"El amanecer es siempre una esperanza para los hombres."
"Diecisiete"
Capítulo II: Una vacante
..::::..
La Central de los Rangers era un edificio de madera con techo a dos aguas, situado al final de la única carretera que atravesaba transversalmente el parque forestal.
En su interior la vida transcurría todo lo tranquila que podía ser, ya que allí no llegaba la cobertura telefónica, ni había comercios o restaurantes... Tan sólo una pequeña estación de servicio donde se servía combustible, un sencillo bar con el único televisor de la reserva, que resultaba el único punto alrededor del cual se reunían ociosamente los Rangers, y la oficina propiamente dicha, en la que había un aparato de radio que se utilizaba de vez en cuando para comunicarse con el pueblo más cercano (que estaba a más de cincuenta kilómetros), mediante la cual se efectuaban los pedidos de existencias y víveres.
Sólo una sexta parte del personal trabajaba en la central. El resto de oficiales estaban destinados a puntos de vigilancia dentro del parque, y en la mayoría de esos puntos hacían turnos de doce horas de vigilancia. Pero para unos pocos, debido a su ubicación tan remota, salía más a cuenta permanecer en el puesto durante una semana o más, tras la cual se hacía el cambio de turno. Y el único contacto con el mundo exterior que tenían los oficiales que trabajaban en estos puestos era, durante meses, a través de aquella oficina, aquel bar, y la breve comunicación que mantenían unos con otros mediante walkie talkies.
Aquella estaba siendo una mañana tranquila con un maravilloso clima otoñal. El bar acogía sólo a dos o tres asiduos además del tabernero. Alguien echó una moneda a la vieja máquina tocadiscos y una melodía country sonó.
Nadie reaccionó. Sólo quien había pagado por la canción golpeaba el suelo con la punta del pie al ritmo de la música.
—¿Alguien sabe algo de las crías? ¿Cuántas se han perdido ya? —dijo el tabernero, mientras limpiaba la barra con una bayeta grisácea.
—Faltan efectivos para vigilar esa zona. Desde que se jubiló Jim, el puesto de vigilancia del lago está abandonado —respondió uno de los parroquianos, sin alzar la vista del crucigrama.
—¿Aún? Mmhh... Mal asunto... esas crías de alce son las que atraen más turistas en verano —el tabernero hacía un gesto de negación con la cabeza. Pensativo, procedió a secar los vasos con la misma bayeta que había utilizado para la barra.
—¡Que se vayan al cuerno los turistas! ¡Nadie está dispuesto a exiliarse en aquella casucha perdida en medio de la nada, Yunpei! —dijo el que había puesto en marcha la gramola.
—¡Pero Flynn, mi caja registradora ya se ha resentido! ¡La gente no se pierde por aquí si no tiene bebés alce para ver! ¡Y el año que viene será peor! ¡Los furtivos harán su agosto si no hay nadie que vigile! Esas noticias arden como la pólvora...
—¡Entonces al cuerno los furtivos y al cuerno también tu caja registradora!
Un oficial bastante más joven terminó con la discusión al irrumpir violentamente en el bar.
—¡Se acerca una camioneta, el jefe nos quiere a todos armados y preparados! —el muchacho parecía realmente alterado.
El Ranger que había estado quejándose, se levantó de la silla perezosamente y se subió los pantalones.
—El jefe es un exagerado. ¿Tanto lío por una camioneta?
El joven tragó fuerte.
—...Tenéis que venir a ver esto.
![](https://img.wattpad.com/cover/108726088-288-k183605.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Diecisiete (Dragon Ball Z/Z-Awards 2017 - Terminada)
FanficDiecisiete despierta solo y en un lugar desconocido justo cuando le reviven las Dragon Balls. Deberá aprender a vivir creyéndose desposeído de cualquier rastro de humanidad y desconociendo que la vida que le aguarda es más grandiosa de lo que cree h...