Tiempo Hechizado

La batalla de Hogwarts

Capitulo 17: La batalla de Hogwarts

Hogwarts se encontraba en completo silencio, el ejército Hogwartiano listo, con sus varitas en alto y la esperanza palpitando en sus corazones como su mejor escudo.

James, Sirius, Remus y Severus, desde los puestos en los que se habían ubicado hacía dos noches, no podían dejar de observar las protecciones, preocupados por lo que podría haber del otro lado.

De repente, un grito se escuchó a lo lejos, rompiendo el silencio.

Voldemort había llegado.

El ejército de mortífagos se acercaba a paso lento, sus risas burlonas hacían eco en las paredes del colegio, alertando a todos los Hogwartianos. De repente, toda la seguridad desapareció de los protectores de Hogwarts y el miedo se apoderó de ellos.

Podían sentir a Voldemort acercarse, él y su ejército intimidante del otro lado del lago. James podía sentir el miedo de sus compañeros, el valor con el que se habían atrevido a acercarse a luchar escapando de sus cuerpos a medida que eso se hacía más real. Y supo que debía hacer algo, no podía dejar que su ejército fuera vencido por el miedo, no ahora, no antes de luchar, no con tanto en juego. Se giró hacia Dumbledore, mirándolo a través de la preocupación en sus ojos, pidiéndole ayuda.

-Motívalos.- Susurró el director al notar su mirada, sin dejar de ver al frente. Comprendiendo lo que eso significaba, llevó su varita hacia su garganta, amplificando su voz.

-Sé que están muertos de miedo.-Todos alzaron la mirada al escuchar la voz de James en cada esquina del castillo, atendiendo completamente a sus palabras.- Comprendo sus temores y los comparto, pero deben ser fuertes y valientes. Voldemort no es tan poderoso como les hace creer. Si nos mantenemos unidos, somos más fuertes y él no va a poder contra nosotros. No lo dejemos ganar, no lo dejemos apoderarse de nuestro futuro, luchemos por nosotros, por nuestros seres queridos, por todos los que ya no están. Luchemos por Hogwarts, por el mundo mágico. Luchemos y ganemos.- Con una sonrisa, James vio como todos los que estaban junto a él se paraban rectos y sus varitas se alzaban hacia su enemigo, sabiendo que lo mismo estaba pasando en todo el castillo.- ¿Están listos?-Gritó con energía y una oleada de entusiasmo voló por el aire hasta llegar a los oídos de Voldemort, quien tembló en su debilidad, enfureciéndose.

-¡Ataquen!-Gruñó haciendo que sus mortífagos corrieran, varitas listas, hacia los Hogwartianos, cruzando la arboleda, hasta llegar a la entrada al lago, donde un enorme escudo transparente los detuvo, hiriendo a los que no habían llegado a parar a tiempo.-Destruyan esa maldita protección.-Los mortífagos intentaron rápidamente cumplir las órdenes de su señor, lanzando todo tipo de hechizo hacia la pared invisible, pero las pociones que Snape había lanzado hacían su trabajo, rebotándoles maldiciones deformadoras.

-Primera línea, listos.-Ordenó James con la vista fija en la entrada, escuchando los gritos de dolor de los mortífagos. La primera fila de su tropa se adelantó un paso, con sus varitas apuntándolos, lanzando ataques hacia los que no se atrevían a acercarse a la protección, mientras la fila de atrás se preparaba para defenderlos en caso de que lograran pasar. –Frank, mándale la señal a Severus.- Frank conjuró a su patronus, un león enorme que galopó hacia donde el lago llegaba al castillo, donde la fracción de Snape observaba el ataque esperando su llamada.

Al ver el patronus de Frank, una sonrisa maléfica apareció en el rostro de Quiróptero, quien se giró hacia Arthur y los gemelos Prewett.

-Es hora.-Susurró viendo de reojo el puente. Los tres hicieron sonar sus manos y apuntaron sus varitas hacia el caldero que tenían tras ellos.- ¡ATAQUE!-Gritó con todas sus fuerzas y decenas de varitas tomaron mágicamente porciones de la poción humeante del caldero arrojándolas hacia los mortífagos, que comenzaron a gritar al sentirlas caer sobre ellos provocándoles quemaduras.