Capítulo 15 | Parte 1.

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Capítulo 15

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Capítulo 15.

Transcurrieron varias semanas desde que fui al consultorio de Adrián. Tuvo razón cuando mencionó que no intervendría más. No se había acercado a mí. Ni siquiera para saludar.

Por alguna extraña razón, todo eso me estaba afectando. Tampoco quería que nuestros acercamientos terminaran para mal. Lo único bueno que sacaba de todo esto es que evitaba un futuro problema en mi relación con Jesse.

Gloria y yo estábamos sentadas en una camilla que se encontraba en el pasillo de la sala de emergencias. Teníamos que realizar las guardias y cumplir horas de turno en el piso. Nos sentíamos soñolientas, porque eran más de las 12:00 de la madrugada.

—No entiendo por qué a estas alturas me incomoda toda esta situación...

—Nere, han pasado casi tres semanas desde que me dices lo mismo —reiteró Gloria en un tono burlón, a la vez que preocupada—. "Glory, fui muy directa con el doctor". "Glory, creo que mi forma de expresarme no fue la correcta". —repitió mis frases de todos los días que pasaron—. Ya, mujer... Todo mejorará. Lo prometo. En ese aspecto, mejorará.

—¿A qué te refieres con que "mejorará"?

—A que el doctor sexy está loco por ti. Volverá a dirigirse a ti en algún momento —aseguró mientras recostaba su cabeza sobre mi hombro.

—¡Gloria! ¡Sabes a qué me refiero! ¡No soy estúpida! —me reí al tirar de un mechón de su cabello—. No estoy buscando acostarme con él.

—Eso sí es de estúpidos —recalcó mientras se cubrió el rostro con una pequeña mantita desechable.

—¿Qué? —reí—. Glory, tú no tienes remedio...

—¿Yo? Nere, con todo lo que me has dicho sobre ti... Creo que la que no tiene remedio eres tú. Piénsalo... No la has librado aún. Porque según tú, quieres llegar al matrimonio con... ¿Cómo me dijiste que se llamaba?

—Jesse...

—Jesse, sí —remarcó despreocupada—. Pero llega el doctor sexy jode hormonas y tú pierdes la cabeza, amiga.

—Pero...

—Solo hay dos aseveraciones —interrumpió—. Tu insistente hipotálamo no deja de enviarte hormonas y quieres tener sexo, lo que es muy normal. Pero también es posible que el doctor sexy te guste de verdad y quieres tener sexo con él aunque lo niegues. Cualquiera de las dos aseveraciones es normal.

—Glory, quiero a Jesse...

—¿Y eso impide que te guste el doctor? Vamos, Nere... Hasta he optado por pensar que es por la segunda aseveración —la escuché bostezar bajo la mantita—. Dormiré un poco, mientras tú sigues pensando y reflexionando la tortura que debes sentir con tan estúpido rechazo hacia el doctor.

MCP | El Internado ©️ (¡Disponible en físico!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora