Capítulo 52 | Parte 1.

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Capítulo 52

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Capítulo 52.

—Jim, creo que esta conversación tendrá que ser otro día —le dije al mirar a un Adrián sonriente.

—Pero ¿¡por qué!? —exclamó más sorprendido—. Sabes que me tengo que ir y esta oportunidad no la tengo todos los días —bufó con una sonrisa picarona.

— Aly, no te preocupes. — Me dijo Adrián tranquilamente. — No tengo ningún problema con explicarle a qué vine.

«Oh, no. No vayas por ahí».

Adrián se quedó a mi lado. Entonces, comenzó a anestesiar a mi hermano con sus palabras.

— He venido a ver a tu hermana porque hemos tenido una pequeña discusión y quería resolverlo. — Le dice al observarme con tranquilidad. — Habíamos tenido un bonito día en el trabajo. Tanto así, que le dije que se quedará a mi lado asistiéndome en una cirugía. — A mi hermano se le iba a caer la mandíbula en la encimera de la cocina si Adrián seguía con esto. — Espero que puedas entender que ella es muy especial para mí, y cometo locuras por tenerla a mi lado. Lo que te acabo de decir es un ejemplo, y esto ahora mismo... es otro ejemplo.

Tomó el vaso de la encimera y le dio un pequeño sorbo.

Mi hermano comenzó a perder el hilo de sus palabras y me miró como si yo estuviera loca.

— Te... — Jimmy tomó una bocanada de aire y prosiguió. — Tengo entendido que eres el mejor amigo de la rata Jesse. ¿Cómo un hermano tan brillante y guapo cómo yo puede fiarse de eso en cuánto a ti?

Jimmy tenía dieciocho años, pero no podía negar que era muy inteligente y malicioso. Siempre había sido así. Usaba su inteligencia para su conveniencia más que para todo lo demás, pero estaba segura de que cuando algún día decidiera entrar a la escuela de medicina eso cambiaría.

— Comprendo totalmente que dudes en fiarte de alguien cómo yo. — Sus palabras tan decoradas acabarían con mi hermano. — Es decir, te preguntas "¿Prefieres dejar la lealtad de Jesse por una mujer?" y la respuesta es sí. — Miró a mi hermano fijamente. — No es correcto dejar de lado a un amigo por cualquier mujer, pero tu hermana no es cualquier mujer para mí. Es más correcto para mí tenerla a mi lado.

Mi hermano lo observaba fascinado, como si fuera un icono de la televisión. Debía aceptar que esas palabras hasta a mí me llegaron. Sentía cómo mi corazón se aceleraba con descontrol.

— Te he visto antes, de pequeño. — Jimmy le hace saber. — Los padres de la rata Jesse te cuidaban.

Al ojiverde no parecía agradarle entrar en aguas profundas, pero asintió.

— Tienes razón. Ellos me cuidaron por largos años y en ese transcurso conocí a mi respiro de aire fresco... Aly. — Adrián seguía cargándole la mirada a Jimmy.

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