Tiempo Hechizado

2001

MARATÓN 3/3

Capitulo 66: 2001

Los Vera-Pobler-Black decidieron pasar su luna de miel en Grecia, cuando habían viajado con toda la familia, Samantha se había enamorado de su cultura y Vincent quiso sorprenderla llevándola, sin que ella lo supiera, a recorrer la Cuna de la Civilización. Mientras tanto, los Black Potter tenían un plan más... de investigación. Desde que Agatha había aparecido en sus vidas se habían preguntado cómo sería ese lugar que tanto había hecho por la sanación de su tía Bellatrix, además de que querían intentar buscar a la familia de Franco Villalba, para que su pequeña prima pudiera conocer un poco más de su origen, talvez descubrir algo de su padre, ya que su familia tenía poca información sobre él. Por lo que utilizando la excusa de su Luna de Miel, viajaron hacia Argentina con una misión.

Mientras tanto, el resto de la familia de largo apellido, intentaba aún descubrir dónde pondrían los cimientos de su nuevo hogar, habían logrado conseguir tres terrenos que les parecían apropiados, pero ahora el problema era que todos coincidieran en cuál sería el elegido, si Dora y Layla habían tardado meses en ponerse de acuerdo sobre cómo sería su boda, imagínense diecinueve parejas más Minerva, Albus y Alastor, porque obviamente Minnie y Albus tendrían su rincón en la Gran Casa para criar a su hija, una pequeña que con su año de vida tenía a sus padres comiendo de sus manos.

El tiempo volaba y volaba y los más adultos veían a su familia crecer deseando tener un hechizo que los detuviera en ese momento para siempre. Nadie podría creer que otra navidad había llegado, cuando los pares de gemelos Prewett-Lou aparecieron junto a Agatha y Devon para las fiestas, Ashley, Megan y Cissy se largaron a llorar viendo lo mucho que habían crecido en esos meses en los que no se habían visto. Aggy estaba lista para cumplir sus quince años, los que no estaban listos eran Lucius, Regulus, Ted y Sirius, que pasaban noches en vela pensando en los muchachos a los que deberían espantar para que no corrompieran a su bebita.

Otra que lloraba era Molly, la vida no se contentaba con hacerla ver cómo sus bebés se habían convertido en hombres, sino que la hacía ver cómo sus nietos creían con una rapidez increíble. Como en el caso de su Villnut, quien esa tarde de enero sorprendió a sus padres demostrando lo grande que estaba.

-Neville Knut Weasley Longbottom.-Exclamó Fred cruzándose de brazos frente al pequeño bebé de un año y medio que lo miró asustado ante el ceño fruncido de su padre, que rápidamente sonrió agachándose hasta estar a su altura.-Ya es hora de que aprendas a caminar hijo.-Dijo tomando sus pequeñas manitos y haciendo que se levante.-Ahora, escucha bien, es un paso a la vez, nada de apurarse, un pie adelante y luego el otro ¿Está claro?-El bebé rió ante la voz graciosa de su padre, por lo que Fred lo tomó como un si. –Vamos Villnut. Camina Villnut.-Lo alentó caminando hacia atrás, Neville dio un paso y luego otro, encantado con escuchar la alegría en Fred.

-¿Qué hacen?-Preguntó Milah entrando a la casa, dejando su cartera en el sillón, pero al ver a su hijo caminar ayudado de Fred, se detuvo sorprendida.-¿Está caminando?-Exclamó en forma de pregunta, acercándose corriendo para agacharse junto a su hijo.

-Ahora lo voy a soltar.-Avisó Fred soltando lentamente las manos del bebé, mientras Milly estiraba sus brazos para protegerlo si se caía. –Tú puedes Villny.-Sonrió Fred sentándose a un metro de Neville y estirando sus brazos hacia él.-Ven con papi.- Lentamente, Villnut dio sus primeros pasos hacia su padre, cayendo en su regazo, una gota cayó en la cabeza del niño, que levantó la mirada confundido para ver a su padre llorar.

-Pa... pá-Dijo acercando sus pequeñas manitos hasta el rostro de su progenitor, secando sus lágrimas, que ahora caían con más libertad.