(+21) (Libro 1 & Libro 2) Alysha N. Doménech Losada, una brillante y aplicada estudiante de medicina que está a punto de comenzar su internado en medicina general. Su vida era tranquila, entre libros y anotaciones, con el novio que siempre había sid...
♪ Moth To A Flame - Swedish House Mafia, The Weeknd ♪
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Capítulo 30.
Al salir del restaurante, el mismo empleado que estacionó el vehículo volvió a traerlo, mientras que Adrián y yo esperábamos.
- No quiero abrumarte. ¿Sabes? - Dije, pero no me miraba. - Y no quiero que pienses que me fijé en ti por un estatus o un título. Yo... seré algo parecido a lo que haces y... - Suspiró y me devolvió su mirada. - Cuando volví a verte, me quedé impactada. Me atraes mucho. De hecho, me cuesta decirlo, pero ya me atraías. - Suspiré con frustración, mientras mis ojos lo miraban con sinceridad. - No te reconocí, Andy. Tampoco sabía que eras el niño bonito de mi jefe y el favorito de el director de cirugía. No me interesa tu dinero, ni lo grande que eres en el hospital, y me refiero en el mal aspecto. No tengo ni la más mínima idea de porque soy así contigo. Creo que desde el momento que supe que se trataba de ti, de el niño tímido que fue parte de las burlas de Jesse, te he deseado. - Hizo gesto para hablar, pero posé el dedo indice en sus labios. - Y lo sé, está mal. Pero... ¿Sabes lo jodidas que son las cosquillas aquí y aquí? - Toqué la parte superior de mi vientre, luego mi pecho. - Es bastante cansado tratar de evitarlo, Andy.
Su expresión denotaba sorpresa por mis palabras, mientras solté su brazo para dirigirme hacia el vehículo que ya se encontraba frente a nosotros. No esperé a que me abriera la puerta y procedí a entrar.
Me puse el cinturón de seguridad, me acomodé en el asiento cómo pude, mientras esperaba que a Adrián le diera la gana de subir al auto.
Cuando decidió hacerlo, comencé a mirar por la ventanilla, tratando de ignorar el hecho de que mi corazón estaba a palpitaciones desbocadas.
—Aly, quiero decir...
- No te preocupes, conduce. - Interrumpí. - De verdad no quiero abrumarte.
Escuché su respiración algo frustrada, pero ambos decidimos estar en silencio.
Luego decidí encender el radio del vehículo para aminorar y cubrir el silencio incómodo que me estaba ahogando. Era obvio que no le hacía gracia que todo sucediera así y que el destino quisiera lanzar sus cartas de tal manera ante nosotros.
Al cabo de unos diez minutos, culminó una de las canciones que había estado sonando, para informar las noticias más recientes a nivel mundial. El terrorismo, los gobiernos extremistas y las enfermedades que rondaban el planeta, seguían siendo la orden del día. Sin embargo, había una noticia en específico que comenzaron a informar, dándole más prioridad y auge:
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El Medio Oriente continúa abarrotado de casos sobre el virus Mers Recov-2. Las regiones siguen aumentando en contagios significativos. Algunas agencias internacionales de la salud ya han realizado informes de estudios científicos premeditados que, alegadamente, no están confirmados, en los cuáles se informa que, de cierto modo, el virus es tan contagioso, que continuará su expansión por sectores grandes y...
