherin, y lo miró con frialdad.

- Bien, ¿Los tienes aquí? Firmémoslos de una vez. Terminemos con esto. – Greg se sorprendió ante su reacción, sintiendo el frío de su mirada colando profundo en él y negó con la cabeza.

-No, no los traje conmigo. – Respondió haciendo una mueca con la boca, estirando su mano para tomar la de ella, quien lo evitó cruzándose de brazos, haciéndolo retroceder confundido. – El que nos divorciemos no cambia lo que siento por ti, Pan, quiero que entiendas eso. Te amo, te amo como no amé a nadie en la vida, pero no podemos ignorar que este matrimonio falló, nuestros votos estaban llenos de promesas que no tardamos mucho tiempo en incumplir, fallamos y es hora de hacernos cargo de eso. -

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