Capítulo 56.
En la vida nunca se estaba exento de las situaciones que pudiesen ocurrir, ya sea para algo bueno o malo. Me encontraba pensando en cómo mi padre reaccionaría al ver a Adrián a mi lado. No había que ser inteligente para saber que reconocería que era el médico cirujano de su esposa, o sea, mi madre. Solo le rogaba a Dios que la situación, más el hecho de que mi papá y Andy se verían, resultara bastante bien o al menos pasable.
Seguí a Adrián al dirigirnos hacia el ascensor más cercano de su oficina de guardia. Presionó el botón del elevador y las puertas de este se abrieron rápidamente. Evidentemente, los ascensores parecían desocupados, puesto que el ambiente estaba muy tranquilo en el edificio. Cuando entramos en silencio, me detuve justo a su lado. De repente, sentí una tensión y una corriente eléctrica que recorría todo mi cuerpo. Él parecía muy relajado con la situación que yo sentía incómoda, por el hecho de que la noche anterior estuvo en mi cama y los últimos pensamientos que había tenido sobre él venían acompañados de un deseo incontrolable que sentía.
Cerré los ojos por un momento y respiré pausadamente, deseando más que nunca que el ascensor llegara al primer piso. Sin embargo, sentí cómo Adrián se arqueaba a mi lado con sutileza y ponía una de sus manos en el bolsillo de su bata blanca. Todos mis sentidos estaban en alerta, así que no se me hizo raro el hecho de que lo escuchara suspirar, como si estuviera recomponiéndose de algo. No quería pensar en ese algo.
—¿Cómo te fue en la cirugía? —decidí hablar para aliviar la tensión de ambos.
—Bien —me dijo sin más y colocó su otra mano en el bolsillo de su bata médica.
—Ah, qué bien...
Se mantuvo serio y en la misma posición.
—Oye, cuando te dije que no quería interferir en tu trabajo, me refería a esto —volví a decirle.
—Mi trabajo también consiste en esto.
—¿En seguir a tu acostada sexual?
— No. En vigilar a mi futura estudiante. — Dijo con suficiencia y lo miré de reojo.
Estaba sonriendo.
—Tranquila —volvió a retomar—, si hay alguna emergencia en la que me necesiten, me llamarán.
Asentí y bajé la mirada mientras cargaba la pequeña mochila. En ese momento, sentí los dedos de Adrián rozar mi mano. Luego acarició mi piel junto a la pulsera que me había regalado.
— Me gusta mucho que tengas algo mío sobre ti. — Su voz fue muy sugerente y en doble sentido.
Tragué hondo y me ruboricé al instante. Me mordí el labio al contener un suspiro desesperado.
—¿Cómo puedes estar tan tranquilo sabiendo que afuera hay una pequeña situación que debo atender?
—Atiendo casos todo el tiempo. Cuando estoy seguro de que algo se resolverá sin problemas, dedico mi mente a otras cosas.
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MCP | El Internado ©️ (¡Disponible en físico!) ✓
Romance(+21) (Libro 1 & Libro 2) Alysha N. Doménech Losada, una brillante y aplicada estudiante de medicina que está a punto de comenzar su internado en medicina general. Su vida era tranquila, entre libros y anotaciones, con el novio que siempre había sid...