(+21) (Libro 1 & Libro 2) Alysha N. Doménech Losada, una brillante y aplicada estudiante de medicina que está a punto de comenzar su internado en medicina general. Su vida era tranquila, entre libros y anotaciones, con el novio que siempre había sid...
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Capítulo 22.
(Adrián)
— Garret, ya voy en camino. — Le aviso cuando vuelvo a llamar directamente a mi oficina de guardia.
Mi buen humor estaba totalmente elevado por los cielos, y la razón de que mi temperamento logre mantenerse se encuentra en mi apartamento, en mi edificio.
— Hace unos minutos usted se quejaba, pero ahora está más que dispuesto a calmar el quirófano.
— Es lo mío. — Digo con suficiencia, y aunque esté bastante cansado, de ninguna manera me atrevería a dejar un caso en vilo, por más bromista que sea con Garret.
— Lo suyo es ser extraño y bipolar, Doctor Wayne. — Me dice sin escrúpulos y niego al poner los ojos en blanco. Garret cuelga la llamada, satisfecha de joderme cada vez que puede.
Al bajar en el ascensor y salir de mi edificio, entro en mi vehículo. Decido dirigirme hacia mi mansión al teclear el número de Frankie. Me responde de inmediato.
— Déjame adivinar... — Me dice sin tan siquiera saludar. — Hoy necesitas que te lleve al hospital. — Asume sin equivocarse.
Cuando era muy tarde y no quería poner mi vida en riesgo, siempre acudía a mi chófer. Así también me aseguro de guardar más energías para el trabajo.
— No te equivocas, pero necesitaré de tus servicios hasta el domingo.
— ¿Convenciste a esa chica de pasar la noche contigo? — Pregunta, como siempre, indiscreto.
— Más bien, ella me convenció de yo querer invitarla a pasar la noche conmigo... y todo el fin de semana restante.
Frankie se queda callado al otro lado del teléfono. Sé perfectamente que le sorprende mi inusual comportamiento hacia una mujer, pero es que Alysha no es cualquier mujer, ella es la fantasía que más he deseado en todos estos años.
— Así que el Doc ha tenido una larga noche...
— Y al parecer, aún no acaba, Frankie.
— No te preocupes. Tendré el vehículo listo para cuando estés aquí. ¿Dormirás en el apartamento o vendrás a la mansión?
Su pregunta me sorprende. La realidad de todas mis mierdas es que era capaz de pasar la noche con algunas de las mujeres que yo me tiraba, pero no pasaba de eso, de una o dos noches. Frankie lo sabe perfectamente, y es por eso que su pregunta me pilla desprevenido.
— No iré a casa, Frank... — Le dije con sinceridad y familiaridad. — Me quedaré con la jovencita hasta el domingo. Lo que sucede es que me han llamado del hospital a última hora, pero regresaré con ella.
— Lo sigo diciendo... esa mujer es increíble.
— Frank...
— Andy, desde que conozco que te acuestas con ella, tu... estilo a cambiado, tu estilo de hacer las cosas con las mujeres. Y no me refiero al práctico estilo, sino el que sólo tú te tomas tan estrictamente.
