(+21) (Libro 1 & Libro 2) Alysha N. Doménech Losada, una brillante y aplicada estudiante de medicina que está a punto de comenzar su internado en medicina general. Su vida era tranquila, entre libros y anotaciones, con el novio que siempre había sid...
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Capítulo 6.
Eran casi las 11:30 de la noche cuando Jesse me llevaba a casa. Conducía por la hermosa y tranquila ciudad de Dorado.
Me encontraba observando por la ventana del carro las calles que se alumbraban por las farolas y luces que provenían de algún lugar. Estaba meditando en cómo habían surgido las cosas, pensando si sería correcto preguntarle ciertas dudas que tenía en mi cabeza.
«¿Sería el momento idóneo para preguntar?».
—Jesse, ¿por qué nunca me habías dicho que tenías un "mejor amigo"? —mi voz sonaba más consternada de lo que pensé—. Digo, creo que son pequeños detalles que se deben saber, ¿no?
—¿Qué? Pensé que lo sabías, cariño —me miró por un instante, como si todo estuviese normal—. Bueno, me dijiste una vez que siempre habías querido estar conmigo y que me admirabas desde la distancia ¿no?
—Pues... Sí, pero...
—Entonces, había creído que ya conocías perfectamente muchas cosas de mí. Pensé que lo sabías —por su tono de voz y su expresión, parecía sincero.
Sin embargo, eso no me explicaba ciertas cosas. Jamás había escuchado a Jesse mencionar siquiera su nombre, el nombre de "Adrián".
«¿Cómo iba a saberlo? Solo sabía que, en ciertas ocasiones, me había hablado de un amigo con quien acostumbraba a compartir en salidas. Pero ¡maldita sea! Ya que lo pensaba...».
🪶
Estaba en la casa de Jesse cuando al fin decidió comprarla. Me enseñaba el interior de la nueva adquisición. La observaba emocionada y con total admiración.
Me sentía feliz de que se pudiera permitir sus cosas. Me emocionaba con cada éxito de él y la nueva casa en una urbanización modernizada era uno de esos éxitos dispuestos.
—¡Está preciosa tu nueva casa! ¡Me encanta! —grité de emoción mientras lo abrazaba y lo besaba.
—Mi amor, no olvides que también será tuya. Será nuestra casa cuando tú estés preparada para mudarte —dijo con sus labios pegados a los míos, acercándome aún más hacia su cuerpo.
Jesse comenzó a bajar sus manos sobre mi cintura, hasta tocar mis caderas. Las metió debajo de mi blusa blanca de tubo mientras seguía besándome la boca, hasta que decidió cruzar a mi mejilla derecha y mi cuello.
Estaba ansiosa, emocionada, y enamorada. También quería esto. Quería hacer el amor con Jesse, pero de la manera que siempre había soñado, cruzando la puerta de una habitación y vestida de blanco en los brazos del hombre que había respetado mi decisión hasta el final.
—Jesse... —susurré, casi perdiendo la fuerza de voluntad.
Él seguía besándome el cuello y acariciando mi abdomen.
