Misión: Un día en la Casa de Seguridad

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Capitulo 10: Misión: Un día en la casa de Seguridad.

La música es la clave para vencer cualquier tristeza. Todo siempre es mejor con una buena canción de fondo. Y nadie puede negar esa verdad.

Cualquier momento de nuestras vidas puede relacionarse con una canción, no importa cuál sea. Siempre encontrarás una letra o una melodía que te llevará a ese instante de tu vida que pensabas que no recordabas.

Amo la música, lo que ésta me hace sentir. Amo cómo, al cerrar los ojos, puedo ver líneas de colores que bailan al ritmo de la canción. Y amo cómo, de una forma u otra, cambia los ánimos de todos.

La Casa de Seguridad se encontraba en Mould on the Wold, y anteriormente había sido el hogar de una feliz y unida familia Dumbledore.

Albus había comprado la propiedad luego de la muerte de su hermana, buscando en ésta esa alegría que se había perdido cuando Ariana fue atacada. No era una gran casa, pero era lo suficientemente grande como para albergar a las familias refugiadas, con un poco de ayuda mágica, por supuesto.

Ahora, muchos años después de que los Dumbledore la habían dejado atrás, la casa rebosaba de vida. Niños jugaban en el jardín mientras las mujeres los cuidaban y los hombres hacían los arreglos pertinentes para que la casa no se cayera a pedazos.

Pero no todo era felicidad. Con la guerra que se avisaba, nadie podía evitar ver sobre su hombro cada vez que entraban o salían de la residencia y, por las noches, los niños lloraban pidiendo por sus padres.

A pesar del dolor que les producía estar separados de sus familias, había un momento del día que los hacía olvidar todo, un momento en el que Lily y Narcissa agarraban a los niños y los hacían bailar por todo el jardín.

-Lily ¿Dónde esta la radio?-Preguntó Narcissa entrando a la cocina sosteniéndose su gran vientre con amor. La pelirroja se encontraba lavando los platos sucios del almuerzo, mientras Alice los secaba y los guardaba en la alacena. Habían decidido no usar magia para las tareas cotidianas, temerosas de que Voldemort pudiera rastrearlos de esa forma.

-La dejé en la sala, junto al álbum de fotos.-Respondió mientras movía su cabeza al ritmo de una melodía que nadie más que ella escuchaba. Alice y Cissy la miraban con una sonrisa pero ella no lo notaba, cada vez iba metiéndose más en la canción, hasta que comenzó a tararearla. –Oh girls, they wanna have fun.- Cantó en voz alta, haciendo que sus amigas se miraran emocionadas. Rápidamente, Cissy tomó su varita y, apuntándose, cambió su túnica por una pollera de tul verde, una remera manga corta negra, polainas rosas y tacos blancos. Su pelo pasó de estar liso a inflado y con el flequillo para atrás, formando un jodo. Alice comenzó a reír al verla, sacando a la pelirroja de su mundo.

-¿Qué es eso?-Alice no podía aguantarse la risa, al igual que Lily.

-Ésta es la ropa que usan los muggles ahora. ¿No es así Lils?-La pelirroja asintió aún riendo, por lo que Narcissa, enojada, las apuntó con su varita. Ahora las tres vestían igual, pero eso no impidió que las dos mujeres siguieran riendo, lo que hizo que la señora Malfoy se sumara.

-Chicas, es ho...-Molly se quedó en shock al entrar a la cocina, viéndolas reírse con esa ropa tan chillona. -¿Qué está pasando aquí?-Preguntó cruzando los brazos sobre su vientre, mirándolas con una ceja alzada.

-¡Llegó la hora de la alegría!-Exclamaron las tres al unísono luego de mirarse a los ojos. La matriarca de los Weasley las miró confundida, pero al ver que sacaban sus varitas, comenzó a negar.

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