Tiempo Hechizado

Mayo-Junio 1991

Capitulo 44: Mayo-Junio 1991

Severus caminaba por los pasillos de Hogwarts con su túnica negra ondeando detrás de él y su rostro serio.

-Weasley, acomódate la túnica.-Señaló a Charlie con su varita, que rápidamente arregló su vestimenta, temiendo la represaría.

-Lo siento tío... digo, profesor Snape.-Se corrigió al ver la advertencia en la mirada del pelinegro, que siguió caminando hasta cruzarse con Remus que se encontraba escondido detrás de una columna, por lo que, con una sonrisa malévola, se acercó a paso cauteloso, asustándolo al agarrarlo de los hombros, haciéndolo saltar en su lugar, girándose con los ojos abiertos de par en par.

-¿Qué hacías ahí escondido?- Preguntó levantando las cejas burlonamente, sonrojándolo.

-Yo... solo...-La vergüenza que su sonrojo mostraba, causó que Severus dirigiera su mirada hacia donde Remus había estado mirando, encontrándose a Dora hablando con Minerva.

-Picarón.-Sonrió Severus golpeando su hombro.- Estabas espiando a Tonks.-

-No... yo...-Tartamudeó achicándose en su lugar, desviando la mirada nuevamente hacia Dora, suspiró como tonto enamorado.-¿Para qué engañarte? Si, la estaba espiando, no puedo evitarlo.-Admitió recostándose en la pared.-Y sé que está mal, soy su profesor, no puedo seguirla y espiarla como un acosador, me doy miedo a mi mismo.-Se quejó tapándose el rostro.

-Remus, en solo un mes, Dora terminará el colegio, ella ya es mayor de edad y tú solo eres unos pocos años más grande que ella. Si estás enamorado, no hay nada que puedas hacer para evitarlo. Solo espera a que las clases terminen y... díselo, no pierdes nada con intentarlo.-Lo alentó poniendo una mano en su hombro.

-¿Tú crees?-Preguntó indeciso.

-Remus, por todos los pantalones de Merlín, esa muchacha está casi más enamorada de ti que tu mismo.-La sonrisa de Remus creció en su rostro casi sin poder evitarlo. –Ahora, ve a tu salón antes de que hagas algo indebido. Aún eres su profesor y estará completamente fuera de lugar.-Lo empujó, alejándolo hacia su oficina.

Con una sonrisa de felicidad por su amigo, Severus se dio la vuelta y caminó dos pasos sin mirar, chocando contra algo y cayendo al piso. Al levantar la mirada, se encontró con que había chocado con una pelinegra que también se había caído en el golpe.

-Lo siento mucho.-Se disculpó la joven levantándose rápidamente y estirando su mano para ayudarlo, pero Severus estaba distraído mirándola, detalló su rostro, el color negro de sus ojos, la forma en que su cabello caía sobre sus hombros, cada centímetro de ella lo maravillaba más y más.- Señor ¿Se encuentra bien?-Le preguntó sonrojada por la forma en la que sus ojos no dejaban de verla, sacándolo de su ensimismamiento.

-Oh, si, perdón.-Dijo levantándose por si solo, sonrojándose al ver la sonrisa vergonzosa con la que lo deleitó. –Mucho gusto, soy Severus Snape.-Se presentó sin perder el tiempo, estirando su mano hacia ella.

-Yo soy Layla, Layla McGonagall.-Respondió sorprendiéndolo.

-¿Layla McGonagall? ¿Cómo la sobrina de Minerva?-La chica rió asintiendo, haciéndolo abrir los ojos de par en par.-Eres la pequeña sobrina de Minerva.-Repitió sintiéndose un estúpido al ver que la sonrisa que tanto le había gustado desaparecía.

-Si, soy la pequeña sobrina de Minerva.-Dijo frunciendo el seño.-Pero para que sepas, no soy una niña. Tengo dieciocho años, y ya terminé el colegio.- Se quejó dándose la vuelta para irse, pero rápidamente Severus la detuvo del brazo.