Tiempo Hechizado

Diciembre 1981.

Capitulo 31: Diciembre 1981.

El despertar de Molly fue uno de los momentos más emotivos de la vida de esta gran familia de amigos, se habían turnado para abrazarla y ninguno podía terminar su turno, desesperando al que lo seguía que ansiaba mostrarle su cariño y felicidad por tenerla nuevamente con ellos.

Al volver a su casa había sido recibida por una gran pancarta que le daba la bienvenida y llena de pequeños tapers de comida para que no tuviera que cocinar en varios meses, lo que la había aliviado en gran manera ya que el doctor le había dicho que no podía quedarse de pie mucho tiempo ni hacer fuerza y no confiaba ni en sus hermanos ni en su esposo a la hora de cocinar y hacía muy bien ya que en una oportunidad los tres casi habían incendiado la madriguera tratando de prepararle la comida a los niños.

Por suerte, contaban con la ayuda de las gemelas Lou, quienes habían comenzado una relación con los gemelos Prewett sin dudarlo. Ashley y Gideon eran una pareja bastante reservada, mientras que Fabian y Megan eran más apasionados, tanto que tenían que todos entraban a cada ámbito de la casa con los ojos cerrados y advirtiendo que estaban allí, temerosos de encontrarse con una escena no apta para niños. Era tal la conexión en ambas parejas, que nadie se sorprendió que antes de terminar el año, luego de dos meses de relación, se comprometieran, asegurando que habían encontrado sus complementos perfectos y que no dejarían pasar más tiempo para comenzar la familia que tanto habían deseado.

Así, llegó fin de año.

La Mansión Malfoy había sido la elegida, por sorteo, para la celebración. El jardín trasero había sido decorado con luces blancas mientras una larga mesa lo cruzaba a la mitad envuelta en un mantel blanco con detalles dorados. Todos habían quedado fascinados con el trabajo que Narcissa había hecho con la decoración, cada detalle estaba pulidamente preparado por ella y se ganó más de una felicitación de cada uno.

La cena constaba de todos los platos favoritos de cada invitado, había tanto para elegir que debían servirse más de un plato completo de diferentes cosas mezcladas. Las conversaciones fluían amenamente y las risas no faltaban ni por un segundo. Los niños jugaban con sus comidas y comenzaban pequeñas batallas entre ellos haciendo enojar a sus madres por ensuciar sus mejores trajes, pero sin poder regañarlos debido a la ternura con la que las miraban pidiendo perdón.

Era una de las mejores reuniones que habían tenido y ninguno podía negarlo.

No solo festejaban que el año por fin concluía, sino también se despedían de Regulus, que al día siguiente comenzaría su largo viaje a través del mundo. Lo había pospuesto demasiado tiempo debido a lo de Molly, sin querer irse hasta asegurarse que ella estuviera completamente sana.

Estaban por ser las doce cuando el menor de los Black se levantó de su asiento chocando el tenedor contra su copa de champagne, llamando la atención de todos.

-Familia, primero que nada quiero agradecerles por hacerme parte de esta gran, loca y sobretodo muy rara familia de amigos.-Comenzó con una gran sonrisa.- Me hace muy feliz ser parte de algo tan maravilloso. Segundo, es otro nuevo agradecimiento, y es por haberme brindado tanto apoyo con mi viaje. Todos ustedes hicieron posible el que yo mañana comience esta nueva aventura listo para enfrentarme a todos los obstáculos que puedan aparecer. Tercero, quiero brindar por estar aquí reunidos. Este es sin duda uno de esos momentos que siempre voy a guardar en mi memoria con gran afecto. No importa el tiempo o la distancia que nos separe, siempre van a estar presentes aquí.-Señaló su cabeza.-Y aquí.-Colocó su mano abierta sobre su pecho. Narcissa se levantó y corrió hacia él, abrazándolo fuertemente mientras las lágrimas caían por sus mejillas.