Capítulo 55.
Era ridículo que me sintiera cohibida y en tensión con Bárbara en el elevador. No le debía ninguna explicación y tampoco tenía que verme obligada a soportar el veneno que estaba a punto de soltar con sus palabras.
Volví a recomponer mi postura. Su fastidio era dirigido a mí y yo lo sabía, porque me observaba sin ninguna discreción.
Evadí la presencia de Bárbara Bosch y comencé a mirar casi hacia el techo, observando los números cambiar. De verdad quería llegar al laboratorio general. Toqué mi brazo izquierdo con la mano derecha, la cual tenía la pulsera que brillaba. Me aferraba a mí misma, como si tuviera escalofríos, pero la verdad era que me sentía incómoda con su presencia.
Sin verlo venir, Bárbara sujeta mi mano con brusquedad y mira la pulsera con una expresión desesperada en sus ojos. Por su repentina acción, me quedé petrificada en el momento. Sus ojos azules parecían deslumbrados por el obsequio que rodeaba mi muñeca.
— Es... es imposible. — Espetó con rotundidad y aparté mi mano con una mueca de disgusto. — Él no es así. No entiendo porque actúa de esta manera contigo. — Niega con los ojos engrandecidos, parecía muy molesta.
—Oye, estamos en el trabajo —me aparté un poco, dándole un espacio considerable—. ¿Cuál es tu problema?
Sonrió con malicia.
—No tengo ningún problema, pero al parecer él sí lo está teniendo, y no me gusta que lo confundas así.
— Yo no estoy confundiendo a nadie, y mucho menos a él. — La sangre me estaba hirviendo. — Yo lo quiero, ¿entiendes?
— Yo también lo quiero, igual que todas las que hemos pasado por sus manos.
De repente, sentí unas ganas horribles de gritarle que se callara.
— ¿¡No te cansas de querer joderme con tus comentarios inoportunos!? — Subí mi tono de voz. — Entiendo que te fastidie el hecho de que tú tengas que recurrir con desesperación a buscarlo, pero yo no soy así. — Le sonreí con desprecio. — Pregúntate que asuntos importantes tuvo que hacer anoche.
Su mirada me estaba asesinando.
— Sí, Bárbara. — Le di la espalda y me acerqué a las puertas del ascensor. — Mientras ayer tuviste que recrear un teatrito para retenerlo, él pensaba en el asunto importante. — Terminé de decir en un tono más bajo y acaricié mi pulsera con ternura.
— Estás metiéndote en aguas oscuras, niña. — Volvió a decir a mis espaldas. — Y cuando te des cuenta, será demasiado tarde. Aunque... para ti ya lo parece.
Las puertas del ascensor se abrieron en el piso del laboratorio general y ella se apresuró a salir primero que yo. Cuando salí del elevador, achiqué mis ojos al verla dirigirse hacia uno de los cuartos de laboratorio.
ESTÁS LEYENDO
MCP | El Internado ©️ (¡Disponible en físico!) ✓
Romance(+21) (Libro 1 & Libro 2) Alysha N. Doménech Losada, una brillante y aplicada estudiante de medicina que está a punto de comenzar su internado en medicina general. Su vida era tranquila, entre libros y anotaciones, con el novio que siempre había sid...