"El amanecer es siempre una esperanza para los hombres."
"Diecisiete"
Capítulo XXXVI: Aunque me cueste la vida
..::::..
—¿Crees que acertarías a darme un sólo puñetazo? Me encantaría verte intentarlo... —susurró Diecisiete.
Blake titubeó y miró brevemente a Auri por encima de su hombro. La niña estaba encogida en el mismo lugar, con las rodillas abrazadas. Estaba aterrorizada.
Diecisiete amplió aún más aquella diabólica sonrisa, situó el antebrazo sobre su rodilla con posición relajada e hizo un gesto con los dedos invitándole a realizar el primer movimiento.
—Vamos... ¿A qué esperas?
Tembloroso, Blake tanteó sus bolsillos. Le quedaban tres petardos más.
—De acuerdo —dijo, aceptando el reto, pese a que nunca había ganado ninguna pelea en el orfanato.
Pero su plan era sencillo: escapar tras dejar inconsciente al Ranger. Le daría una patada en la cara, tomaría a Auri de la mano y echarían a correr. Si el agente se levantaba antes de lo esperado, Blake le demostraría por qué le llamaban el "Jesse James" de los petardos.
Y, sin preparación previa, ni detenerse a elaborar estrategia alguna, Blake inició el ataque. La patada que le soltó a Diecisiete, nada más empezar, era la que, presuntamente, debía noquear al Ranger. Pero aquel hombre bloqueó su golpe con facilidad y empujó la pierna de Blake, rudamente, arrojándole al suelo.
La arrogante risa del Ranger fue lo único que detectaron los oídos de un humillado Blake, que se incorporó del suelo para encontrar el rostro del agente sonriendo con una mueca aún más burlona.
—¿Eso es todo lo que sabes hacer? ¡Vamos! ¡Regresa y pelea como un hombre!
—¡Blake, no! —suplicó Auri a su hermano. No le gustaba nada lo que estaba sucediendo. No le gustaba nada aquel hombre.
Pero Blake, se levantó del suelo con lágrimas de rabia en los ojos. La urgencia de escapar estaba siendo opacada por las ganas de machacar a ese desgraciado.
Se abalanzó de nuevo hacia Diecisiete, liberando toda la rabia contenida a través de cada puñetazo y de cada patada que, torpemente, le dirigía. Pero cada uno de sus golpes moría en el vacío, sin lograr acertarle una sola vez. Era como si aquel tipo conociera de antemano hacia dónde iba a dirigir los golpes o, peor aún, que fuera capaz de ver sus movimientos a cámara lenta.
Su mirada de hielo le traspasaba como si se asomara directamente a su alma. Todo en él parecía tan inhumano e intimidante que el niño comenzaba a pensar que se hallaba ante algún tipo de monstruo.
Pero Blake no podía echarse atrás. Había comenzado aquello y ahora debía terminarlo. Tenía que demostrarle que él no le tenía miedo por terrorífica que fuera el aura de Diecisiete.
Él no era un cobarde.
—Venga, voy a ser generoso —canturreó con voz suave y peligrosa, Diecisiete—. Para demostrarte mi buena fé te enseñaré a pegar de forma apropiada...
Blake limpió sus lágrimas. ¿Quién se creía que era ese lunático?
—¡Oye, viejo! ¡No necesito lecciones de un loco! —escupió.
—¡¿Viejo?! —exclamó el androide, incrédulo.
¡Viejo! Era la primera vez en su vida que le llamaban viejo. Diecisiete era plenamente consciente de que tenía el mismo aspecto que la primera vez que despertó, recién transformado en androide. Estaba congelado en los últimos años de su adolescencia. Y, o bien se mantendría eternamente joven o envejecería a un ritmo extremadamente lento, no estaba seguro de lo que iba pasar en el futuro, pero ambas posibilidades eran probables.
ESTÁS LEYENDO
Diecisiete (Dragon Ball Z/Z-Awards 2017 - Terminada)
FanficDiecisiete despierta solo y en un lugar desconocido justo cuando le reviven las Dragon Balls. Deberá aprender a vivir creyéndose desposeído de cualquier rastro de humanidad y desconociendo que la vida que le aguarda es más grandiosa de lo que cree h...