Capítulo 65 | Parte 2.

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Capítulo 65

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Capítulo 65.  

Adrián me acuesta con suavidad y paciencia sobre el mueble. Podía sentir como su temperamento estaba más pasivo y ameno a pesar de que el deseo continuaba intacto entre nosotros.

Me pierdo en sus verdes ojos que se mostraban tan expresivos mientras se acomoda sobre mi cuerpo, colocándome más expuesta bajo el calor de su piel y de su aroma tan personal. Era justo lo que necesitaba y anhelaba; cuidarlo, mimarlo, y amarlo.

Acaricio su pulcra mejilla mientras sus caderas y su abdomen encajan perfectamente entre mis piernas. Siento como vuelve a presionar su húmedo miembro sobre mi sexo, ahora mucho más sensible por el segundo orgasmo que mi cuerpo había experimentado junto a él.

Adrián gime abiertamente al formar una: "O" con sus sensuales labios, saboreando la profundidad y la calidez que le ofrece mi interior.

Mis manos se pasean por su cabello, tirando de sus mechones con dulzura y delicadeza. Adhiere su frente a la mía. Parpadeo repetidas veces al sentir como desliza su miembro con suavidad entre mis pliegues.

Frunce el ceño con frustración al mirarme a los ojos con intensidad. Siento como mis piernas se balancean con suavidad una y otra vez sobre sus caderas.

— Necesito esto. — Gruñe con dulzura. — Necesito sentirte así... — Gime con necesidad, lleno de exasperación. — Mierda, Aly... — Se queja con gusto mientras posa sus húmedos labios sobre los míos, entrecerrando los ojos al igual que yo.

— Yo también... necesito sentirse así, Andy... — Gimoteo en susurros sobre su boca, acariciando su espalda con desesperación e ímpetu.

Sentir su piel junto a la mía me consumía totalmente. Poder explorar con mis manos cada rincón de su delgado y fibroso cuerpo me hacía sentir extasiada, completa, abastecida de plenitud. Saber que podía transmitirle paz a la vez que placer me hacía actuar más segura bajo su presencia.

Aunque ambos estábamos ansiosos por volver a llegar al orgasmo, Adrián marcaba el ritmo, bajando la intensidad y luego subiéndola por momentos, con la intención de que pudiéramos saborear la apasionada situación.

Su boca se dirigió hacia mis pechos, besándolos con adoración mientras sus penetraciones eran lentas y dolorosamente placenteras.

Cada embate me enloquecía, me drogaba de una pasión exquisita que sólo él podría hacerme sentir hoy y en un millón de años si llegar a tanto hubiera sido posible.

Amo a éste hombre con cada partícula de mi cuerpo, ahora mucho más siendo consciente de que siempre había sido así, aún sin haberme dado cuenta en un pasado que para él resultó frustrante y doloroso.

Mi corazón late fuertemente, con una rudeza increíble. Mis hormonas están totalmente revueltas y descontroladas, y mi subconsciente ya no podía precisar las locuras de la realidad.

MCP | El Internado ©️ (¡Disponible en físico!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora